En pocas horas, 35 millones de españoles estamos llamados a ejercer nuestro derecho al voto para elegir el Ejecutivo que nos gobernará los próximos cuatro años. De todas estas personas, más del 50% son mujeres, que una vez más podrán elegir libremente a sus candidatos.
Este derecho que para una mujer puede parecerle hoy día de lo más normal, hace menos de ochenta años era algo impensable. Si hoy las mujeres pueden votar en igualdad de condiciones que los hombres, es gracias al esfuerzo realizado por personas como esta mujer, abogada, política y defensora de los derechos humanos.
Con la Segunda República, surje la posibilidad de que las mujeres puedan participar en las elecciones, siendo Clara Campoamor una de sus más firmes defensoras. Lo que parecía que se podría conseguir sin demasiadas trabas, se vio dificultado por la oposición sobre todo de los partidos de izquierda, exceptuando un grupo de socialistas y algunos republicanos.
Para los de izquierdas si la mujer pudiese votar, se decantaría por los partidos de derecha ya que se suponía que estaban influenciadas por la Iglesia. De hecho, una de las propuestas realizadas para evitar el voto libre femenino era reducir el derecho a voto a las mayores de 45 años "porque antes la mujer tiene reducida la voluntad y la inteligencia".
La denuncia de Campoamor ante esta situación abrió un debate en el que finalmente consiguió que sus propuestas salieran adelante. Así, tras largos debates, el 1 de octubre de 1931 la Cortes aprueban el art. 36 de la Constitución de la Segunda República: "Los ciudadanos de uno y otro sexo, mayores de 23 años, tendrán los mismos derechos electorales conforme determinen las leyes"
Para los de izquierdas si la mujer pudiese votar, se decantaría por los partidos de derecha ya que se suponía que estaban influenciadas por la Iglesia. De hecho, una de las propuestas realizadas para evitar el voto libre femenino era reducir el derecho a voto a las mayores de 45 años "porque antes la mujer tiene reducida la voluntad y la inteligencia".
La denuncia de Campoamor ante esta situación abrió un debate en el que finalmente consiguió que sus propuestas salieran adelante. Así, tras largos debates, el 1 de octubre de 1931 la Cortes aprueban el art. 36 de la Constitución de la Segunda República: "Los ciudadanos de uno y otro sexo, mayores de 23 años, tendrán los mismos derechos electorales conforme determinen las leyes"
Las elecciones de 1933, primeras en España con sufragio universal, significaron la victoria de los derechistas, y muchos quisieron ver en estos resultados la consecuencia del voto femenino. Sin embargo, tres años después el Frente Popular (coalición de izquierdas) ganó las elecciones en las que lógicamente también participaron las mujeres.
Tras el golpe de 1936, Clara salió del país, permaneciendo en el exilio hasta que en 1972 muere en Lausana a los 84 años. Su gran legado fue conseguir el reconocimiento de un derecho, y sentar las bases de una sociedad en la que todos sus miembros gocen de idénticas oportunidades. Su labor fue reconocida al llegar la Transición, y así, hoy día, institutos, parques y calles llevan su nombre.
Desde hace dos años hay una escultura en su honor en la Plaza de Guardias de Corps, junto al Centro Cultural Conde Duque. Su instalación formó parte de los actos programados para celebrar el Día Internacional de la Mujer, que entonces conmemoraba el 75 aniversario del derecho de voto femenino.
"Tenéis el derecho que os ha dado la ley, la ley que hicisteis vosotros, pero no tenéis el Derecho Natural, el derecho fundamental que se basa en el respeto de todo ser humano, y lo que hacéis es detentar un poder; dejad que la mujer se manifieste y veréis cómo ese poder no podeis seguir detentándolo ..."
(Clara Campoamor en el Congreso de los Diputados - 1.10.1931)
Tras el golpe de 1936, Clara salió del país, permaneciendo en el exilio hasta que en 1972 muere en Lausana a los 84 años. Su gran legado fue conseguir el reconocimiento de un derecho, y sentar las bases de una sociedad en la que todos sus miembros gocen de idénticas oportunidades. Su labor fue reconocida al llegar la Transición, y así, hoy día, institutos, parques y calles llevan su nombre.
Desde hace dos años hay una escultura en su honor en la Plaza de Guardias de Corps, junto al Centro Cultural Conde Duque. Su instalación formó parte de los actos programados para celebrar el Día Internacional de la Mujer, que entonces conmemoraba el 75 aniversario del derecho de voto femenino.
"Tenéis el derecho que os ha dado la ley, la ley que hicisteis vosotros, pero no tenéis el Derecho Natural, el derecho fundamental que se basa en el respeto de todo ser humano, y lo que hacéis es detentar un poder; dejad que la mujer se manifieste y veréis cómo ese poder no podeis seguir detentándolo ..."
(Clara Campoamor en el Congreso de los Diputados - 1.10.1931)
Me parece esta una información muy completa. Y muy apropiada para la fecha.
ResponderEliminarUn abrazo.
Excelente entrada, informativa y didàctica, me gustan la estatua de campoamor,el post anterior sobre los actores está muy chulo! gracias por compartirnos algo diferente, saludos!!!
ResponderEliminarMuy buena historia, la verdad que sí, yo no he votado, pero porq ando indocumentada..
ResponderEliminarsaludoss
Una mujer, Un voto… Muchos políticos no le perdonaron su exitosa lucha por el sufragio universal. Tras no ser incluida en las listas del Frente Popular, escribió «Mi pecado mortal. El voto femenino y yo».
ResponderEliminarGenial , buen post.
Es una lástima que tantas mujeres, eternas heroínas, hayan luchado por conseguir estos derechos... Para que luego los jóvenes, muchos, -desencantados- ni siquiera se molesten en alzar la voz, en un sobre...
ResponderEliminarGracias por esta entrada. De vez en cuando conviene recordar que hay quien luchó, y mucho, para que hoy tengamos unos derechos que, por resultar básicos, pensamos que siempre estuvieron ahí. Besisss
ResponderEliminarMe parece un pequeño homenaje muy merecido a ésta y otras muchas mujeres que lucharon por nosotras. Sin embargo, no está todo conseguido y hay que seguir luchando por nosotras mismas y por aquellas de entonces…se lo debemos.
ResponderEliminarUn saludo.
En otros países el Panteón de Ilustres es lugar de culto;aquí escondemos las obras de arte y la Historia que alberga
ResponderEliminarEsteher y Tony os puedo asegura que las tres o cuatro veces qeu he ido al Panteón de Hombres Ilustres no había nadie visitándolo. Tan sólo me he encontrado a estudiantes dibujando los monumentos que ahy allí, nada más.
ResponderEliminarSi no damos importancia a nuestra historia es difícil que podamos ahcerla conocer a los demás.
Saludos