
En la parada de Orcasitas irrumpe en el vagón por sorpresa: "Buenas noches, acabo de quedarme en el paro y no tengo para comer. Si alguien quiere ayudarme con unas monedas o un bocadillo se lo agradecería".

Empieza a tocar y repitiendo machaconamente los mismos acordes anuncia: "Voy a ver si les puedo alegrar un poco el viaje con una canción. Espero no molestarles". El comienzo es desolador, de su boca sólo salen dos letras que repite con ahínco: "Pa pa pa pa pa pa pa...". Este hoy tampoco sale por la puerta grande.

Recorre el vagón de lado a lado para que todos puedan escucharle: "Vino Papá Noel la noche de Noche Buena y me dejo un regalito junto a la candela. Y cuando yo lo ví enseguia lo abrí y ví que era una planta de yerbagüena". Indiferencia total, son casi las diez de la noche y a esas horas la gente ya está de vuelta de todo.

Aporrea unos segundos más la guitarra y se despide con estas palabras: "Y ahora viene lo mejor de la canción. Es cuando me quito la gorra a ver si cae alguna moneda, y si no queréis echar dinero por lo menos regalarme una sonrisa que de esas me caben muchas".

Recorre de nuevo el vagón y comprueba que aún le falta mucho por mejorar, hoy tampoco la gente se rasca el bolsillo. Efectivamente la gorra es más grande de lo que debería: en ella quedan poco más de dos euros y sólo cuatro o cinco sonrisas. Se despide con un sonoro "Buenas noches señores", abre la puerta lateral que comunica los vagones y se marcha a dar el siguiente concierto.
Te he leído con atención y lo cierto es que me queda un sabor agridulce...se me ha encogido un poquito el corazón. ¿sabes lo que pasa? que las sonrisas no le dan de comer...y a pesar de ser gratis...pocos se la darán.
ResponderEliminar¡Qué duro!. Besos
Me encantaría poder ayudar a toda esa gente, pero no son tiempos fáciles para nadie y si le doy dinero a cada pobre que me lo pide se me iría el sueldo a mi. Además, no es nuestra obligación, es la obligación de las Administraciones Públicas que con nuestros impuestos deberían poder mantener a esa gente. Vivimos en un pais rico, no?? Tanto ayudar a otros paises pero aqui hay gente que también lo necesita.
ResponderEliminarYo a veces sí doy, me gustan o me han caido bien. ¡Debe ser muy duro subsistir así!
ResponderEliminar¡Un fuerte abrazo!
MIGUEL
Estou fazendo uma campanha de doações para criar um projeto com minibiblioteca comunitária e outras atividades para crianças e adolescentes carentes da minha comunidade aqui no Rio de Janeiro,aceito doações de 1,00 a 10,00,preciso da ajuda de todas as pessoas de bom coração.Doações no Banco do Brasil agencia 3082-1 conta 9.799-3 Que DEUS abençõe todos nos.Meu e-mail: asilvareis10@gmail.com
ResponderEliminarMe imagino que ese es el Madrid que uno no quiere ver, como sucede en Buenos Aires.
ResponderEliminarMe gustó mucho el texto, lo describís con mucha veracidad, y las fotos impecables como siempre.
Gracias por el comentario que me dejaste, siempre tan generoso.
BESOTES
Coño, el del museo del jamón.
ResponderEliminarLa peste. Mucho ruido y poco canto.
No se que pensar cuando veo a esta gente. Me suelo guiar como tú, por el instinto, aunque pocas veces me fío. Hemos llegado tarde a todo, y ellos ni siquiera han salido de donde vienen. Ojalá alguno consiga lo que busca.
ResponderEliminarCarpe Diem
felicidades por tu blog, me encanta! lo leo a diario, pero nunca te habia puesto nada,pero me parece fenomenal y me apasiona las entradas que pones de calles o historias de edificios
ResponderEliminartambien leo es Madrid no Madriz y tambien me gusta mucho,
gracias por tener un blog tan ameno
besos
Alba