Esta historia, contada por Ángel del Río, fue publicada en el periódico El Mundo hace unos cuantos años dentro de la sección "Misterios de la ciudad"
Se llegó a creer madre del felino. Vivía esta mujer, de salud muy quebradiza, en una calle del Rastro. Pasó dos días en estado de inconsciencia, hasta el punto de que sus vecinos la dieron por muerta. No hallando solución los médicos, se hicieron cargo del cuerpo de la mujer una serie de curanderos y parteras, que consiguieron devolverla a la vida. Según éstos, se hallaba embarazada y durante el tiempo que estuvo inconsciente, dio a luz un gato.La parturienta quedó convencida, hasta el punto de que empezó a tratar al felino como si fuera su hijo.
Lo cuidaba, mimaba, y confeccionaba sus ropas. Acudió a bautizar al animal y le puso por nombre Felipe. La mayoría del barrio creyó en tan sobrenatural parto, un misterio que nadie alcanzaba a desvelar. La madre hizo testamento a favor del gato, pero no resultaba válido, ya que ningún código de leyes admitía en aquellos tiempos que un animal fuera heredero de los bienes de un humano.
Al morir la mujer, se desata la polémica: es necesario cumplir su última voluntad y permitir que el felino se convierta en dueño de sus propiedades; otros pensaban lo contrario. En esas estaban, cuando un buen día el gato desapareció sin dejar rastro. Se acabó la polémica, pero no se aclaró el misterio, pues hubo quien afirmó que el felino había adquirido los mismos rasgos físicos de la mujer y que no había duda de que era carne de su carne.
¡Que cosas!
ResponderEliminarGracias por compartirlo.
Feliz fin de semana.
Miguel
Pone un poco la piel de gallina!!! Pero hay que amar los animales....con moderación. Un beso Miguel
ResponderEliminarYa solamente el título atrae la curiosidad por la historia...
ResponderEliminar¡Cómo molan las leyendas urbanas!
ResponderEliminarSalud-os.
Madre mía, vaya leyenda, jeje.
ResponderEliminarsaludos
Realmente es difícil de creer la historia que colgué pero ahí queda.
ResponderEliminarSaludos a todos.
Pues no somos los madrileños "gatos"... pues eso :-)
ResponderEliminarBuena historia
Carpe Diem
Original relato, para mí es eso, un relato, yo soy gata y hace muchos años tuve un gatito, los dos somos de Madrid.
ResponderEliminarMe gustas los gatos (felinos), pero tanto como para hacerlos herederos...
Besos.