viernes, 21 de junio de 2013

El adiós de las estatuas



La foto está tomada en la calle Arenal


miércoles, 12 de junio de 2013

Ganadores VII Certamen de relatos Renfe


Ya están publicados los ganadores del VII Certamen de relatos breves de Renfe. A continuación os los dejo aquí para que podáis leerlos. A ver si después de este largo parón vuelve el blog a despertar.

UNIVERSOS. 
Carlos Martín Arteaga 
 Un rumor lejano que va convirtiéndose en nítido traqueteo. "El de las siete catorce", se dice Octavio, "el que lleva a la ciudad". Y adivina los innumerables trabajos: oficinas, obras, comercios... que aguardan a los viajeros.
Nuevo rumor. "Las ocho cuarenta. El de la sierra". Y descubre con los excursionistas senderos, lagunas y picachos. 
Una jornada más imaginando otras vidas, disfrutándolas. Diecisiete años ya. 
Las veintitrés cero nueve. El último. El del beso nocturno, el descanso urgente, los sueños acelerados.
Diecisiete años viviendo al rítmico vaivén de los trenes, tejiendo universos. 
Diecisiete años postrado en esa misma cama. 


PARÉNTESIS. 
Aranzazu Pasero 
Era su momento. Cada mañana se subía al tren, se sentaba junto a una ventana y en ese instante comenzaba a viajar por las páginas del libro. En esos treinta minutos no era madre, ni esposa, ni hija, no tenía jefes, obligaciones ni preocupaciones .Y ese momento de desconexión era lo que necesitaba para afrontar el día. Por eso cuando aquella mañana oyó una conocida voz que se dirigía a ella amistosamente alegrándose de la coincidencia , supo que a partir de entonces tendría que madrugar más para poder seguir perdiéndose en el viaje. 


NO ME ARREPIENTO. 
Marina Segura Ramos 
 No, no me arrepiento. Te abandoné con un fuerte portazo después de 20 años de convivencia gris y recuerdo que me dijiste con muy malos humos: en unas semanas darás marcha atrás. Sin embargo, hoy te puedo asegurar que nunca cambiaré al maquinista de RENFE por tu anodino volante, las veloces vías por tus malhumoradas frenadas, ni el paisaje de encinares, rapaces, ciervos y arroyos por el de mujeres y hombres con la mirada clavada al frente, ocupados con el maquillaje, el móvil o las interioridades de sus narices. Nunca regresaré a tu lado, "querido" coche.