miércoles, 1 de agosto de 2012

El negocio del amor



Al despertar vio con alegría que ella seguía allí dormida. Nunca había creído en las relaciones en las que el dinero estaba por medio, pero esta vez había sido distinto. Se vistió y se sentó en la cama sin saber si debía despertarla. La olió, la besó en la mejilla y decidió dejarle una tarjeta suya con estas palabras: “que la próxima vez no sea el dinero el que nos una”. Dejó los 200€ en la mesilla y se marchó. Esa mañana retiró todos sus anuncios de las secciones de contactos. Desde entonces espera, como un quinceañero, su llamada.

P.D. La foto está tomada en el Parque de la Fuente del Berro (Madrid). el que quiera saber más sobre este parque pueda pinchar en este enlace.



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