Como estos días estoy de vacaciones tengo que aprovechar para estar con la familia, que a lo largo del año la tengo algo abandonada. Por eso no me da tiempo a actualizar tanto como quiero, ni tan siquiera puedo dedicarme a preparar entradas nuevas. Por ello os dejo para hoy con un poema de Joaquín Sabina, publicado hace tres años en Interviú, que nos da una versión distinta de la Navidad. El poema se titula "A Belén pastores".
No me trago el espíritu navideño,
vomito si me endosan un villancico,
el niño grande es viejo, bobo y pequeño
y el ángel de la guarda se mete un pico.
La nieve es de garrafa y la nochebuena
mala para las putas y los camellos.
La estrella de Belén… menuda faena
para los palestinos con alzacuellos.
Los mejores deseos y el alma negra,
la ternura peor que el mejor pecado,
qué espanto el arbolito y el matasuegras,
la zambomba, el turrón, la nuera, el cuñado.
Y el Gordo que tampoco toca este año
y el niño que te mete un dedo en el ojo.
Para comer las uvas del desengaño
mejor solo en la trena como el pantojo.
vomito si me endosan un villancico,
el niño grande es viejo, bobo y pequeño
y el ángel de la guarda se mete un pico.
La nieve es de garrafa y la nochebuena
mala para las putas y los camellos.
La estrella de Belén… menuda faena
para los palestinos con alzacuellos.
Los mejores deseos y el alma negra,
la ternura peor que el mejor pecado,
qué espanto el arbolito y el matasuegras,
la zambomba, el turrón, la nuera, el cuñado.
Y el Gordo que tampoco toca este año
y el niño que te mete un dedo en el ojo.
Para comer las uvas del desengaño
mejor solo en la trena como el pantojo.