Que el Metro de Madrid es uno de los mejores del mundo es algo que, en mi opinión, no alberga duda pero que tiene aún mucho que mejorar tampoco hay quien lo rebata. En este caso toca la de arena y si no sólo tenéis que leer esta carta publicada en la edición impresa de "El País" el viernes pasado y es que todo en la vida es mejorable y mejor no dormirse en los laureles.
2010: una odisea en el Metro
Ignacio Aguinaga
No sé cómo se llamará el fenómeno, seguro que tiene nombre: la repulsión que te produce un eslogan publicitario cuando el producto anunciado te ha jugado una verdadera mala pasada. Y mira que se gastan dinero los de la empresa pública Metro en anuncios. Es tanto lo que se gastan que se deben de haber quedado sin presupuesto para el mantenimiento de los ascensores. Solo superado, todo hay que decirlo, por las rampas de los autobuses de la EMT.
A las diez de la mañana del pasado 3 de noviembre me daba la vuelta en la plaza de Cristo Rey con mi coche adaptado en el que viajaba de pasajero mi hijo Diego, 22 años y en silla de ruedas. Era imposible aparcar en ninguna parte. No pasa nada. Teníamos tiempo para acudir a una cita médica en la Fundación Jiménez Díaz. Regresé a casa, dejamos el coche y nos fuimos en Metro. Lacoma-Islas Filipinas, línea 7, siete estaciones y el hospital a la vista. En Islas Filipinas surgió el primer escollo. El ascensor de salida a la calle no funciona. Lo mejor fue la recomendación del señor de la taquilla. Que tiráramos por las escaleras. Decidimos no llamar a los bomberos. No pasa nada, se vuelve a la estación anterior, Guzmán el Bueno, y desde ahí un paseíto. No me lo podía creer, el ascensor del andén fuera de servicio. Al lado, el anuncio de la arquitecta que llega puntual gracias a Metro. Tocaba retroceder otra casilla. En Francos Rodríguez la caminata era de órdago. Nos vinieron a buscar y llegamos a nuestra cita con hora y media de retraso. El médico allí estaba y nos atendió de maravilla. Menos mal.
De vuelta, con una mañana deslumbrante, le propuse a mi hijo llegar hasta la estación de Canal, la siguiente a Islas Filipinas, presentar la hoja de reclamaciones que nos habían proporcionado a la ida y volver a casa. Esto sí que fue bueno. Presentamos la queja a la taquillera, piqué dos billetes. ¡No me lo puedo creer! El ascensor de Canal tampoco funciona. Van tres y seguidos. Y la taquillera sin avisar. Jurando en arameo vino a socorrernos un señor con un walkie que llamó a un señor uniformado de seguridad. Con esa ayuda y pensando que al menos era bajar, llegamos al andén, estrechamos efusivamente las manos de nuestros benefactores y rezamos a todos los dioses para que el ascensor de Lacoma siguiera en funcionamiento.
A las diez de la mañana del pasado 3 de noviembre me daba la vuelta en la plaza de Cristo Rey con mi coche adaptado en el que viajaba de pasajero mi hijo Diego, 22 años y en silla de ruedas. Era imposible aparcar en ninguna parte. No pasa nada. Teníamos tiempo para acudir a una cita médica en la Fundación Jiménez Díaz. Regresé a casa, dejamos el coche y nos fuimos en Metro. Lacoma-Islas Filipinas, línea 7, siete estaciones y el hospital a la vista. En Islas Filipinas surgió el primer escollo. El ascensor de salida a la calle no funciona. Lo mejor fue la recomendación del señor de la taquilla. Que tiráramos por las escaleras. Decidimos no llamar a los bomberos. No pasa nada, se vuelve a la estación anterior, Guzmán el Bueno, y desde ahí un paseíto. No me lo podía creer, el ascensor del andén fuera de servicio. Al lado, el anuncio de la arquitecta que llega puntual gracias a Metro. Tocaba retroceder otra casilla. En Francos Rodríguez la caminata era de órdago. Nos vinieron a buscar y llegamos a nuestra cita con hora y media de retraso. El médico allí estaba y nos atendió de maravilla. Menos mal.
De vuelta, con una mañana deslumbrante, le propuse a mi hijo llegar hasta la estación de Canal, la siguiente a Islas Filipinas, presentar la hoja de reclamaciones que nos habían proporcionado a la ida y volver a casa. Esto sí que fue bueno. Presentamos la queja a la taquillera, piqué dos billetes. ¡No me lo puedo creer! El ascensor de Canal tampoco funciona. Van tres y seguidos. Y la taquillera sin avisar. Jurando en arameo vino a socorrernos un señor con un walkie que llamó a un señor uniformado de seguridad. Con esa ayuda y pensando que al menos era bajar, llegamos al andén, estrechamos efusivamente las manos de nuestros benefactores y rezamos a todos los dioses para que el ascensor de Lacoma siguiera en funcionamiento.
Sirva como denuncia. Además, son cosas que no sen entiende.
ResponderEliminar¡Un abrazo!
Miguel
Toda la situación es bastante fuerte.
ResponderEliminarY nos quejamos los que tenemos plenas facultades de nuestras piernas y no funciona una escalera mecánica. Es indignante que tras construir sistemas de acceso para aquellos que más complicado lo tienen, luego no le den la importancia que merecen estas averías. En fin, un poco vergonzoso todo...
Un abrazo,
y cuando funcionan los ocupan gente que no lo necesita...pero es cierto que a veces no funcionan y en la línea 1 hay muchas estaciones sin ello
ResponderEliminarHombre, no me voy a meter a defensor del metro, que lo soy, me parece lo mas practico y efectivo que tenemos; los aparatos se averian, hay que avisar y exigir que se reparen lo malo es que el canal de comunicacion no funciona como debiera y el azar tambien juega muy malas pasadas. Y esoq eu siempre voy o a pie o en metro, no me quejo de lo que tenemos.
ResponderEliminarUn abrazo.-
Lo dije en la entrada, el Metro de Madrid es de lo mejorcito que hay. De todas formas no podemos dormirnos en los laureles y pensar que está ya todo hecho, hay que seguir en ello porque si no pasan cosas como éstas y el prestigio va bajando.
ResponderEliminarSaludos, y gracias por vuestros comentarios.
Es cierto que el metro de Madrid a comparación con otros es muy bueno pero eso no quita que tiene fallos y que debe mejorar, no porque sea mejor que otros no puede hacerlo.
ResponderEliminarPero justo este problema posiblemente tenga que ver que como han dicho muchas veces los usamos los que no debemos (me incluyo en esto, pero también digo que doy preferencia a quienes la tienen) y si esta estropeado no avisamos porque podemos subir andando, error de todos...
Besos...
La verdad es que no se entiende que no funcionen?
ResponderEliminarpor que?
Limpieza de
Cristales Madrid
Doy fe de las averías de los ascensores del Metro, al menos las de Canal, yo suelo cogerlo pero no lo necesito, pero hay que pensar en todas esas personas a las que les es imprescindible, espero que tengan mucho cuidado y vigilen su mantenimiento.
ResponderEliminarBesos, Miguel.