lunes, 23 de noviembre de 2009

Ballenato, el gentilicio de los madrileños

El poner motes a todo aquel que se mueve es una tradición que, por suerte o desgracia, se mantiene a día de hoy. Por ejemplo, en el pueblo de mis padres hay más gente que es conocida por sus apodos que por sus verdaderos nombres. En Madrid el apodo más conocido es el de gatos, pero hubo un tiempo en el que los que por aquí vivían recibían el nombre de ballenatos.

Aunque a muchos ni les suene, si consultas el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua verás que la definición que nos da de ballenato es “hijo de la ballena” o natural de Madrid. Este gentilicio burlesco era utilizado hace muchos siglos por los habitantes de otras provincias para referirse a los madrileños, y si hacemos caso a lo que ha llegado a nuestros días, su origen hay que buscarlo en una historia ocurrida en el Manzanares.

Parece ser que un comerciante que trasnportaba una gran carga de vino sufrió un accidente que provocó que la carga que llevaba fuera a parar al río. Las cubas que trasnportaba fueron navegando por el río, y en su trayecto fueron divisadas por unos ciudadanos que comenzaron a exclamar “una va llena, una va llena”. No hizo falta nada más, esas tres (o dos) palabras fueron suficientes para que la noticia corriera y llegara a todos rincones de Madrid. Como siempre suele ocurrir, en ese "correveidile" se confundió el mensaje y lo de “una va llena” pasó a “una ballena”.

Según se propagaba la noticia, el tamaño del cetáceo crecía más y más. Al final se decidió acabar con él por lo que los más valientes prepararon una estratagema para darle caza. Cuando la "pescaron" la sorpresa no pudo ser mayor, y es que resultó que la terrible ballena que cazaron era la inofensiva albarda de un burro. Este hecho acabó siendo la comidilla de toda la ciudad durante mucho tiempo, y desde entonces los vecinos de otras provincias cada vez que tenían que vengarse de alguna ofensa cometida por los madrileños, les recordaban a éstos su valerosa hazaña. Con el paso de los años este apodo se ha ido perdiendo, y de hecho hoy ya casi nadie lo conoce.

12 comentarios:

  1. jejeje+ como se distorsionan los rumores que llega a mover a todos los habitantes de la capital... no conocía la historia, muy interesante...

    dirty saludos¡¡¡¡¡¡

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  2. Lo que aprende uno pasando por aqui... al principio pense que era una coña con ese tipo de música...

    Carpe Diem

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  3. Pues sí, yo confirmo que aprendo contigo "un huevo"....No lo había oído en mi vida.....Besos de lunes Miguel

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  4. ¡Hola Miguel!

    Encantadora tu forma de contarlo. Leerlo ha sido un placer.

    Conocía la historia desde que tenía 12 años (ahora 38), nos la contó Don Luis, profesor de Legua y Literatura, en una tarde bochornosa de mayor. Pero no con el gracejo que lo has hecho tú.

    Digo yo que entonces el Manzanares debería llevar un caudal "apañao", porque si es ahora ni una hoja.

    ¡Feliz lunes!

    MIGUEL

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  5. Lo que si es cierto es que hace mas de 50 años una ballena muerta se expuso en la estación del Norte y fueron a ver el bicho muchos madrileños. ¿De dónde salió? Ahí me pierdo.

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  6. prefiero gato que ballenato jeje

    bessetes

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  7. Yo que pensaba que los Informativos de entonces eran diferentes a los de ahora...
    Muy buena entrada.

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  8. Pues yo lo desconocía Miguel, pero hasta el extremo de ni siquiera haberlo escuchado en ningún momento, pero desde luego ya no se me olvida.

    Una vez más, gracias por lo que se aprende contigo de la ciudad de Madrid. La nuestra.

    Bs

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  9. Que historia más graciosa, estas historias de tradición oral se van perdiendo si los padres no se las cuentan a los hijos. ¿Sabes que aqui en Colombia el vallenato es un tipo de musica ?

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  10. yo he visto muchos chasis de motos robadas del telepizza en el fondo del rio.pero me cuesta creer que un bicho tan grande llegara hasta alli.

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  11. no tenía ni idea de esta curiosa historia, está genial

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  12. Es posible que la leyenda suene poco creíble, pero entre todas las leyendas que he ido colgando por aquí creo que esta es una de las que puede resultar más verosímil. Creo que cosas más difíciles se ven, y se oyen.

    Eso sí tener por seguro que ninguna de las leyendas que pongo es inventada por mí. El que luego sean ciertas o no es otra historia. Las leyendas, leyendas son.

    Gracias por vuestros comentarios.

    Saludos. Nos vemos por Madrid

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