viernes, 30 de mayo de 2008

31-M (mañana hace 102 años)

1906, es 31 de mayo y faltan pocos minutos para las dos de la tarde. Por la calle Mayor, Alfonso XIII y la inglesa Victoria Eugenia de Battenberg, "la Princesa más bella de Europa", regresan de la iglesia de San Jerónimo el Real donde acaban de contraer matrimonio. La comitiva se dirige al Palacio Real a celebrar el banquete cuando a la altura del restaurante Baliñas -hoy Casa Ciriaco-, una bomba de dinamita, oculta en un ramo de rosas, es arrojada por Mateo Morral desde un balcón del último piso de la casa situada en Mayor 88. En su asesina caída el ramo tropieza con los cables del tranvía por lo que se desvía ligeramente, y no alcanza de lleno a la carroza real. El balance del atentado es de 23 muertos y más de 100 heridos entre civiles y militares que cubren el recorrido.

Tras la explosión, y aprovechando el desconcierto, el anarquista Morral logra escapar sabiendo ya que los Reyes están ilesos. Con ayuda de otros anarquistas llega a Torrejón de Ardoz desde donde pretende regresar en tren a Barcelona, pero todo se va al traste al ser descubierto en la estación por un guarda que le intenta detener. A sangre fría Morral asesina al guarda, y después, acosado por varios ciudadanos, decide suicidarse de un disparo en el pecho (foto). José Nakens, director del semanario "El Motín" y Juan Ferrer Guardia, fundador de la "Escuela Moderna" son condenados a penas de cárcel por complicidad con el asesino, pero más tarde el político Antonio Maura consguirá que les indulten.

Morral, hijo de unos industriales de Sabadell, es una persona culta, que incluso ha estado en Alemania, enviado por su familia, para ampliar estudios. Allí se empapa del ideario anarquista por lo que al volver a Sabadell choca con las ideas de su familia y se marcha a Barcelona donde frecuenta círculos artísticos e intelectuales y concibe la idea de matar al Rey.

El 20 de mayo se traslada a Madrid y se hospeda en la fonda La Iberia, en el 2 de la calle Arenal. Su plan de atentar en la misma iglesia es desechado al leer un anuncio en el periódico "El Imparcial": "Cedo habitación para estas fiestas con o sin. Mayor 88, 4º dra". Alquila una habitación con balcón a Mayor por 25 pesetas diarias pagando catorce días por adelantado. El balcón da justo a donde tiene que pasar el cortejo, y además desde él tiene una visión de unos trescientos metros de la calle Mayor.

Desde el día 23 duerme en la pensión, y lleva una vida rutinaria: sale a primera hora, acude de oyente a un café de Alcalá donde hay tertulia de escritores entre los que están Baroja y Valle-Inclán, come fuera y regresa a última hora a su habitación. Día a día lleva ramos de flores a la habitación y un paquete de naranjas, que utilizará por las noches para ensayar el lanzamiento mortal.

De aquel día queda para la posteridad la fotografía captada casualmente por el joven Eugenio Mesoneros Romanos. Apostado en un balcón con su recién comprada cámara logró recoger todo el horror del momento justo de la explosión. Su foto, publicada al día siguiente en ABC, le reportó 300 pesetas.

El 88 de Mayor durante muchos años conocido como La casa de la Bomba se corresponde hoy con el número 84. En recuerdo de lo que allí pasó, allí queda sólo un pequeño monumento en memoria de los fallecidos en el que los dueños de Casa Ciriaco colocan cada 31 de mayo un ramo de laurel. En su momento hubo otra escultura mayor, pero con la Segunda República desapareció. Curiosamente durante la Guerra Civil, la calle Mayor fue renombrada como Mateo Morral y la actual calle San Cristóbal, se llamó travesía de Mateo Morral.

martes, 27 de mayo de 2008

La muralla árabe

Con la anterior entrada de los okupas ha sido mayoría la gente que opina que esa no es la solución correcta para conseguir la solución al problema de la vivienda. A pesar de plantearse distintos puntos de vista, supongo que donde seguro habrá unanimidad es en el siguiente caso.

A pocos metros del Palacio Real y de la catedral de la Almudena, se encuentra una de las murallas musulmanas más antiguas de Europa. Sin apenas protección, los pocos restos que sobreviven son usados diariamente como refugio de muchos indigentes de la zona. Si te asomas a lo que de ella queda, podrás observar como allí se amontonan cajas de cartón, maletas y todo tipo de basura.

La muralla fue construida por los musulmanes en el siglo IX, para afianzar su sistema defensivo de las posibles incursiones cristianas. Posteriormente, en el siglo X fue reforzada por el califa Abd al Rahmman III debido a las expediciones de castigo que se enviaban a los territorios cristianos de Castilla y León.

El recinto amurallado conocida como almudayna, contaba con tres puertas: la de la Mezquita o Arco de Santa Maria (al este), la de la Vega (al oeste) y la de la Sagra (al norte). Dentro de la muralla estaban el Alcazar, la Mezquita y la Casa del Emir, quedando fuera el barrio árabe y el arrabal cristiano. La muralla, cuyos lienzos están realizados en cantería de sílex y piedra caliza, envolvía un perímetro de unas 4 hectáreas.

Los restos mejor conservados que quedan fueron hallados al derribar el Palacio de Malpica, en la calle Mayor, y se pueden contemplar en el parque del Emir Mohamed I, a la altura de la catedral de la Almudena. La muralla, a pesar de ser declarada desde 1954 Monumento Histórico-Artístico, ha sufrido daños de diversa consideración, durante las obras de remodelación de la plaza de Oriente, o con la construcción de un edificio de viviendas en el 12 de la calle Bailén.

Lamentablemente, la dejadez que muestra el Ayuntamiento de Madrid ante parte de nuestra historia es manifiesta, y está consiguiendo que unos restos que nos acompañan desde hace cientos de años tengan riesgo de perderse de siempre.

domingo, 25 de mayo de 2008

Atocha 49

Desde el 27 de marzo un grupo de personas han ocupado el edificio situado en el número 49 de la calle Atocha, perteneciente a Pedro Román, primer teniente de alcalde de Marbella desde 1991 hasta 1998, y condenado por el "caso Malaya".

Según los okupas el edificio, de 4 plantas y más de 3000 metros cuadrados, era desde hacía años era un vertedero, y su estado había sido denunciado en varias ocasiones por los vecinos. Achacan que se trata de un símbolo de la feroz especulación que ha provocado el gran encarecimiento de las viviendas en la capital.

Al pasar por allí se pueden ver tres pancartas en la fachada: "Centro social okupado, por la autoorganizacion en los barrios", "Este edificio es propiedad de Pedro Román, trama Malaya. Ahora es del barrio y de los movimientos sociales" y "La solución al problema de la vivienda: expropiación popular de las casas abandonadas".

Con esta ocupación se pretende crear un punto de encuentro donde poder promocionar una cultura alternativa a la actual, y en ello estarán hasta que el juez y la policía decidan sacarles de allí. Una vez que esto se produzca, los expulsado se reorganizarán para seguir con su lema: «A cada desalojo, una nueva okupación».

El movimiento okupa tuvo su máximo apogeo en Madrid durante los años 80 y 90, pero actualmente ha descendido bastante. Sus actuaciones son una forma de protesta contra la especulación, la propiedad privada y el derecho reconocido en la Constitución de que toda persona deba tener una vivienda.

Dejo aquí esta entrada para que todo aquel que quiera opine lo que crea conveniente sobre esta controvertida forma de actuar. Para mostrar otro punto de vista de todo lo que rodea a esta actividad dejo aquí la canción de Joaquín Sabina "Eva tomando el sol".

Todo empezó cuando aquella serpiente, me trajo una manzana y dijo prueba
yo me llamaba Adán, seguramente tú te llamabas Eva

Vivíamos de squaters en un piso abandonado de Moratalaz
si no has estado allí no has visto el paraíso terrenal.

Cogimos un colchón de una basura,
dos sillas y una mesa con tres patas
mientras yo emborronaba partituras, tu freías las patatas.

Plantamos cañamones de ketama
y un tiesto nos creció ante el ventanal
con una rama de árbol de la ciencia del bien y del mal.

A Eva le gustaba estar morena
y se tumbaba cada tarde al sol
nadie vió nunca una sirena
tan desnuda en un balcón.

Pronto en cada ventana hubo un marido
a la hora en que montaba el show mi chica
aunque la tele diera en diferido el Real Madrid-Benfica

Un día la víbora del entresuelo en trance a su consorte sorprendió, formó un revuelo y telefoneó al 092
y como no teníamos apellidos
ni hojas de parra ni un tío concejal
ni más dios que Cupido no sirvió de nada protestar.


Eva tomando el sol
bendito descontrol
besos, cebolla y pan que más quieres Adán.

Un juez que se creía dios dispuso que precintara un guardia nuestro piso
no quedan plazas para dos intrusos en el paraíso.

Estábamos sobre el colchón desnudos
jugando a nuestro juego favorito
al ver entrar la pasma Eva no pudo sofocar un grito

A golpes la bajó por la escalera
un ángel disfrazado de alguacil
sin importarle un pijo que estuviera en cinta de Caín.

Hoy Eva vende en un supermercado
manzanas del pecado original
yo canto en la calle Preciados todos me llaman Adán.

miércoles, 21 de mayo de 2008

La Casa del Abuelo

Después de visitar la Mallorquina, la ruta de lugares típicos nos lleva a una de las tabernas más castizas de Madrid, famosa por sus productos estrella, su vino dulce (tinto o blanco) "El Abuelo" y las gambas (a la plancha, al ajillo, a la gabardina, en croquetas,...).

Fundado en 1906, por este local situado en el 12 de la calle Victoria, han pasado cuatro generaciones de la misma familia, que dirigen el negocio con una premisa, conseguir que todo siga sin que nada cambie, para así conservar su autenticidad.

Aunque en sus inicios vendían rosquillas y vino dulce, en los años 30 comenzaron a ofrecer bocadillos de anchoas o sobrasada, siendo, según cuentan, el primer local en realizarlo. El negocio creció pero fue con la guerra civil cuando sufrió un cambio radical ya que empezó a escasear la harina, además de otros productos, hasta el punto de que el encargado llegó un día al mercado y sólo encontró gambas.

Ese fue el punto de partida para la nueva andadura del local, que decidió hacer de este producto su única especialidad. Gracias a sus precios consiguieron que las ventas se dispararan, hasta el punto de que en la posguerra los restos de las gambas tirados por el suelo del local llegaban a los tobillos, algo que he podido constatar por medio de familiares míos.

Inicialmente el local se llamaba La Alicantina debido al origen del vino dulce de La Casa, pero en 1990 se cambió por el actual, en honor al vino que les ha hecho famosos. Aunque después han abierto otros locales, uno en Nuñez de Arce, y otro en Goya, el genuino es el de la calle Victoria.

La taberna, conocida internacionalmente, está incluida en guías gastronómicas y turísticas como uno de los sitios a las que no se puede faltar si visitas Madrid. Casualmente esta mañana cuando me pasé por allí estaban rodando un reportaje para la televisión japonesa.

Es un local pequeño, cuya decoración está compuesta por azulejos, y fotografías antiguas del local o de algunos de sus ilustres clientes como Ferrán Adriá o Danny de Vito. Aunque sus precios ya no son tan baratos como antaño, es un buen sitio para comenzar una ruta de vinos y tapas. Así por un vino cobran 1.90€ ó 7.20 por unas gambas a la plancha, aunque en ocasiones por cada chato regalan un ticket con el que tomar gratis otro vino en el bar de enfrente, detalle que siempre es de agradecer.

Se trata en definitiva de un local por el que merece la pena darse una vuelta, y así degustar los mismos productos que consumían la gente que por allí paraba hace más de 50 años.

domingo, 18 de mayo de 2008

Un día en la pradera

El pasado 15 de mayo se ha celebrado en Madrid la festividad en honor a San Isidro Labrador, un santo que, paradójicamente, a pesar de ser el patrón de todos los madrileños no tiene erigido en la capital ningún monumento importante que le recuerde. Las Fiestas van del 14 al 18 , y comienzan con el Pregón, al que le siguen durante esos días actuaciones musicales y culturales. De todos los actos quizás el más castizo de todos es la romería que se celebra en torno a la ermita situada en la Pradera de San Isidro junto al río Manzanares.

Allí los más castizos y castizas, con sus trajes de chulapos o sus vestidos goyescos, cumplen con sus "obligaciones": beber de la fuente de donde brota el agua milagrosa, solicitar las correspondientes peticiones al santo, asistir a la misa que oficia el cardenal de Madrid, comerse unas rosquillas "listas" (recubiertas de azúcar) o "tontas" (sin azúcar), y bailar un chotis. Otros nos conformamos con pasear por la zona, y cumplir sólo con algunas de estas tradiciones.

En la pradera se disponen infinidad de puestos en los que se pueden degustar berenjenas churros, gallinejas y entresijos, rosquillas o si lo prefieres paella, pollo asado o cualquier plato típico. Otros ya se llevan la comida ya preparada de casa y así poder disfrutar en la hierba de una tortilla de patata, unos filetes empanados o unos pimientos fritos.

Estas romerías se remontan a 1575, y fueron recogidas por Goya en su obra "La pradera de San Isidro" (1788) donde muestra una vista de Madrid desde la ermita el día de la romería. Desde antes de 1622, fecha en la que el labrador Isidro ascendió a la categoría de Santo, se le veneraba acercándose la Pradera junto al río Manzanares.

San Isidro nació en Madrid en 1082 y murió en 1172. La tradición cuenta que mientras el santo oraba, dos ángeles manejaban el arado labrándole la tierra. En una ocasión, cuando construía un pozo, su hijo cayó a él pero, por su intercesión se elevó el nivel del agua y quedó el niño flotando. También se dice que hizo brotar milagrosamente una fuente al golpear el suelo mientras araba. Sobre ese lugar, se levantó una ermita dedicada al santo en 1528 por mandato de la emperatriz doña Isabel, después de que el príncipe don Felipe hubiera recobrado la salud al beber agua de la fuente.

La iglesia que hoy existe fue reedificada en 1725 sobre las ruinas de la anterior ermita. Detrás de ella se asentó en 1811 el Cementerio Sacramental de San Isidro, y fue en las tapias de este lugar donde se produjeron numerosos fusilamientos durante la guerra Civil lo que provocó que durante años postreros esta celebración se realizara en la Casa de Campo.

miércoles, 14 de mayo de 2008

La farmacia Juanse

En una ciudad en constante transformación como Madrid, en la que practicamente todos los días se cierran negocios, y toman vida otros nuevos, es gratificante encontrar aún locales que a lo largo de los años han ido superando todas las adversidades del mercado. Uno de los negocios supervivientes es la farmacia Juanse, situada en Malasaña, en la unión de las calles de San Andrés y San Vicente Ferrer (metro Tribunal).




















Fundada en 1892, la farmacia destaca por su fachada. Allí puedes disfrutar de sus azulejos originales, en los que se publicitan sus "milagrosos" productos, todos ellos certificados con la marca de calidad del "laboratorio de especialidades Juanse", y registrados en la Dirección General de Sanidad.


Al parecer, estos azulejos tuvieron que ser tapados durante los años de la posguerra para así evitar el pago de un impuesto especial que gravaba durante aquellos años los anuncios publicitarios.


Aunque han llegado a nuestros días algo degradados por el tiempo , allí puedes descubrir productos como el diarretil para el tratamiento de la diarrea (aparece hasta el orinal), la lombricina como antihelmíntico para los parásitos del tracto intestinal, odontálgicos para el dolor de muelas, o el perborato de sosa utilizado para la correcta higiene bucal.

Sin embargo esto no acaba aquí, ya que también aparecen publicitados su jarabe balsámico, ideal para problemas como el asma, los catarros, la gripe o incluso la coqueluche, que acabo de descubrir es lo mismo que la tos ferina, las embrocaciones o linimentos, sus sellos para el dolor de cabeza o los problemas reumáticos, así como los emplastos porosos "El Elefante" que curan el mal de riñones, el reumatismo y hasta las toses.

Por último citar el té purgante Pelletier hecho de plantas y flores aromáticas, y que según la publicidad de la época se recomendaba a todas aquellas personas que por su temperamento o por sus ocupaciones sedentarias eran propensas a la constipación ¿?.


Hoy en el siglo XXI para que algo sea conocido por los consumidores debe aparecer obligatoriamente en televisión o en internet, pero a finales del siglo XIX si se quería vender un producto era necesario contar con imágenes o lemas que captaran al instante la atención de los teóricos clientes, por entonces algo despistados ante una industria farmacéutica que se encontraba en su época de máxima expansión. Creo que esta farmacia es un buen ejemplo de como se tratajaba entonces, y nos hace ver este negocio desde un punto de vista diametralmente distinto al que hoy nos pueden ofrecer gigantes del sector como Pfizer, GlaxoSmithKline o Bayer.


lunes, 12 de mayo de 2008

Palabras tiradas

En esta entrada me permito un mínimo parón en mi recorrido por las gentes y lugares de Madrid. Como sé que la mayoría de los que pasáis por mi blog tenéis vuestro punto fuerte en esto de contar historias, os informo que desde hace unos días en la estación de Cercanías de Atocha mandan las palabras. Allí, desde el 23 de abril, se amontonan por el suelo marcando a los que por allí pasamos el camino hasta los andenes.

¿Qué hacen las palabras tiradas por allí? Esta es la forma que ha encontrado Renfe para promocionar su Segundo Certamen de Relatos Breves y potenciar la relación existente entre el tren y la lectura. Se trata, según cuentan en su web, de contar una historia sobre "El tránsito, el viaje, el movimiento hacia un destino ..." con un máximo de 99 palabras.

Para aquellos que no conocieran esta iniciativa, aquí dejo los textos ganadores del primer certamen:

PRIMER PREMIO.- Carmen Iglesias Vázquez
La misma hora, el mismo tren, las mismas caras. Sube. Se sitúa junto a la puerta. Mira como cada mañana los rostros de sus compañeros de viaje y sonríe para sí. Él es feliz. Espera en el mismo andén de cada día, se sitúa exactamente en el lugar donde el tercer vagón descarga a sus pasajeros. Espera. Bajan. Suben. A ella le gusta ser la última. Él aspira su perfume como cada mañana. No sabe que ella ha dejado pasar dos trenes por verle. Ella, nerviosa, le mira. No sabe que él ha dejado pasar dos estaciones por respirarla.

SEGUNDO PREMIO.-Aída Ramos Martínez
Te sientas a mi lado cada mañana. Siempre el mismo tren, el de las 7.43. Y no lo pierdes nunca. Siempre con tacones, elegante, con clase. Tienes la voz más bonita de Madrid. Y la risa. Suena a patio de colegio, a caramelos de menta, a zapatos nuevos. Y hueles a Nenuco y a pasta de dientes de marca. ¿Es posible que te guste' No lo sé. Pero sí sé que te gustan los perros. Y que eres preciosa. Aunque no te haya visto nunca. Lázaro sólo se deja acariciar por chicas guapas...

TERCER PREMIO.-Sergio C. Fanjul
Delicias-Méndez Álvaro. Duración del viaje dos minutos treinta. En la ventana fábricas abandonadas, naves industriales, bloques de edificios en ladrillo visto, chimeneas. Rachid, 34, obrero de la construcción, se sienta, cansado después del trabajo. Deja su mochila en el suelo, cerca de su pierna. Matilde, 41, secretaria, mira asustada la mochila. Ramón, 67, jubilado, mira alternativamente a Rachid y a esa mochila. Nuria, 24, estudiante de Económicas, desea llegar cuanto antes a la próxima parada. Llegada a Méndez Álvaro. Rachid coge la mochila, se va a casa, le queda otro transbordo. Matilde, Ramón, Nuria, se sienten un poco tontos.

viernes, 9 de mayo de 2008

Las corralas

Las corralas, también llamadas "casas de corredor", son las viviendas más castizas de Madrid. Se trata de una construcción que consta de un corredor que rodea a un patio comunitario. Ambos, corredor y patio son los lugares donde se desarrolla tradicionalmente la vida vecinal, formando una fusión entre la calle y la casa. Así, en ellas se sigue conservando el trato personal con las personas que viven en la puerta de al lado, algo que por desgracia poco a poco se va perdiendo.

Inspiradas posiblemente en los adarves árabes, estos "balcones corridos" supusieron una solución económica para dar vivienda a todos aquellos que llegaban a la capital procedentes de otros puntos del país. Las viviendas no suelen superar los 30 metros cuadrados, y en muchas de ellas las condiciones de habitabilidad son algo precarias. De hecho aún en la cuarta parte de las corralas se mantiene el que sólo haya un retrete por corredor.

Comenzaron a construirse después que Felipe II trasladara la corte a Madrid (siglo XVI), y tuvieron su máximo apogeo en el siglo XIX. Existen todavía en Madrid más de 400 corralas de los siglos XVIII y XIX, repartidas principalmente en los barrios de Lavapiés, Embajadores y La Latina.

En su momento fueron tema de inspiración en algunos libros, siendo Pío Baroja o Pérez Galdós dos de los que más reflejaron las vidas de la gente que en ellas vivían. Asimismo fueron escenario de numerosas obras teatrales y zarzuelas.

Hoy las corralas, habitadas en muchos casos por inquilinos con alquiler de renta antigua y por personas mayores, tienden a desaparecer, ya que son objetivo prioritario de la devoradora especulación urbanística. La más más grande y mejor conservada se encuentra entre la calle del Tribulete y la calle Sombrerete (fotografías). Construida en 1839 se estructura en torno a un patio que da a la calle Mesón de Paredes. En 1977 tras ser declarada Monumento Nacional, fue objeto de una profunda restauración. El Ayuntamiento la ha utilizado en ocasiones para actos culturales, en los llamados veranos de la villa.

martes, 6 de mayo de 2008

Los nuevos mendigos

Unas 700 personas duermen cada noche a la intemperie, dentro de los cajeros automáticos, o en las bocas de metro. Eso es así durante los días de frío, pero cuando el termómetro sube la cifra se cuadruplica. Si a esto le sumamos todos aquellos que se alojan en los albergues destinados a tal fin, el número de personas sin techo se hace bastante mayor.

Según un informe publicado hace un tiempo se ha visto que, contra lo que muchos podían pensar, un 30% de los indigentes que "viven" por las calles de Madrid no tiene adicciones de alcohol ni de drogas. De todos ellos, casi la mitad del total busca trabajo y tres cuartas partes tienen estudios secundarios, e incluso superiores.

Es complejo analizar el porqué la gente acababa viviendo en la calle ya que detrás de cada persona hay una historia, y sólo ellos saben qué les empujó a llegar hasta donde ahora están. La mayoría piden siguiendo los viejos sistemas, pero hay algunos que intentar innovar. De entre todos ellos los hay que intentan dignificar el hecho de vivir en la calle. Uno de ellos es Pedro Cluster, que fue la primera persona sin hogar que escribió un blog en España, y además colabora con el periódico gratuito ADN. Desde su página trata de hacer más humanas a todas aquellas personas que viven en la calle, dando conocer los problemas que día a día se les plantean.

Sin embargo otros prefieren llevar esa vida sin preocuparse de salir de ahí, y además disfrutan con ello. No piden comprensión social porque la vida les haya dado la espalda, simplemente piden dinero para sus vicios. Son los famosos vagos vagabundos, como ellos mismos se denominan, a los que muy posiblemente te hayas encontrado paseando por el centro de las grandes ciudades. Suelen ponerse en los sitios más concurridos con unos carteles en los que piden "para porros", "para cerveza", "para vino" y "para resaca".

Todo esto fue idea de un ingeniero informático británico y de un carpintero canario, que tras conocerse en Granada decidieron que la mejor forma de vivir la vida era redactar los carteles antes citados, procurando sacar la sonrisa de los transeúntes, y si es posible alguna moneda sobrante de sus bolsillos. Parece ser que la idea funciona ya que les han salido incluso imitadores. Lo que les diferencia de los demás, es que disponen hasta de su propia web en la que afirman "Ya no necesitas estar cerca de unos sucios y olorosos mendigos... Puedes darnos dinero (fácil, seguro y, sobre todo de una forma vaga) con PayPal". Y es que como ellos dicen Internet es la calle mas larga.

Otro de los sin techo que se sale de lo normal, es uno que se coloca siempre en la calle Preciados y tiene como única función el estar sentado en su silla plegable junto a un cartel en el que solicita (en tres idiomas) dinero para que le puedas hacer una foto por un euro. ¿Qué tiene de interesante este hombre para que cobre por sus fotos? Muy fácil, el tipo se coloca con sus tres perros, y a uno de ellos le coloca una gorra militar y a otro un chaleco y una porra de policía. Ese es su gran mérito, y el caso es que no le debe funcionar mal ya que día a día sigue allí. Yo personalmente prefiero a los de los porros ya que éste lo único que hace es aprovecharse de sus perros, procurando que la gente sienta compasión de ellos.