viernes, 26 de febrero de 2010

Viviendo en el ghetto

"Ahora mismo el centro de Madrid es odioso, un guetto. Merece la pena visitarlo, pero con estómago y con cuidado"

Ramoncín, cantante y escritor

miércoles, 24 de febrero de 2010

El timo del obispo

La siguiente historia nos permite hacernos una idea sobre la forma de actuar de Luis Candelas., y así completar la entrada anterior. Hoy, estamos acostumbrados a los robos por alunizaje, a base de mazazos o por el método del butrón, pero nuestro personaje prefería hacerlo de una forma más fina, y sin usar en ningún momento la violencia. Así, uno de sus golpes más sonados fue el perpetrado en una tienda de artículos religiosos, situada en la calle Postas, y famosa por aquel entonces por ser la principal proveedora de tejidos con bordados de oro.

Una mañana llegaron a la tienda, montados en una carroza engalanada convenientemente, un obispo junto a su secretario personal y un ayudante. Bajo el disfraz de secretario se encontraba Luis Candelas y bajo el del ayudante uno de sus compinches. Al parar junto a la tienda el comerciante, frotándose las manos, salió a recibirles y les llenó de agasajos.

Los recién llegados esgrimieron que habían realizado un pesado viaje y por ello el obispo llegaba muy fatigado. Sin tardar un segundo el comerciante les sacó una jarra de agua e hizo sentarse al obispo en uno de sus sillones. A los poco minutos su Ilustrísima dormía placidamente.

La voz cantante la tomó entonces el secretario, que empezó a solicitar distinos paños de terciopelo, encajes de oro, y todo tipo de adornos religiosos de elevado valor. El comerciante, presto y dispuesto, les iba entregando todo lo solicitado, a la vez que echaba mentalmente cuentas sobre el dinero que iba a ganar.

El ayudante del secretario fue cargando todo en la carroza hasta que ésta estuvo repleta. Aún faltaban artículos por comprar por lo que se decidió que secretario y ayudante llevaran el material ya cargado hasta su alojamiento para después rematar la compra. Mientras tanto el obispo continuaría con su cabezadita. Pasaron quince minutos, treinta, una hora, y allí no volvía nadie. Lógicamente el comerciante se dio cuenta de que algo no cuadraba, y empezó a sospechar que su negocio le había salido rana.

El comerciante despertó al obispo y le preguntó qué ocurría, a lo que éste le respondió que él no sabía nada de nada. Sólo podía decirle que el día anterior le habían abordado unos tipos y le habían pagado unas monedas para que se disfrazara y les acompañara. El lo único que debía era no abrir el pico, nada más. Cuando las fuerzas del orden llegaron a la tienda comprobaron con pesar que el "obispo" decía la verdad, él sólo era uno de los "tontos" del barrio.

martes, 23 de febrero de 2010

Luis Candelas

Luis Candelas nació en la calle del Calvario en el año 1804. En esta ocasión la mala senda no le viene a Luis por sus penurias económicas, sino por gusto: era hijo de un carpintero al que le iba lo suficientemente bien el negocio como para no tener estrecheces económicas. Ya a muy corta edad el padre comprobó que Luis no seguiría sus pasos en el oficio ya que éste no le agradaba, y además en los estudios tampoco mostraba el menor interés.

Sus preocupaciones principales consistían en pasar las horas muertas en la calle y en soñar en una vida llena de lujos y de mujeres hermosas. Debido a su buena planta él sabe que en el tema de las mujeres no va a haber ningún problema por lo que sólo le falta arreglar el otro asunto; y aunque es consciente de que lo puedo conseguir por medio del trabajo, decide utilizar otras vías para llegar hasta él.

Ejerce distintos oficios pero pronto comprende que su vida será mucho mejor y menos trabajosa si se junta con sus amigos de la infancia: Mariano Balseiro, Paco el Sastre, los hermanos Cusó ... especialistas en "tomar prestado" todo lo ajeno. En el "modus operandi" de Luis Candelas había un denominador común: trabajos limpios sin utilizar la violencia. Sus golpes se hacen cada vez más osados siendo sus víctimas personajes adinerados que no eran del agrado del pueblo.

"Anoche una diligencia,
ayer el palacio real,
mañana quizá las joyas
de alguna casa ducal"

A pesar de que es detenido en alguna ocasión pronto se las ingenia para escapar y volver a la ociosa vida del robo. Llegó un momento en el que su osadía le permitió codearse con lo más granado de la sociedad de la época viviendo bajo el falso nombre de Luis Álvarez Cobos, y haciendo creer que era un buscavidas que había conseguido amasar una gran fortuna en las Américas. A partir de entonces comenzó una doble vida: indiano respetado de día y ladrón de noche.

Sus días de gloria terminan el 18 de julio de 1837 cuando es apresado en Valladolid, juzgado y condenado a morir por garrote vil. El día de su ajusticiamiento la expectación en las calles fue tremenda ya que Luis, para la mayor parte de la población madrileña, era un héroe. Sus andanzas pasaron a la historia ya que los "romances de ciegos" que de él se hiceron fueron recitados durante muchos años por todos los pueblos del país. Era un 6 de noviembre de 1837 cuando fue ajusticiado en las cercanías de la Puerta de Toledo. En el patíbulo sus últimas palabras fueron: "Sé feliz, patria mía"

viernes, 19 de febrero de 2010

¡Joder, qué tropa!

Esta semana hemos asistido a otra de esas sesiones del Congreso en la que cada uno cuenta la feria según le va, y poco más. En momentos como los que estamos, han vuelto a demostrar que tanto unos como otros sólo piensan en lo suyo, y no en lo que verdaderamente importa: el bien general del país y de los ciudadanos. Todo esto me trae a la cabeza la famosa expresión ¡Joder, qué tropa! que popularizó el conde de Romanones, hace un siglo, precisamente en el Congreso.

Alvaro de Figueroa y Torres, más conocido como conde de Romanones, fue un destacado político de principios del siglo XX. Además de ser varias veces ministro, ocupó la presidencia del Senado, la del Congreso e incluso la del Consejo de Ministros. A pesar de la notoriedad alcanzada, en cierta ocasión sufrió la tentación de también formar parte de la Real Academia de la Lengua.

Reinaba por aquel entonces Alfonso XIII, y él era el presidente del Consejo de Ministros, pero el título de académico de tan prestigiosa institución era el espaldarazo perfecto para consolidar su triunfal carrera. Si quería conseguir tal distinción sólo tenía un camino: ganarse el voto de los académicos uno a uno ya que ellos eran los que debían darle o no el visto bueno. Por ello tuvo que "rebajarse", y se decidió a negociar con cada uno de ellos su posible nombramiento. Una vez finalizada la ronda ya no le cabía ninguna duda, su elección estaba más que asegurada ya que todos, con más o menos reservas, le habían mostrado su apoyo.

En un comienzo de siglo salpicado por los continuos cambios de gobierno, Romanones pasó a la oposición cuando aún no se habían decidido su elección como académico. Estando una tarde en el Congreso llegó el ansiado día. Los nervios le atenazaban y cada dos por tres se ponía en contacto con los ujieres para ver si había alguna novedad sobre lo suyo. Aunque la respuesta fue varias veces negativa, sabía que ya quedaba menos.

Poco antes de acabar la sesión uno de los ujieres se acercó a él:
- "Señor conde, ya hay veredicto"
- Cuéntame, ¿cómo ha ido todo?
- Traigo malas noticias señor.
- ¿Qué ha pasado? Cuéntalo ya.

El ujier no sabía dónde meterse, tenía la boca seca y las palabras no le salían. Al fin lo soltó:
- Señor conde, no ha sacado Usted ni un solo voto.
- Pero si estaba ya todo apalabrado. ¿Ni uno solo?
- Ni uno señor.

Fue entonces cuando Romanones acariciándose sus larguísimos bigotes soltó la sentencia que ya ha pasado a la historia:
-¡Joder, qué tropa...!

miércoles, 17 de febrero de 2010

La malquerida

"Madrid es “la malquerida del Estado”. Siendo un crisol de culturas, sin reivindicaciones históricas, aunque las puede tener, siendo generosa, altamente productiva, no debería ser tratada como a veces se la trata. Quizá nuestro Estatuto de Autonomía se quedó corto en exigencias y eso se paga con la indiferencia que no merecemos"

Angel del Rio, periodista, escritor y Cronista de la Villa.

martes, 16 de febrero de 2010

Carnaval fantasmagórico

Aprovechando que estamos en Carnaval os dejo con una historia acaecida en el año 1853. Casualidades de la vida, Danimetrero la ha publicado en su blog este lunes así que aunque para algunos ya esté repetida aquí queda.


Martes de carnaval. Un diplomático alemán acude a un baile de máscaras al Teatro Real. Tras pasar un tiempo en compañía de unos y otros, decide retirarse en solitario a uno de los palcos para observar desde allí la fiesta. De repente una esbelta mujer, vestida completamente de negro, aparece en el palco portando una bella rosa blanca en su mano derecha.

Sin matener ningún tipo de converasación previa la mujer extiende su mano hacia el diplomático y le dice: "Sígueme". A pesar de que la frialdad de su mano hizo estremecer al diplomático, éste deseoso de ver en qué acababa tan extraña aventura decide acompañarla. Al llegar a la zona de baile la mujer se dirige de nuevo al diplomático y le pregunta "¿Te atreves a acompañarme?". La respuesta es afirmativa por lo que salen a la calle
- ¿Tienes coche? pregunta el diplomático.
- Mañana tendré el más lujoso de Madrid, pero esta noche voy a pie.
- Hace frío para estar andando por ahí.
- Para mí no, ¡yo estoy más fría que la noche!

Pese a insistir el diplomático en que le dijera dónde iban sólo obtuvo la callada por respuesta. Después de andar unos minutos llegan a la calle Alcalá, y a la altura de la Iglesia de San José se detienen.
- Ya hemos llegado. Es aquí.
- ¡Qué broma es ésta! No iras a entrar a la iglesia a estas horas y con ese traje.
- Es sólo un momento, no te detendré mucho más.

Por una de las puertas laterales la pareja entra en el templo, sorprendentemente abierto a pesar de lo tarde que ya era. Una oscuridad estremecedora domina la entrada a la iglesia, pero tras avanzar unos pasos descubren cómo en la nave central hay un ataúd débilmente iluminado, cubierto con paños negros. Antes de llegar a él la mujer señala el ataúd y dice:
- No se lo digas a nadie, pero me pusieron ahí esta mañana. Adiós.

La enmasacarada desaparece dejando en suelo la rosa blanca y un trozo de tul negro de su disfraz. El diplomático sin saber quée pensar sobre lo sucedido, decide abandonar la iglesia. Durante largo tiempo camina sin rumbo fijo intentando comprender qué es lo que realmente ha sucedido. Al amanecer decide coger un coche y emprender camino a casa. Al pasar el carruaje por la puerta de la iglesia hace detenerse al cochero, entra de nuevo al templo y comprueba cómo el ataúd sigue allí.

Le pregunta a un monaguillo quién está en él y éste le contesta que es una condesa que ha muerto el domingo anterior. Al asomarse comprueba que allí descansa una bella joven vestida con un traje negro acompañada de un ramo de rosas blancas idénticas a la rosa que la desconocida portaba la noche anterior.

lunes, 15 de febrero de 2010

El Cementerio Civil

Separados por la Avenida de Daroca se encuentran separados el llamado Cementerio Civil del cementerio católico de Nuestra Señora de la Almudena conformado lo que se conoce como Necrópolis del Este. La creación de este Cementerio, destinado a enterrar a los fallecidos que no fueran católicos, tiene su origen en una Real Orden de 2 de abril de 1883.

Posteriormente otra Real Orden de 10 de septiembre de 1884 aprobó el reglamento particular de este Cementerio, que se "estrenó" con Maravilla Leal González, joven de 20 años que se había suicidiado unos días atrás. Debido a que la Iglesia negaba el enterramiento en sagrado, a los suicidas, se decidió que ella fuera la que inaugurara este lugar, hecho que se produjo el 13 de septiembre de 1884.

A simple vista el Cementerio Civil se caracteriza porque en él, a diferencia de los cementerios a los que estamos acostumbrados, las cruces no son el elemento principal,. Y es que aunque "Haberlas haylas", se encuentran en clara minoría frente a otros emblemas no religiosos. En las tumbas destacan sobre todo los símbolos masónicos, pero además de éstos también puedes encotnrarte por ejemplo con hoces y martillos, o simples palomas.

A pesar de la belleza general de este cementerio hay que señalar el estado de abandono general que tiene ya que hay bastantes tumbas que están rotas, algunas debido a su antigüedad y otras simplemente por actos vándalicos.

En contraste a este deterioro están los mausoleos bien cuidados de algunos personajes históricos que aquí descansan. La lista es interminable, pero por citar a algunos, aquí se encuentran tres de los presidentes de la Primera República: Figueras, Pi Margall y Salmerón, además de Pablo Iglesias, Giner de los Ríos, Arturo Soria, Pío Baroja, Blas de Otero o Dolores Ibarruri.

viernes, 12 de febrero de 2010

Madrid es un continuo Carnaval

"Ay, qué Madrid este, todo apariencia. Dice un caballero que yo conozco, que esto es un Carnaval de todos los días, en que los pobres se visten de ricos. Y aquí, salvo media docena, todos son pobres facha, señora, y nada más que facha. Esta gente no entiende de comodidades dentro de casa. Viven en la calle, y por vestirse bien y poder ir al teatro, hay familia que se mantiene todo el año con tortillas de patatas... Conozco señoras de empleados que están cesantes la mitad del año, y da gusto verlas guapetonas. Parecen duquesas, y los niños principitos. ¿Cómo es esto? Yo no lo sé. Dice un caballero que yo conozco, que de esos misterios está lleno Madrid. Muchas no comen para poder vestirse; pero algunas se las arreglan de otro modo... Yo sé historias, ¡ah! yo he visto mucho... las tales se buscan la vida, se negocian el trapo como pueden, y luego hablan de otras ¡como si ellas no fueran peores!..."

Benito Pérez Galdós

Han pasado más de 100 años desde que Galdós escribiera estas palabras en su libro "La de Bringas" pero podría estar escrito hoy. Hay cosas que nunca cambian y las apariencias siempre serán las apariencias.

jueves, 11 de febrero de 2010

Alergia de Madrid

Con la entrada de hoy retomo una sección que desde hace un tiempo tenía algo aparcada. En este caso la entrada llega de la mano de Javier Redondo, autor del blog A vuela pluma, en el que Javier nos muestra todo aquello cuanto le acontece y le pasa por la cabeza en su día a día. Desde hace un tiempo Javier tiene escrito el libro "Crónicas de la India" que está pendiente de encontrar editorial. Así que ya sabes, si tú que estás leyendo esta entrada, trabajas en alguna, ahí tienes tu libro.

11 de febrero. Día primero de alergia. Anoche empezaron a irritárseme los ojos y hoy, en el transcurso de la mañana, las tuberías de mi nariz sufrían una fuga de mucosidades que iba cada vez a más. Resulta patético mantener una conversación en el trabajo cuando tienes un surtidor de fluidos transparentes encima del bigote.

Ya es primavera, pues; aunque el planeta esté a poco menos de la mitad del camino hacia su equinoccio. Lo que ocurra en las estrellas me trae sin cuidado. Me fío más del aroma de los brotes en las ramas de los árboles y de las flores en agraz, de la brisa fresca que prende las mejillas de las muchachas, del rumor de los gorriones en las plazas de la Villa, del fulgor del sol sobre los bulevares de la Castellana.

Las calles de Madrid se me antojan un lugar acogedor para vivir. Eso lo dice alguien que duerme bajo techo cada noche, aunque también alguien que ha dormido más de una vez al raso y que ha pasado alguna madrugada lluviosa al amparo de los soportales de las plazas. Puedo asegurar que los riñones sufren igual tras un sueño desvelado sobre un lecho de cemento desnudo que de mármol pulido. Y, en verdad, para uno, que a fuerza de algunos años de recorrer las mismas calles diariamente conoce a los habitantes de las aceras, las esquinas y los bajos de los edificios, su mera presencia supone un destello de la calidez del hogar.

El mundo gira sin freno. Otra vuelta más, pero quienes surcamos sus calles seguimos siendo los mismos, como si Madrid fuese el eje de giro y no le afectara su impulso centrífugo. Quienes antes mendigaban en las escaleras de los cines, ahora acostumbran hacerlo en la calle del Carmen, cerca de donde un músico viejo cimbrea la tarde al contacto de su arco con el chelo. A otros los veo, cuando paso a su lado, leyendo The Sun con sumo interés, y me pregunto de dónde lo habrán sacado. Los trileros se turnan con los magos para hacer desaparecer billetes de veinte euros ante el asombro de los viandantes curiosos de Preciados; junto a ellos, los músicos agitanados del Este se menean al compás frenético de un número de swing, mientras, en una bocacalle aledaña, un padre y su hijo afinan sus dulcémeles para la jornada que comienza cuando las sombras se alargan.

Verlos todas las tardes en el mismo lugar, año tras año, ejerce en uno cierta sensación de arraigo y solidez de la realidad. Como si necesitara uno la presencia de ciertos pilares rutinarios y esenciales bajo los que cobijarse cuando todo a su alrededor se derrumba. Que estos mendigos, magos y músicos callejeros existan es la única prueba que tiene uno de que la medida del tiempo es igual para todos, de que pertenecemos a la misma realidad. Sus barrigas engordan, les crecen las guedejas y se reúnen entre ellos, conspirando tramas oscuras, creando frágiles alianzas. Contemplar sus devenires día tras día es contemplar la propia existencia desde la perspectiva ajena. A mí al menos me sirve para convencerme de que no vivo en un sueño, de que la vida corre igual para todos.

Son pensamientos que me obsesionan desde niño. Nuestras vidas, las suyas y la mía, se exponen brevemente a los ojos del otro en los segundos que emplea uno en doblar la esquina cada día y se antojan independientes unas de otras. Si para mí representan la vida de la calle como una metáfora del tiempo real, para ellos yo no seré más que ese tipo que pasa por allí al atardecer siempre sobre la misma hora. Estoy seguro de que, si algún día me decidiera a acercarme y saludar a cualquiera de ellos, no harían falta presentaciones, pues todos los que poblamos el centro de Madrid nos conocemos ya de sobra. Uno de los violinistas, sirva de ejemplo, el único que nunca falta a la cita vespertina en la calle Preciados, es húngaro. Lo sé porque una vez le eché unas monedas en la funda del violín y aproveché para intercambiar un par de frases con él. Se llama Stefan, y me sorprendió que apenas chapurreara el español, porque en ocasiones lo he visto charlar con sus colegas. Esa breve conversación sólo sirvió para acicatear mi curiosidad. Un atrayente halo de misterio lo envuelve, y a veces me pregunto qué le habrá traído tan lejos de Hungría. Un verde de éstos que acosan a los peatones de Preciados me contó una vez que circulaba la leyenda de que había sido el violín solista de la Orquesta Filarmónica Nacional Húngara. Nadie sabe muy bien qué hace aquí entonces, tocando al relente cada tarde, solo o acompañado del cuarteto de cuerda, el mismo repertorio de cinco o seis piezas tristes en la calle. Tal vez huyó del yugo comunista. O quizá fuese una mujer quien alentara su periplo. Sería un buen personaje de novela, en cualquier caso.

martes, 9 de febrero de 2010

El lujo de tener un piso nuevo en la Gran Vía

"El lujo de vivir en el centro en el primer edificio del siglo XXI en la Gran Vía", así reza el cartel situado junto al inmenso socavón que desde hace años existe en el 48 de Gran Vía, solar en el que anteriormente estaba la sede del Banco Atlántico, y mucho antes el cine Actualidades. En este caso no puede decirse que la publicidad sea engañosa ya que hace mucho tiempo que no se construye un nuevo edificio, desde los cimientos, en esta avenida que en abril celebrará su centenario.

"Elija un espacio y diseñe su vivienda". El edificio está destinado a viviendas, o mejor dicho a espacios en los que construir viviendas. El bloque tendrá trece plantas, cada una de ellas con 800 metros cuadrados para distribuirlos en el numero de casas solicitadas. Y es aquí viene la novedad, el comprador es el que decide cuántos metros quiere que tenga su casa, pudiendo elegir desde los 40 hasta los 150 metros cuadrados.

Además serán los propietarios, con ayuda de la promotora, los encargados de diseñar su propia casa. El objetivo es que cada casa sea distinta, y que sólo tengan en común el estar dotadas todas ella de la última tecnología. Planta baja y primer sótano se destinarán a uso comercial, mientras que las otras plantas del sótano albergarán un aparcamiento robotizado con casi 300 plazas.

Aunque al principio la idea era acabar la obra para 2011, es más que seguro que para esa fecha no estará, ya que si pasas por allí verás que por allí sólo hay algo de cimientos y poco más. El arquitecto responsable de todo esto es Rafael de La-Hoz quien ha declarado que "éste es uno de los desafíos más complejos de mi carrera. Me he sentido como si tuviera que haber añadido los trozos que le faltan a la Venus de Milo". Se pretende "proyectar algo que pertenezca a su tiempo y que sea respetuoso con la unidad estilística de la Gran Vía y con los edificios que estuvieron antes en su lugar".

Viendo la foto de abajo, colgada en la web del arquitecto, no tengo yo tan claro que se haya respetado la uniformidad de la Gran Vía, ya que el edificio desmerece bastnate a los ya existentes, pero habrá que verlo acabado para opinar con fundamento. Por si alguno os sobra algo de calderilla y queréis daros el lujazo de vivir en la primera casa construida en la Gran Vía en el siglo XXI os comento que el precio del metro cuadrado está en 9000 euros. Y digo yo, ¿quién no tiene 900.000 euros hoy día para poder vivir aquí? Pues eso.

lunes, 8 de febrero de 2010

Paz eterna

"Aquí vinimos a descansar. Era lo que siempre habíamos deseado. Tras vivir cuarenta años en aquel cruce escuchando pitos y acelerones a todas horas, al fin lo habíamos conseguido. Ahora sí éramos felices".

Su nuevo hogar era bastante más pequeño y no era muy luminoso, pero esto no importaba ya que ahora estaban más cerca del centro, junto a la Pradera y el campo del Atleti. Desde allí hasta podían oír cómo se gritaban los goles en el Calderón. Aquella pesada tapa de mármol que se cernía sobre sus cabezas era lo único que no les acababa de convencer.

domingo, 7 de febrero de 2010

La crisis les dejó mal muertos

Para hoy domingo me apetecía rescatar el siguiente artículo publicado en "El Mundo" el pasado 1 de febrero. Su autor es el periodista Rafael Martínez-Simancas, y creo que no tiene desperdicio.

Caronte tira de remo porque es un clásico pero su barca sufre la crisis como si le tuviera que poner gasolina a un fuera de borda; es la consecuencia de la carestía de los precios que afecta tanto a los vivos como a los muertos, el IPC en implacable también con el más allá porque nadie dijo que dejar este mundo fuera a salirnos gratis. Las oscilaciones del sistema financiero internacional tienen su reflejo macabro en los cementerios, es aquello de la economía a tumba abierta aplicada a la industria de las pompas fúnebres. Si Madoff no hubiera jugado a la especulación muchos de estos cuerpos estarían a dos metros bajo tierra en lugar de a cinco grados bajo cero.

Cincuenta cadáveres aguardan un nicho en las neveras del Instituto Anatómico Forense de Madrid. La muerte les dejó fríos y la crisis se encargó de que se quedaran ultracongelados a la espera de que alguien les pague su entierro. Cadáveres anónimos a los que no llora nadie, gente marginal, pobres de solemnidad, inmigrantes sin suerte, madrileños solitarios, cuerpos con la tarjeta de visita atada con una goma al dedo gordo del pie. El más veterano de todos lleva desde 2006, (dos años antes de que quebrara Lehman Brothers), esperando a que le recoja el sepulturero y de momento ahí sigue en su nicho frigorífico, en un estado de letargo prolongado como si fuera un muslo de pollo que se perdió en el fondo de un congelador. No es el Anatómico Forense una guardería de muertos pero la crisis ha convertido a esa institución en un reducto de “objetos perdidos” que nadie reclama igual que pasa con los paraguas que se olvidan en un autobús de la EMT.

La historia de Madrid también se puede explicar a través de sus lápidas: en ese lugar guardan restos de los islamistas suicidas de Leganés que esperan ser analizados de nuevo mientras los días pasan. Tal vez el juez los ha dejado ahí mientras piensa qué hacer con ellos, lo cuál no deja de ser un macabro asunto del que nadie quiere hacerse responsable año tras año. O también pudiera ser que usando las neveras como metáfora alguien tuviera la intención de que este asunto se enfriara antes de echarle tierra encima con nocturnidad y tardanza. Si no se investiga en esos restos entonces no se entiende por qué han acabado también el olvido judicial como si en lugar de ser seres humanos fueran legajos extraviados en la secretaría de un juzgado.

Es la recesión reflejada en una morgue capitalina. Sólo los entierros por caridad que sufraga el Ayuntamiento de Madrid les darán el pasaporte a la otra vida. Mientras tanto están en lista de espera, esperan a que alguien les ponga tierra encima aunque sea sin cura, ni responso, ni flores que se marchiten. Con ese rictus absurdo que tienen las figuras de cera sin afeitar.

viernes, 5 de febrero de 2010

La monja de las llagas. ¿Farsante o mártir?

María Josefa Dolores Ansatasia de Quiroga y Capopardo "Sor Patrocinio" es otro caso en el que se demuestra que en España el gris no existe, ya que esta mujer despertó en la sociedad de su época amores y odios a partes iguales. Con tendencia a caer con gran frecuencia en éxtasis, era capaz de tener conversaciones de tú a tú con el Diablo, con Cristo Crucificado o con la Virgen María.

De familia de hidalgos nace en 1811, en una época en la que la lucha política entre los partidarios de la infanta Isabel II y Carlos, el hermano de Fernando VII, está en su máximo apogeo. De gran belleza e inteligencia, muy pronto da muestras de ser una gran conocedora de todo lo relacionado con los misterios de la religión.

Su carrera religiosa comienza a los 15 años, cuando tras dar calabazas a Salustiano Olózaga, que años después sería un destacado político, ingresó como educanda en el Convento de las Comendadoras. Dos años después entró, ya como novicia, en la Orden de la Inmaculada Concepción, en Caballero de Gracia, y es entonces cuando comienzan los hechos por los que ha pasado a la historia.

Estando en oración sintió una herida en su costado izquierdo, de la cual comenzó a brotar sangre profusamente. Estamos ante la aparición de la primera de las múltiples llagas que a continuación le aparecerán por pies, manos, e incluso en la frente. A partir de ahí se suceden hechos inexplicables que correrán de boca en boca.

“Si tiene las llagas cerradas, se ve como por un cristal, porque brilla la pielecita que las cubre. Si están abiertas es un pasmo, tiene como un agujero y se ven los tendones o nervios. Desde que se abrieron, raro es el día que no le sale sangre de las llagas.”

Tras uno de sus éxtasis declaró que un Cristo Crucificado presente en un lienzo de su convento se dirigió a ella diciéndole: "cuidame tú porque mis esposas me han abandonado". En otra ocasión recibió de manos de la Virgen una imagen de Nuestra Señora del Olvido, que nadie nunca había visto en el convento: “Me entregó la soberana Reina esta portentísima Imagen, este encanto de los Cielos y la Tierra, y empezó en el cielo una celestial música, entonando la salve y otros sagrados cánticos; todos los cortesanos del cielo se daban parabienes”

Entonces comienza su particular calvario. Acusada de visionaria y falsaria, se abre contra ella un juicio civil, debido a su "impostura artificiosa y fanática", del que finalmente sale culpable. Se dice que uno de los artífices del proceso fue Olózaga, ya gobernador civil de Madrid, que no ha olvidado el despecho recibido años atrás.

Algunas fuentes cuentan que al ver cómo evolucionaban los acontecimientos, Sor Patrocinio declaró ante el tribunal que un padre capuchino le entregó una reliquia que al aplicarla al cuerpo, causaba una llaga que debía mantenerse abierta para seguir padeciendo, y ofrecer a Dios los dolores como penitencia y así alcanzar su perdón. Sus defensores aseguran que esta confesión la hizo bajo amenazas.

Se la condenó a destierro y pasó nueve años de exilio. A la edad de 33 años regresó a Madrid, y desde entonces su vida fue continuo vaivén en el que suceden destierros y perdones. Con sus milagros y profecías se gana a Isabel II, y se asegura que sus consejos pasaron a tener mucho peso en distintos temas de gobierno. Sus confidencias le reportaban donativos con los que Sor Patrocinio se dedicó a reformar y crear conventos, residencias y escuelas para niñas pobres.

“Yo os digo: Hijas mías, amaos las unas a las otras; uníos en perfecta caridad; hablad poco y siempre bien de vuestras hermanas si queréis llegar al reino de los cielos. Tened siempre una piedrecita en la boca para que vuestra lengua no se precipite nunca a decir cosas inconvenientes, sino que se mueva sólo para bendecir a Dios y para hablar de cosas sencillas e inocentes.”

Sor Patrocinio muere a los 80 años, dejando tras de sí un debate abierto que aún hoy continúa. ¿Heridas hechas o regaladas por Dios?, ¿Visiones reales o fruto de su imaginación? Cada uno tendrá su opinión. ¿Cuál es la tuya?


miércoles, 3 de febrero de 2010

La Almudena no es catedral para Madrid

Hoy responde hm, autor del blog La central nuclear del Senor Burns, al cuestionario sobre Madrid. Aunque afirma que sólo ha vivido un año aquí, creo que aprovechó bastante bien el tiempo ya que leyendo sus respuestas se ve que conoce la ciudad y sabe qué es lo que se cuece.


1. ¿Qué te seduce y qué te hastía de Madrid?
Me seduce que es una ciudad enormemente viva. Cosmopolita en el sentido, para mi criterio, más real. Hay un montón de gente de fuera pero es gente que no está de paso, es gente que vive y trabaja en la ciudad... no son esas ciudades con muchos extranjeros que son casi todos turistas.
Me hastía el complejo de inferioridad que tenemos los españoles con Madrid a la hora de compararla con otras grandes capitales europeas.

2. ¿Qué le falta y qué le sobra a Madrid?
Yo voy al tópico y voy a decir que la playa, para qué nos vamos a engañar, cuando estuve viviendo allí echaba mucho de menos el mar.
Le sobra tráfico... uno es así de tópico.

3. ¿Qué edificio, monumento, escultura es el que más te gusta de Madrid? ¿Hay alguno al que le tengas especial antipatía?
Me encanta el templo de Debod. Me parece algo sencillamente mágico, como estar una película en la que de repente rompes el espacio-tiempo. El Retiro me encanta también, sobre todo la estatua del Ángel Caído.
Me cae muy antipática la Almudena... pienso que no es Catedral para Madrid, y que para haber hecho eso, casi mejor que no la hubiesen hecho... además, es que palidece tanto al lado del Palacio de Oriente.

4. ¿Qué medio de transporte utilizas para moverte por Madrid?
Para desplazarme, el metro... aunque nada como pasear a pie.

5. ¿Cómo definirías el cielo de Madrid?
La verdad es que no es algo en que me haya fijado nunca... al fin y al cabo sólo viví un año y no le he prestado mucha atención cuando he estado antes y después...

6. ¿Cuál es la canción que para ti describe mejor esta ciudad?
Para mi es una canción que no habla de Madrid y en la que sale mencionada de paso, yo creo que lo que mejor define mi relación con Madrid es la frase de "El bulevar de los sueños rotos", cuando dice lo de "se dejó el corazón en Madrid".
De las que tratan de la ciudad, la clásica es la de sabina de "Pongamos que hablo de Madrid", pero yo siempre he pensado que es una canción desde el punto de vista del que aún no ama a la ciudad... yo siempre me quedaré con "Yo me bajo en Atocha".

7. ¿Madrid, Atleti o ninguno de los dos?
Madridista hasta la médula.

8. ¿Gallardón, Aguirre o ninguno de los dos?
Gallardón... a pesar del síndrome de Faraón que tiene. Pero pienso que en la batallita personal que se traen ganará ella.

9. ¿Cuál es tu zona favorita para ir de cañas o vinos?. ¿Cuál es tu restaurante favorito?
No me gusta comer en la calle; soy algo rarito para comer y suelo hacerlo en casa; así que cuando lo hago fuera, voy donde me llevan; además, ahora es otra cosa, pero el año que estuve estaba más seco que la mojama y casi no me podía ni permitir salir de marcha de vez en cuando, menos comer por ahí.

10. ¿Cuál es tu barrio favorito de Madrid?
Yo vivía en Pacífico, y tengo debilidad por la zona que sube por La Avenida Ciudad de Barcelona hasta la glorieta de Carlos V y de ahí hacia Recoletos... el Retiro, el Prado, el Jardín Botánico, el Panteón de hombres ilustres... se puede pedir más... en menos espacio...


Si estás leyendo esto y quieres que conozcamos tu visión sobre Madrid, anímate y mándame tus respuestas (ver correo en mi perfil)

lunes, 1 de febrero de 2010

El almendro del cementerio

Abril-1945: la hambruna no hace distinciones.

El mercancías viaja atestado de críos que buscan por los pueblos algo con lo que engañar al hambre. Atiborrados de necesidad saltan antes de que el tren pare, pero uno de ellos falla y pierde sus piernas en la vía. Lleva una almendra en el bolsillo y la muerte escrita en su cara. Una mujer le acoge mientras aguardan al médico del pueblo vecino. Minutos después ya nada importa. Un sermón, tierra y un agujero acaban con sus trece años. Ni tan siquiera sabían su nombre.

Marzo-2009: una vez más el almendro floreció.