La foto está tomada en un escaparte de la calle Divino Pastor
Las fotos que cuelgo en este blog son sólo una excusa para mostrar todos aquellos lugares y personajes que por un motivo u otro más me atraen de esta ciudad caótica llamada Madrid. Si quieres seguir leyendo mis historias puedes hacerlo aquí: http://en99palabras.blogspot.com.es/
jueves, 10 de octubre de 2013
martes, 8 de octubre de 2013
lunes, 7 de octubre de 2013
Volver a empezar
VOLVER A EMPEZAR
Cuando descolgó el retrato que presidía el salón sintió que había llegado el final. Era el momento de decir adiós a un montón de momentos vividos en su compañía. Muchos años de risas y alegrías, de júbilo y depresión quedaban a partir de entonces atrás. Guardó la fotografía en una bolsa y se dirigió hasta los cubos de basura de la esquina. Al llegar, a los pies del contenedor verde, otro retrato llamó su atención. Al acercarse, vio en él a un hombre maduro, con cara de buena persona, y comprendió que era el momento de empezar de nuevo.
Este es mi otro blog de microrrelatos: "Entre vueltas de tuerca"
miércoles, 2 de octubre de 2013
Insomnio
INSOMNIO de Dámaso Alonso
Madrid es una ciudad de más de un millón de cadáveres
(según las últimas estadísticas).
A veces en la noche yo me revuelvo y me incorporo
en este nicho en el que hace 45 años que me pudro,
y paso largas horas oyendo gemir al huracán, o ladrar los perros,
o fluir blandamente la luz de la luna.
Y paso largas horas gimiendo como el huracán,
ladrando como un perro enfurecido,
fluyendo como la leche de la ubre caliente de una gran vaca amarilla.
Y paso largas horas preguntándole a Dios,
preguntándole por qué se pudre lentamente mi alma,
por qué se pudren más de un millón de cadáveres en esta ciudad
de Madrid,
por qué mil millones de cadáveres se pudren lentamente en el mundo.
Dime, ¿qué huerto quieres abonar con nuestra podredumbre?
¿Temes que se te sequen los grandes rosales del día,
las tristes azucenas letales de tus noches?
(según las últimas estadísticas).
A veces en la noche yo me revuelvo y me incorporo
en este nicho en el que hace 45 años que me pudro,
y paso largas horas oyendo gemir al huracán, o ladrar los perros,
o fluir blandamente la luz de la luna.
Y paso largas horas gimiendo como el huracán,
ladrando como un perro enfurecido,
fluyendo como la leche de la ubre caliente de una gran vaca amarilla.
Y paso largas horas preguntándole a Dios,
preguntándole por qué se pudre lentamente mi alma,
por qué se pudren más de un millón de cadáveres en esta ciudad
de Madrid,
por qué mil millones de cadáveres se pudren lentamente en el mundo.
Dime, ¿qué huerto quieres abonar con nuestra podredumbre?
¿Temes que se te sequen los grandes rosales del día,
las tristes azucenas letales de tus noches?
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