jueves, 2 de abril de 2009

Asfalto bohemio

Hoy me toca presentar un relato de Ana Belio, una de las primeras personas que en los inicios de este blog se atrevió a pasar por aquí y dejar un comentario. Autora del blog Esbozos, en el que entrada tras entrada nos deleita con su prosa llena de poesía, recientemente ha puesto en marcha el foro Agraba. Este foro busca ser un lugar de intercambio de ideas para todos los amantes de la literatura, y tiene como objetivo final el dar a conocer los textos de los participantes a las editoriales. En esta entrada nos habla de uno de sus rincones favoritos de Madrid, el Barrio de las Letras.

El silencio me habla con palabras entrecortadas que se mezclan en el viento de tu nombre. Hoy incluso consigo retener al silencio envuelto entre el ruido y palabras cotidianas. Cada instante es una nota, que va formando la melodía de todo aquello que se esconde en mi interior.

A veces, me gustaría ser ave libre que divisa el paisaje bajo sus alas en movimiento. Ver los mares libres en toda su superficie, acariciar las montañas suavemente en sus laderas, sentir fluir por mi sangre cerrando los ojos, el compendio de colores oro y bronce que a veces nos regala la naturaleza. Verde campo, celeste del océano, el dorado de los trigales, como el color del cabello de aquel amor que una vez me robo un beso.

En la ciudad siempre veo el gris a través de mis ojos viajeros. Paseando entre las calles de la urbe antigua, aún en alguna esquina encuentras un recuerdo de lo que fue la ciudad cuando era niña.


Ahora, aquí, me enamoro del barrio de las letras. Huertas por nombre, bohemia por tradición. Sus calles sostienen la urbe, donde el resto de la ciudad acude a una cita con el jazz, el piano y ver las letras prendidas en el aire de quien sabe oler la tinta, que flota de los pensamientos. Allí el deseo nace en una conversación compartida de letras, escuchas a los ojos el deseo de encontrar el amor donde no espera. Allí, secuestras los momentos del ahora, sin pensar que llegará mañana, pero sabes que después el amanecer será en tu boca.

Allí deseo besarte, beber de tus labios el aroma de tu nombre, sentir en tus manos mi nombre enredado entre tus dedos.

Allí, paseando con tu mano buscando la mía, deseo recibirte sin pensar que muere el día.

11 comentarios:

  1. me encanta el relato...luego me pasaré con más calma por su blog, que debe ser genial si escribe así de bien
    un abrazo

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  2. Habrá que acercarse a estos blog's. Has hecho una publicidad excelente...
    Un abrazote,

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  3. ¡Hola Miguel!

    El barrio es bonito, pero la vida que tiene le hace ser especial. De no ser así, sería sólo un escaparate bello.

    MIGUEL

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  4. jo que bonito y este barrio que me encanta

    un abrazo

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  5. Sólo confirmar lo que ya han dicho los anteriores comentaristas, punto por punto.

    Carpe Diem

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  6. Hola Miguel, y Ana también, qué sorpresa y que genial combinación y colaboración la vuestra. Felicidades!!!!

    Ese barrio y sus gentes es una gozada, creo que muy pronto volveré a pasar una tarde por allí, se echa de menos!

    besos a los dos.

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  7. Oh. Has cambiado el sistema de comentar. Me maravilla el Hotel Victoria por fuera y por dentro.

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  8. Reitero lo que te han dicho...¡buen relato! y añado buen blog qwue visitaré y muy buenas fotos. besos

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  9. La verdad es una grata emoción encontrarme aquí en tu blog, ya sabes que me enganchó la calidad de lo que haces desde el principio.

    Muchas gracias Miguel, será muy grato seguir colaborando con mis pequeños aportes a tu blog.

    Un abrazo.

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  10. Muy bonita colaboración Ana.

    A mí también me atrae mucho el barrio de Huertas, además de por toda la historia que desprende, porque pasé muy buenos ratos en sus calles.

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  11. Un barrio lleno de encanto e historia, y un relato precioso. Buen fin de semana!

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