miércoles, 29 de diciembre de 2010

Poema antinavideño

Como estos días estoy de vacaciones tengo que aprovechar para estar con la familia, que a lo largo del año la tengo algo abandonada. Por eso no me da tiempo a actualizar tanto como quiero, ni tan siquiera puedo dedicarme a preparar entradas nuevas. Por ello os dejo para hoy con un poema de Joaquín Sabina, publicado hace tres años en Interviú, que nos da una versión distinta de la Navidad. El poema se titula "A Belén pastores".

No me trago el espíritu navideño,
vomito si me endosan un villancico,
el niño grande es viejo, bobo y pequeño
y el ángel de la guarda se mete un pico.

La nieve es de garrafa y la nochebuena
mala para las putas y los camellos.
La estrella de Belén… menuda faena
para los palestinos con alzacuellos.

Los mejores deseos y el alma negra,
la ternura peor que el mejor pecado,
qué espanto el arbolito y el matasuegras,
la zambomba, el turrón, la nuera, el cuñado.

Y el Gordo que tampoco toca este año
y el niño que te mete un dedo en el ojo.
Para comer las uvas del desengaño
mejor solo en la trena como el pantojo.

lunes, 27 de diciembre de 2010

Somos novios

Para empezar la última semana del año os dejo con una de las primeras entradas que publiqué en mi otro blog. Como todas las que allí aparecen esta entrada está contada En 99 palabras. Espero que os guste.

Se besaron, apuraron sus copas y agarrados de la mano se sentaron a escuchar su canción favorita. La aguja acariciaba los surcos y la música invadía el salón: "Somos novios pues los dos sentimos mutuo amor profundo ...". Volvieron a mirarse y sonrieron, estaba escrita para ellos: "Somos novios mantenemos un cariño limpio y puro ...".

La copa de Isabel cayó a la alfombra y al instante la de Carlos tuvo el mismo destino. Después de cincuenta años juntos habían encontrado la unión eterna: "Para darnos el más dulce de los besos ... Sin hacer mas comentarios, somos novios".

jueves, 23 de diciembre de 2010

Algo bueno debe tener Madrid

"La ciudad de Madrid, se ha convertido en la fábula de Europa por ser conocida como la capital del encanto y de la alegría. Describiendo nuestra ciudad en tales términos significa que la misma es acogedora, cordial, libre, tranquila y universal".

Enrique Tierno Galván, alcalde de Madrid (1979-1986)

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Llegó el sorteo de lotería más esperado

“El que juega mucho es un loco, pero el que no juega nada es un tonto”

Carlos III, a propósito de la Lotería Nacional.

Esto no lo ha dicho ningún rey, lo digo yo: juegues o no mañana la salud será lo primero, y si no sólo tienes que ver las noticias de las tres. Apuesta por ello.

Por cierto os dejo el enlace de una entrada mía de hace un par de año en la que se hablaba de Las loteras de la Puerta del Sol

lunes, 20 de diciembre de 2010

El Parque Tierno Galvan

Situado en la Arganzuela, junto a la antigua estación de Delicias, se encuentra el Parque Enrique Tierno Galván. Desconocido para muchos, comenzó a diseñarse durante el mandato del alcalde, para intentar adecentar el antiguo basurero del Cerro de la Plata, llamado así de forma irónica por los restos de carbonilla que allí se acumulaban, procedentes de los trenes. Tras la muerte del "viejo profesor", en 1986, se decidió homenajearle dándole al parque su nombre.

Además de las zonas deportivas, en el parque destacan la estatua de Tierno, un auditorio al aire libre, el IMAX y el Planetario, siendo éste último el que más atracción de visitantes genera. Y es que, a diferencia de otros parques madrileños en los que la aglomeración de gente es la característica principal, aquí se puede pasear sin que una turba de turistas aparezca por sorpresa.

Pese al exceso de graffitis existentes, la paz y tranquilidad que transmite, así como sus magníficas vistas, hacen de este parque un lugar completamente recomendable para pasar un agradable día lejos del agobio diario que a pocos minutos destila la estación de Atocha. Y encima está dedicado al que dicen que ha sido uno de los mejores alcaldes de Madrid. ¿Quién da más?

sábado, 18 de diciembre de 2010

jueves, 16 de diciembre de 2010

Así es Madrid

"Madrid es la ciudad de los túneles, el tráfico espeso, la fealdad institucional. Pero también posee rincones anárquicos, felices contradicciones y mucha vida. Es una ciudad conservadora porque protege su dinero, llena de negociantes y fanáticos del pelotazo, pero también nocturna, de cielos color violeta"

David Trueba, escritor y director de cine

lunes, 13 de diciembre de 2010

Aparcar en el infierno

Todo el que se mueve en coche por Madrid sabe que aparcar en el centro conlleva o bien parquímetro o bien parking, no hay otra posibilidad. Pues bien, si eres de los que prefieres la segunda opción debes saber que en el barrio de Chueca, en la Plaza Vázquez de Mella, dispones de un aparcamiento público, llamado Chueca an Dante, en el que la modernidad y el diseño se dan la mano.

Hace pocos años el Ayuntamiento invirtió un millón de euros en remodelar el aparcamiento existente y de la mano de la arquitecta Teresa Sapey consiguió diseñar un lugar que recogiera el espíritu del barrio.

En él predomina el color rojo y además de las fotos que están diseminadas por su interior, destacan el enorme lazo situado sobre la rampa de acceso y el rótulo luminoso de la primera planta en el que puede leerse: "Amor que ama obliga al que es amado, me ata a tus brazos, con placer tan fuerte, que, como ves, ni a un muerto me abandona", texto que figura en "La Divina Comedia", de Dante.

Según su autora, lo que buscaba en este aparcamiento, era conseguir un infierno "cachondo y habitable”. El que lo haya conseguido o no es ya cuestión de cada uno.

viernes, 10 de diciembre de 2010

Adiós al espíritu navideño... y a todo lo demás

La foto está tomada por la zona de Lavapiés (después del segundo ni existe una variante propuesta por alguno que pasaba por allí. Cuestión de gustos)

jueves, 9 de diciembre de 2010

Encuentra las siete calles ocultas

Hoy toca adivinar el nombre de siete calles de Madrid.
En la primera calle se encuentra el comercio de la foto.
Las otras seis están ocultas: las cinco filas me dan el nombre de cinco calles que están relacionadas entre sí. Al completarlas obtendremos, en la primera columna, el nombre de la última calle buscada.

1) X X X X X X X
2) X X X X X X X X X X X X X
3) X X X X X X X
4) X X X X X X X X X
5) X X X X X

En (2) aparece el nombre de una Plaza. En ella comienza la calle (1) que es paralela a (3) y (4), y además es perpendicular a (5).

(1) General que habita en una sierra
(2) Aquí se encuentra uno de los monumentos más representativos de Madrid.
(3) Eminente botánico, director del Jardín Botánico madrileño
(4) Sevillano, figura indiscutible de la pintura universal
(5) Periodista, político y poeta del siglo XIX. El Atleti tuvo en los setenta un delantero, apodado “Ratón”, con idéntico apellido.

En la calle de la vertical se alternan libremente versos heptasílabos y endecasílabos.

Inténtalo y ves diciendo aquellas que conozcas.

lunes, 6 de diciembre de 2010

El milagro de la calle del Lobo

Hace ya unos cuantos siglos, cuando Madrid aún no era ni un boceto de lo que es actualmente, ocurrió el siguiente suceso en una casa modesta y desvencijada situada en el centro de Madrid. En ella vivía un cazador que tenía el gusto de adornar cada rincón con los trofeos conseguidos en sus batidas. La palma se la llevaba la piel de lobo que tenía en la puerta de casa. Aquel lobo más que espantar lo que hacía era atraer a los muchachos del barrio que hacían apuestas para ver cuál de ellos se atrevía a coger aquella piel y ver de qué estaba rellena.

Un día que los críos vieron que el cazador se había ausentado decidieron acercarse a la casa y coger la piel. Una vez que estaba en sus manos uno de ellos, el más valiente, decidió pinchar la piel con unas tijeras y vio que estaba rellena de paja. El muchacho siguió clavando las tijeras en la piel ante el regocijo general hasta que el cazador hizo acto de presencia. Aunque los muchachos salieron corriendo el cazador cogió al muchacho de las tijeras y sin pensarlo un segundo, de un golpe seco, le clavó un enorme cuchillo en el pecho.

Cuando la madre llegó allí, avisada por los otros chiquillos, encontró horrorizada a su hijo moribundo sobre un gran charco de sangre. Desesperada, la madre cogió al niño y lo llevó ante la imagen de la Virgen de las Maravillas, rogándole que le salvara la vida. Según se cuenta la Virgen consiguió salvar al niño por lo que el suceso fue corriendo de boca en boca y desde entonces la calle comenzó a conocerse como la calle del Lobo. Esta calle situada junto a la Plaza de Santa Ana es hoy conocida como calle Echegaray.

viernes, 3 de diciembre de 2010

El viajero en la Gran Vía

Para acabar la semana de forma tranquila os dejo con dos historias, "El Viajero" y "El Regreso". El autor de la primera es Angel José Pérez y fue el ganador del tercer concurso de microrrelatos de las Bibliotecas Públicas Municpales, organizado por el Ayuntamiento de Madrid, cuyo tema central era la Gran Vía, mientras que la autora de la segunda historia es Mª del Consuelo Padilla y fue la finalista de dicho certamen.
Espero que os gusten.


El viajero

Salió de la consulta médica con el fatal diagnóstico bajo el brazo y una idea fija en la cabeza: viajar, conocer mundo.
Recibido el consuelo de sus hijos, empezó a organizar rutas en la soledad de su casa y, aunque débil, pensó que tampoco tendría que alejarse mucho: alrededor de la Gran Vía estaba el Mundo. Así fue como con unos cuantos billetes y las pastillas necesarias que había conseguido del comprensivo médico, esa misma tarde visitó tres países. Recorrió el delta del Níger y aspiró el olor a mar en los brazos de la oscura Amina, su vista se perdió en las grandes llanuras ucranianas y acarició sus trigales en el pelo de Iryna y en la piel de Wei Ling apreció la delicadeza de la porcelana china y el aroma del cerezo en flor. A la noche, agotado, pensó en los viajes del día siguiente.


El regreso

En la calle de Alcalá con Gran Vía se había formado un gran revuelo. Un anciano, medio desnudo y desorientado, pretendía a toda costa entrar en un edificio. La policía acordonaba la zona, mientras dos agentes trataban de impedírselo. El hombre, forcejeando, juraba y perjuraba que aquella era su residencia y que una mujer alada le había echado de su casa, ocupando su vivienda. Los agentes se compadecieron. Sin duda, su avanzada edad le había afectado la razón. Le pidieron el DNI para comprobar su domicilio, pero iba indocumentado. Con infinita paciencia trataron de explicarle que aquel edificio siempre había pertenecido a una compañía de seguros y que nunca había albergado inquilinos, pero él insistía, vociferando y profiriendo amenazas contra aquella imaginaria mujer. Uno de los viejos porteros que vigilaban el edificio, al reconocerle, le saludó efusivamente: "¡Hombre, Ganímedes! ¿de vuelta a casa?"

miércoles, 1 de diciembre de 2010

2010: una odisea en el Metro

Que el Metro de Madrid es uno de los mejores del mundo es algo que, en mi opinión, no alberga duda pero que tiene aún mucho que mejorar tampoco hay quien lo rebata. En este caso toca la de arena y si no sólo tenéis que leer esta carta publicada en la edición impresa de "El País" el viernes pasado y es que todo en la vida es mejorable y mejor no dormirse en los laureles.

2010: una odisea en el Metro
Ignacio Aguinaga


No sé cómo se llamará el fenómeno, seguro que tiene nombre: la repulsión que te produce un eslogan publicitario cuando el producto anunciado te ha jugado una verdadera mala pasada. Y mira que se gastan dinero los de la empresa pública Metro en anuncios. Es tanto lo que se gastan que se deben de haber quedado sin presupuesto para el mantenimiento de los ascensores. Solo superado, todo hay que decirlo, por las rampas de los autobuses de la EMT.

A las diez de la mañana del pasado 3 de noviembre me daba la vuelta en la plaza de Cristo Rey con mi coche adaptado en el que viajaba de pasajero mi hijo Diego, 22 años y en silla de ruedas. Era imposible aparcar en ninguna parte. No pasa nada. Teníamos tiempo para acudir a una cita médica en la Fundación Jiménez Díaz. Regresé a casa, dejamos el coche y nos fuimos en Metro. Lacoma-Islas Filipinas, línea 7, siete estaciones y el hospital a la vista. En Islas Filipinas surgió el primer escollo. El ascensor de salida a la calle no funciona. Lo mejor fue la recomendación del señor de la taquilla. Que tiráramos por las escaleras. Decidimos no llamar a los bomberos. No pasa nada, se vuelve a la estación anterior, Guzmán el Bueno, y desde ahí un paseíto. No me lo podía creer, el ascensor del andén fuera de servicio. Al lado, el anuncio de la arquitecta que llega puntual gracias a Metro. Tocaba retroceder otra casilla. En Francos Rodríguez la caminata era de órdago. Nos vinieron a buscar y llegamos a nuestra cita con hora y media de retraso. El médico allí estaba y nos atendió de maravilla. Menos mal.

De vuelta, con una mañana deslumbrante, le propuse a mi hijo llegar hasta la estación de Canal, la siguiente a Islas Filipinas, presentar la hoja de reclamaciones que nos habían proporcionado a la ida y volver a casa. Esto sí que fue bueno. Presentamos la queja a la taquillera, piqué dos billetes. ¡No me lo puedo creer! El ascensor de Canal tampoco funciona. Van tres y seguidos. Y la taquillera sin avisar. Jurando en arameo vino a socorrernos un señor con un walkie que llamó a un señor uniformado de seguridad. Con esa ayuda y pensando que al menos era bajar, llegamos al andén, estrechamos efusivamente las manos de nuestros benefactores y rezamos a todos los dioses para que el ascensor de Lacoma siguiera en funcionamiento.