viernes, 5 de noviembre de 2010

El primer vuelo en globo

Hoy que día a día se produce miles de vuelos nacionales e internacionales sin que pase nada, salvo alguna escepción como la ocurrida hoy en Cuba, puede sorprendernos hechos como el ocurrido el 12 de agosto de 1792 en Madrid. Aquel día el joven príncipe Fernando VII, situado en un escabel, esperaba impaciente en el Parque del Retiro el espectáculo que había sido anunciado a bombo y platillo por todos los rincones de Madrid.

Por primera vez en Madrid se iba a realizar una ascensión en globo, siendo el osado aventurero el capitán Lunardi, toscando de nacimiento. Veinte reales el asiento y cuatro reales si se quería ver el espectáculo de pie es lo que se cobró a los miembros más ilustres de la sociedad española. Fuera de las tapias del Parque el pueblo llano esperaba impaciente a la nueva maravilla que iban a apresenciar. Las crónicas cuentan que el globo se elevó majestuoso y los allí presentes después de quedarse boquiabiertos comenzaron a rezar por el final feliz de aquella loca aventura que acaban de presenciar.

El vuelo no fue del todo satisfactorio ya que alcanzó poco más de 300 m de altura antes de caer en Daganzo de Arriba donde los asustados lugareños se estremecieron al ver caer aquel artefacto del cielo. Se cuenta que durante el corto trayecto realizado el globo del itnrépido toscano fue apedreado e incluso tiroteado por los asustados lugareños de los pueblos por los que fue pasando.

5 comentarios:

  1. Pero ¡cómo te enteras de todo esto!!!! Besos de viernes

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  2. Winnie0 hay que investigar un poco para segur sacando entradas. Besos de fin de semana para ti.

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  3. Delicia de informacion, toda una epoca en las que los cielos eran una aventura magica ....un abarzo.

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  4. Prometeo creo que lo de volar sigue siendo a día de hoy una aventura aunque desde luego ha perdido bastante encanto.

    Saludos

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  5. Si levantaran la cabeza todos estos... asustaditos quedarían de los avances de la ciencia, pobre capitán, un incomprendido.
    Curiosa historia.
    Besos, Miguel.

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