En pocas horas, muchos críos gozarán de un día inolvidable. Con la llegada de los Reyes Magos los niños disfrutan de ser niños, y los padres se regocijan al verlos porque así también vuelven ellos a ser un poco niños. Es curioso que esta tradición tan extendida en todo el mundo cristiano tenga tan poca base histórica, ya que la única fuente bíblica en la que consta que ellos existieran fue en el Evangelio de San Mateo.
Aunque hoy cueste creerlo ese texto sólo menciona a unos magos persas que guiados por una estrella llegan a Belén donde hallan al recién nacido Jesús y le agasajan con oro, incienso y mirra. Su ascenso a Reyes llega en el siglo III cuando debido a la mala fama que tenían los magos, estos son transformados en Reyes ya que así quedaba mucho más aparente.
Lo del trío de Reyes otra milonga más. Como el texto de Mateo habla de tres presentes se supuso que eran tres personas las que los llevaban, sin embargo a lo largo de la historia su número ha variado, aunque quizás la más extendida, sin contar el reparto actual, es que había un cuarto mago, llamado Artabán. Es más, la primera vez que surge el nombre de Melchor, Gaspar y Baltasar es en un mosaico del siglo VI que se encuentra en la iglesia de San Apolinar Nuovo, en Rávena (Italia) donde se representan a estos tres personajes vestidos según las costumbres persas.
Con el tiempo y para seguir las conveniencias que en ese momento tenía la Iglesia, se olvidó el que fueran persas y se les hizo representantes de los tres continentes conocidos entonces (Asia, Europa y Africa). Tanto es así que Baltasar era blanco hasta el siglo XVI, momento en el que se decidió que era mejor hacerle un lavado de imagen. Metidos ya en harina la leyenda dice que los restos del trío descansan en la Catedral de Colonia (Alemania), donde está el llamado Relicario de los Tres Reyes Magos.
Pues bien, a pesar de todos los cuentos que hay en esta tradición, esta noche prepararé el zapato de mi hija (lo de la chimenea está más complicado) para que si lo desean, los Reyes lo colmen de regalos. Por si acaso cae algo yo también dejaré preparado el mío, junto al turrón y al vino dulce, y como no quiero que me vengan con historias de crisis, les dejo algunas ideas de regalos que no he encontrado en el Corte Inglés. Y para terminar de hacer puntos les dedico esta poesía de la inimitable Gloria Fuertes titulada "El camello cojito".
El camello se pinchó
Con un cardo en el camino
Y el mecánico Melchor
Le dio vino.
Baltasar fue a repostar
Más allá del quinto pino....
E intranquilo el gran Melchor
Consultaba su "Longinos".
-¡No llegamos,
no llegamos
y el Santo Parto ha venido! -
son las doce y tres minutos
y tres reyes se han perdido-.
El camello cojeando
Más medio muerto que vivo
Va espeluchando su felpa
Entre los troncos de olivos.
Acercándose a Gaspar,
Melchor le dijo al oído:
-Vaya birria de camello
que en Oriente te han vendido.
A la entrada de Belén
Al camello le dio hipo.
¡Ay, qué tristeza tan grande
con su belfo y en su hipo!
Se iba cayendo la mirra
A lo largo del camino,
Baltasar lleva los cofres,
Melchor empujaba al bicho.
Y a las tantas ya del alba
-ya cantaban pajarillos-
los tres reyes se quedaron
boquiabiertos e indecisos,
oyendo hablar como a un Hombre
a un Niño recién nacido.
-No quiero oro ni incienso
ni esos tesoros tan fríos,
quiero al camello, le quiero.
Le quiero, repitió el Niño.
A pie vuelven los tres reyes
Cabizbajos y afligidos.
Mientras el camello echado
Le hace cosquillas al Niño.
Con un cardo en el camino
Y el mecánico Melchor
Le dio vino.
Baltasar fue a repostar
Más allá del quinto pino....
E intranquilo el gran Melchor
Consultaba su "Longinos".
-¡No llegamos,
no llegamos
y el Santo Parto ha venido! -
son las doce y tres minutos
y tres reyes se han perdido-.
El camello cojeando
Más medio muerto que vivo
Va espeluchando su felpa
Entre los troncos de olivos.
Acercándose a Gaspar,
Melchor le dijo al oído:
-Vaya birria de camello
que en Oriente te han vendido.
A la entrada de Belén
Al camello le dio hipo.
¡Ay, qué tristeza tan grande
con su belfo y en su hipo!
Se iba cayendo la mirra
A lo largo del camino,
Baltasar lleva los cofres,
Melchor empujaba al bicho.
Y a las tantas ya del alba
-ya cantaban pajarillos-
los tres reyes se quedaron
boquiabiertos e indecisos,
oyendo hablar como a un Hombre
a un Niño recién nacido.
-No quiero oro ni incienso
ni esos tesoros tan fríos,
quiero al camello, le quiero.
Le quiero, repitió el Niño.
A pie vuelven los tres reyes
Cabizbajos y afligidos.
Mientras el camello echado
Le hace cosquillas al Niño.
Bueno, la verdad es que la palabra clave para que se hicieran famosos a pesar de su escasa aparición bíblica es "regalos".
ResponderEliminarEstoy convencida.
Pues eso: que os traigan a toda la familia muchos regalos.
Un abrazo y feliz 2009
Todo sea por los niños y verlos felices, ahora, la Iglesia, que buenos asesores de imagen y agencias publicitarias tenían ya en esa época! Cualquier marca japonesa morirían de envidia por campañas como ésta!
ResponderEliminarTe mando un beso
me encanta, sobre todo el poema de Gloria Fuertes jajaja...esto de los reyes como te dicen la idea es regalos!!!
ResponderEliminarQue te traigan muchas cosas!!
Bueno, no soy mucho de reyes, pero este día es especial ( y no son reyes, tu mismo lo has dicho jajajaj)
ResponderEliminarBesicos
Hoy es tarde y noche de miradas felices, de risas, de poner bien las pegatinas en el coche de bomberos, de pilas alcalinas que terminaran con agujetas, de instrucciones complicadas para juegos que vienen de “made in Japan”…hoy es una noche para ver sonreír con/sin cosquillas a los niños.
ResponderEliminarUn saludo
Está claro que los reyes no vienen para todos de la misma manera.
ResponderEliminarDivertido el poema de Gloria Fuertes y la foto de los reyes en el gimnasio.
Es muy tarde, me van a pillar despierta y no me van a dejar nada.
Buenas noches y felices reyes.
Un beso, Miguel.
Disfrutando de tus fotos y tus textos, se me ocurre pensar que el regalo del año eres tú.
ResponderEliminarQue todo os vaya bien. Un abrazo.
Qué fuerte lo del lavado de imagen de Baltasar! Lo que se puede llegar a manipular la historia, tradición, o lo que sea, a conveniencia de la época.
ResponderEliminarYo creo que es uno de los papeles que mejor representamos, una noche en la cual sale lo mejor de nosotros, la alegría de dar, de obsequiar, de sentir la felicidad de provocar la sonrisa y el goce en otro, aunque ese otro sea nuestro hijo o familiar.
Ojalá tuviésemos tan buenos sentimientos el resto del año.
Un abrazo!
Me ha encantado el poema de Gloria Fuertes.
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