1906, es 31 de mayo y faltan pocos minutos para las dos de la tarde. Por la calle Mayor, Alfonso XIII y la inglesa Victoria Eugenia de Battenberg, "la Princesa más bella de Europa", regresan de la iglesia de San Jerónimo el Real donde acaban de contraer matrimonio. La comitiva se dirige al Palacio Real a celebrar el banquete cuando a la altura del restaurante Baliñas -hoy Casa Ciriaco-, una bomba de dinamita, oculta en un ramo de rosas, es arrojada por Mateo Morral desde un balcón del último piso de la casa situada en Mayor 88. En su asesina caída el ramo tropieza con los cables del tranvía por lo que se desvía ligeramente, y no alcanza de lleno a la carroza real. El balance del atentado es de 23 muertos y más de 100 heridos entre civiles y militares que cubren el recorrido.
Tras la explosión, y aprovechando el desconcierto, el anarquista Morral logra escapar sabiendo ya que los Reyes están ilesos. Con ayuda de otros anarquistas llega a Torrejón de Ardoz desde donde pretende regresar en tren a Barcelona, pero todo se va al traste al ser descubierto en la estación por un guarda que le intenta detener. A sangre fría Morral asesina al guarda, y después, acosado por varios ciudadanos, decide suicidarse de un disparo en el pecho (foto). José Nakens, director del semanario "El Motín" y Juan Ferrer Guardia, fundador de la "Escuela Moderna" son condenados a penas de cárcel por complicidad con el asesino, pero más tarde el político Antonio Maura consguirá que les indulten.
Morral, hijo de unos industriales de Sabadell, es una persona culta, que incluso ha estado en Alemania, enviado por su familia, para ampliar estudios. Allí se empapa del ideario anarquista por lo que al volver a Sabadell choca con las ideas de su familia y se marcha a Barcelona donde frecuenta círculos artísticos e intelectuales y concibe la idea de matar al Rey.
El 20 de mayo se traslada a Madrid y se hospeda en la fonda La Iberia, en el 2 de la calle Arenal. Su plan de atentar en la misma iglesia es desechado al leer un anuncio en el periódico "El Imparcial": "Cedo habitación para estas fiestas con o sin. Mayor 88, 4º dra". Alquila una habitación con balcón a Mayor por 25 pesetas diarias pagando catorce días por adelantado. El balcón da justo a donde tiene que pasar el cortejo, y además desde él tiene una visión de unos trescientos metros de la calle Mayor.
Desde el día 23 duerme en la pensión, y lleva una vida rutinaria: sale a primera hora, acude de oyente a un café de Alcalá donde hay tertulia de escritores entre los que están Baroja y Valle-Inclán, come fuera y regresa a última hora a su habitación. Día a día lleva ramos de flores a la habitación y un paquete de naranjas, que utilizará por las noches para ensayar el lanzamiento mortal.
De aquel día queda para la posteridad la fotografía captada casualmente por el joven Eugenio Mesoneros Romanos. Apostado en un balcón con su recién comprada cámara logró recoger todo el horror del momento justo de la explosión. Su foto, publicada al día siguiente en ABC, le reportó 300 pesetas.
El 88 de Mayor durante muchos años conocido como La casa de la Bomba se corresponde hoy con el número 84. En recuerdo de lo que allí pasó, allí queda sólo un pequeño monumento en memoria de los fallecidos en el que los dueños de Casa Ciriaco colocan cada 31 de mayo un ramo de laurel. En su momento hubo otra escultura mayor, pero con la Segunda República desapareció. Curiosamente durante la Guerra Civil, la calle Mayor fue renombrada como Mateo Morral y la actual calle San Cristóbal, se llamó travesía de Mateo Morral.
Ya no será lo mismo cuando vuelva a pasar por allí, ahora me pararé y reviviré lo que sucedió hace 102 años.
ResponderEliminarSiempre me fijo en esa estatua y no recordaba bien en que consistió el atentado.
ResponderEliminarGracias.
Gracias por esta entrada y refresacarnos la memoria. Actos así jamás deberían ser olvidados.
ResponderEliminarNo entraré en ideologías políticas, pero la historia demuestra, una vez más, que todos tenemos algo que callar.
Saludos.
:( ....
ResponderEliminarGracias, sabía del atentado pero desconocía la fecha y todos los datos que aportas.
ResponderEliminarSaludos.
Muy interesante el relato, y las fotos con que lo acompañas. Cómo me gusta andar por las calles de Madrid sabiendo lo que sucedión en ellas. Y gracias a ti ahora se un poco más.
ResponderEliminarDe haber sido ETA hubieran volado por todo lo alto.
ResponderEliminarCruentas y lamentables estampas de nuestra amada ciudad.
Una vez más, he de darte la enhorabuena Miguel, por ilustrarnos tan bien la historia de Madrid y España.
ResponderEliminarMuchas gracias. Es un placer pasearse por las calles de tu blog.
Siempre dejas fotos preciosas y textos que gustan leer
ResponderEliminarbesos
lágrimas de mar
cuanto ignoramos con nuestras bolsas de zara colgando del brazo y un helado en la mano, paseando por esas calles del centro de Madrid, si las paredes hablasen
ResponderEliminar¿Para cuándo la Ley de Capitalidad de Madrid?
ResponderEliminarLos madrileños - nacidos o no - pagamos un alto precio por vivir aquí, y todo lo que solemos cosechar son desdenes.
Interesante historia. Me gusta cómo enfocas tu blog. Me gusta conocer historias que la gente da por olvidadas. Prometo buscar este lugar y otros (sigo leyendo) la próxima vez que vaya a Madrid.
ResponderEliminarGracias por visitar mi blog.
A mí siempre me llamó mucho la atención el detalle de las naranjas.
ResponderEliminarGracias Miguel por estos posts tan buenos de Madrid.
Un beso.
Me gustó mucho como lo contaste, y qué buena la foto que captó el momento. En un documental que ví, creo recordar que hablaron sobre el trauma que supuso para Cristina tal acontecimiento, que por cierto manchó su vestido de novia de sangre. Aunque mayor trauma sería para los familiares de los muertos o heridos. Un abrazo, estupendo post. (por cierto, grrr... al ver la fecha me recordó que es el cumpleaños de una de mis hermanas, precisamente la que vive en Madrid, y no me acordé de felicitarla!!! )
ResponderEliminarNo recordaba la mayoría de los datos, nos das, como siempre, todos los detalles de cualquier acontecimiento, acompañado de documentos gráficos. La foto del momento es impresionante. Lástima de las víctimas inocentes.
ResponderEliminarGracias Miguel, un abrazo.
Hola Miguel..e.stoy por aqui fisgando a este tal "miguel" que apareció por mi blog....
ResponderEliminarJajajaja..cómo no!!..veo gente conocida!!
me gusta mucho tu blog porque me encanta Madrid y de la ciudades lo que más me gusta son los....rincones emblemáticos.....Me ha encantado esa Taberna del Abuelo...Es la típica a la que yo le haría una foto....Y si además me poner "Pongamos que hablo de Madrid"...pues....qué te voya contar!!...chao
Gracias por rescatar nuestra historia. Muchas gracias.
ResponderEliminarMe pasaré por aquí más de una vez. Por cierto te importa si te pongo en mi lista de "amigüitos"?
Saludos!
Es tremenda esa foto, hace años, de pequeña, la vi en una revista y me daba miedo.
ResponderEliminarMorral tenia relacion com la institución educativa de Ferrer y Guardia, en realidad hay quien cree que quiso impresionar a la amante de éste, de quién estaba enamorado, realizando esa acción violenta. A veces los móviles tienen muchos condicionantes, incluso pasionales.
El año que viene es el centenario de la Semana Trágica barcelonesa, todo está de alguna manera relacionado.
Ferrer y Guardia fue la víctima propiciatoria de la Setmana Tràgica pero hay que reconocer también que en su institución no se predicaba precisamente el pacifismo.
Aún queda mucho por saber y estudiar sobre la época y los personajes. Creo que había romances de la época y canciones que hablaban del atentado.
Es tremenda esa foto, hace años, de pequeña, la vi en una revista y me daba miedo.
ResponderEliminarMorral tenia relacion com la institución educativa de Ferrer y Guardia, en realidad hay quien cree que quiso impresionar a la amante de éste, de quién estaba enamorado, realizando esa acción violenta. A veces los móviles tienen muchos condicionantes, incluso pasionales.
El año que viene es el centenario de la Semana Trágica barcelonesa, todo está de alguna manera relacionado.
Ferrer y Guardia fue la víctima propiciatoria de la Setmana Tràgica pero hay que reconocer también que en su institución no se predicaba precisamente el pacifismo.
Aún queda mucho por saber y estudiar sobre la época y los personajes. Creo que había romances de la época y canciones que hablaban del atentado.
Vaya, lo he repetido, lo siento. Por cierto, es curioso comprobar cuantos terroristas provienen y provenían de familias de clase media o acomodadas... precisamente creo que ayer leía en La Vanguardia algo sobre ese tema.
ResponderEliminar¡Buena entrada! A ver si tengo tiempo para leerla detenidamente.
ResponderEliminarNos enseñas muchas cosas ;-).
Saludos!!
Yutarets! kasagad bah!
ResponderEliminarBuena historia,gracias por recordarla
ResponderEliminarsalu2