En la zona de Chueca se encuentra la calle Barbieri, llamada así a partir de 1894 en honor al ilustre músico madrileño (foto en B/N). Anteriormente la calle se llamó del soldado y este nombre podía deberse al cuartel de infantería que había en sus inmediaciones o a un hecho sanguinario que ocurrió en este lugar hace muchos años.
Todo comienza cuando un soldado del cuartel antes citado se enamora ciegamente de la quinceañera Almudena Goutili, hija de María de Castilla, una acaudalada dama. Fue verla y solicitarla que se casara con él pero a la muchacha le llamaba más el amor por Dios y la Iglesia que el que pudiera ofrecerle el osado soldado, por lo que le dijo que deseaba ingresar en el convento del Caballero de Gracia para profesar como monja.
El soldado no se dio por vencido y siguió rondándola hasta que comprendió que no tenía nada que hacer. Humillado decidió vengarse de ella y de las monjas que se la habían arrebatado por lo que el día antes de que Almudena ingresara en el convento el soldado la atacó, le cortó la cabeza, la metió en una bolsa y con ella se fue al convento. Allí dejó el regalo en el torno de entrada y dijo que era un regalo de parte de la chica.
Cuando las monjas abrieron el paquete se llevaron la sorpresa más desagradable de sus vidas al ver aquel lamentable espectáculo. El terror se desató cuando la cabeza al ver a la madre superiora, milagrosamente exclamó entre lágrimas: “Madre”. Fue la última palabra que pronunció. Poco después fue enterrada con los hábitos que no llegó a estrenar, y el soldado fue ajusticiado en la Plaza Mayor. Como castigo final le cortaron su mano derecha y tras ensartarla en un palo, fue colocada en la calle que a partir de entonces se conoció como del soldado.