miércoles, 8 de septiembre de 2010

Neira

De héroe a villano, de condecorado a condenado. En sólo dos años los halagos, las palmaditas en la espalda y los codazos políticos por salir en la foto han sido sustituidos por insultos, la patada en el culo y si te he visto no me acuerdo.

Sus problemas con el etilómetro y su prepotencia han provocado su descenso a los infiernos, tan vertiginoso como su anterior ascenso del anonimato a paladín de las mujeres. Esto demuestra que nuestra sociedad trata a las personas como si fueran de usar y tirar, sin comprender que las personas son sólo eso, personas.


P.D. Hoy he publicado una nueva entrada en mi otro blog titulada "Balada amorosa". Si queréis echarle un vistazo, por allí os espero. Saludos.

7 comentarios:

  1. Completamente de acuerdo contigo Miguel..encumbrado y desechado.... Besos y feli zmiercoles

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  2. Es triste y no es el primer caso, resulta lamentable la actuación de los medios de comunicación, sobre todo.

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  3. Lo oí en la radio, porque la tv no la veo y me sorprendió. No sabía nada de este hombre desde que salió del hospital, y su actuación me resultaba admirable.

    No entiendo bien qué proceso ha seguido ésto para que acabe así.

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  4. ¡Hola Miguel!

    Esperanza Aguirre se equivocó dándole el cargo, o mejor dicho, inventándose una institución para ponerle a él como máximo responsable. Creo que fue un acto oportunista.

    La sociedad actual sólo sabe ver lo inmediato y lo superficial, y así nos va.

    ¡Un abrazo!

    Miguel

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  5. ¿Y qué tendrá que ver Juana con su hermana? ¡Pues ahora me cae mejor el tipo, vaya! Lo único malo que ha hecho es aceptar el cargo de las feministoidas!

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  6. Ni antes era tanbueno ni ahora es tan malo.

    Como ya he dicho en la entrada es simplemente una persona como otra cualquiera con sus defectos y virtudes, lo que no puede ser es que andemos ensalzando a alguien y al minuto siguiente tirarle al lodo. Como en todo también existe el término medio.

    Saludos

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  7. Todos somos personas, cierto. Pero como personas, también se nos exige responsabilidad de nuestras palabras y nuestros actos. Neira ha hecho bastante él solito para que le haya ocurrido lo que lleva encima.

    Carpe Diem

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