Ayer, 26 de enero, tras finalizar el año de la rata, dio comienzo el Año Nuevo Chino bajo el símbolo del buey (Ni hao buey, Zai jian rata). Lógicamente su nuevo año no comienza el 1 de enero ya que su calendario está basado en una combinación de los movimientos de la Luna y el Sol.
Su año comienza con la segunda luna nueva que haya después del 22 de diciembre, fecha del solsticio de invierno boreal. Esa segunda luna se da cada año entre el 21 de enero y el 21 de febrero, es decir, entre 30 y 59 días después del citado 22 de diciembre.
El año que para ellos empieza se corresponde con el 4707, y para celebrar su llegada, ayer organizaron una fiesta popular que se desarrolló en Lavapiés, barrio en el que la comunidad china es una de las más numerosas.
Con esta fiesta se recuperó la tradición de celebrar en la calle la llegada del nuevo año, tras dos años de ausencia debido a discrepancias de las organizaciones convocantes con el gobierno municipal.
Según sus creencias el primer día del año está destinado a dar la bienvenida a los dioses del cielo y de la tierra. Para realizarlo se celebró a la una de la tarde un desfile en la Plaza de Cascorro en el que dos dragones de colores, portados por distintos ciudadanos chinos, iban recorriendo lal son de platillos y tambores las calles del barrio.
Junto a músicos y dragones, cuatro niños sujetaban cuatro cartelones en los que aparecían las letras que representaban la palabra buey, animal que representa la prosperidad obtenida a través del duro trabajo y del esfuerzo personal (algo que a esta comunidad no le falta). Una vez finalizado el pasacalles se hizo una muestra gastronómica con los platos más típicos de la cocina china, pero ahí ya no pude estar.
La verdad es que me sorprendió gratamente el colorido de la fiesta, así como la alegría y la simpatía que derrocharon los chinos durante su celebración. Creo que esta es una buena forma de conseguir un cambio en la imagen que transmiten hacia la comunidad no asiática, ya que la imagen que se tiene de ellos es la de un pueblo ensimismado en su trabajo, con escasa vida social y una casi nula tendencia a integrarse en la sociedad que les acoge.
Su año comienza con la segunda luna nueva que haya después del 22 de diciembre, fecha del solsticio de invierno boreal. Esa segunda luna se da cada año entre el 21 de enero y el 21 de febrero, es decir, entre 30 y 59 días después del citado 22 de diciembre.
El año que para ellos empieza se corresponde con el 4707, y para celebrar su llegada, ayer organizaron una fiesta popular que se desarrolló en Lavapiés, barrio en el que la comunidad china es una de las más numerosas.
Con esta fiesta se recuperó la tradición de celebrar en la calle la llegada del nuevo año, tras dos años de ausencia debido a discrepancias de las organizaciones convocantes con el gobierno municipal.
Según sus creencias el primer día del año está destinado a dar la bienvenida a los dioses del cielo y de la tierra. Para realizarlo se celebró a la una de la tarde un desfile en la Plaza de Cascorro en el que dos dragones de colores, portados por distintos ciudadanos chinos, iban recorriendo lal son de platillos y tambores las calles del barrio.
Junto a músicos y dragones, cuatro niños sujetaban cuatro cartelones en los que aparecían las letras que representaban la palabra buey, animal que representa la prosperidad obtenida a través del duro trabajo y del esfuerzo personal (algo que a esta comunidad no le falta). Una vez finalizado el pasacalles se hizo una muestra gastronómica con los platos más típicos de la cocina china, pero ahí ya no pude estar.
La verdad es que me sorprendió gratamente el colorido de la fiesta, así como la alegría y la simpatía que derrocharon los chinos durante su celebración. Creo que esta es una buena forma de conseguir un cambio en la imagen que transmiten hacia la comunidad no asiática, ya que la imagen que se tiene de ellos es la de un pueblo ensimismado en su trabajo, con escasa vida social y una casi nula tendencia a integrarse en la sociedad que les acoge.
¡Bestial! Me hubiera encantado estar, en la fiesta y en la degustación gastronómica. Mírare la luna para no fallar el año que viene...
ResponderEliminar再见！ Ignacio
Genial. Yo también hubiera querido estar allí.
ResponderEliminarMe encanta ir por Lavapiés. Además tengo ahí mi Uni. Sobre todo hay un indio así enorme riquisimo... ^^ y luego una tetería cerca del metro que es la caña... Hombre, no me adentraría yo sola por ahí pero para tomar algo mola XD
ResponderEliminarLas fotos son geniales, a mí tb me hubiera gustado ir, pero me fui imposible. Al próx.? :P
Pues feliz año, Miguel!
ResponderEliminarEste es el Madrid que me gusta, abierto al mundo.
Saludos
La verdad es que fue una pena el no haberme podido quedar pero tenía que hacer otras cosas que no podía dejar. Esto es lo bueno que tiene Madrid en general, y Lavapiés en particular. Según vas andando vas descubriendo sitios nuevos llenos de encanto.
ResponderEliminarMuy buenas las fotos. Las fiestas duran por lo visto hasta el dia 30. No se si organizaran algo más.
ResponderEliminarMe parece muy bien que se hayan superado las diferencias, estas celebraciones, además de por la parte lúdica, fomentan el intercambio cultural.
ResponderEliminarDani, también hay previsto un Festival en el Palacio de Deportes el día 29.
Pues me gustaría haberlo visto.
ResponderEliminarLa verdad que ni me he enterado, aunque en Nochevieja la chinita de la tienda de mi barrio me estuvo explicando algo, y creo recordar que sí que me dijo que la fecha de su entrada de año era el 26 de Enero. :-) Aún así no pensaba que lo celebraban de esta forma tan vistosa.
Las fotos son realmente fantásticas, cuanto colorido! Creo que el horóscopo chino ejerce una magia especial que nos hace pensar de una manera distinta. Ojalá el buey nos traiga suerte, pero tengo mis dudas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Como bien dice Mcarmen el próximo sábado habrá por la tarde una fiesta en el Palacio de Deportes.
ResponderEliminarLógicamente puede asistir el que desee y la entrada si no tengo mal entendido es gratuita. Ya sabéis si os quedasteis con las ganas aún estáis a tiempo de disfrutar del Nuevo Año.
Las fotos son fantásticas, Miguel.
ResponderEliminarA mí también me encantaría vivir la fiesta en primera persona. Por desgracia el sábado no puedo ir al evento que mencionas.
¡Que rabia! Grrrr
Aún así, gracias por mantenernos informados.
Un abrazo
Lavapiés es así. Su mezcla es impresionante: Ramadán, los gitanos "del curto", los mayos, sus fiestas, las casas okupas, la familia de camellos... Todo es espectáculo.
ResponderEliminarEs una pena que los chinos se aíslen tanto y apenas se relacionen. En mi barrio hay una joven china con acento de Vallecas en una tienda de todo a 100 con la que me parto.
ResponderEliminarAhhhhhhh ¿Qué ha sido ya????? Joe... otro año mas que se me escapa... otro año mas que digo: al siguiente me entero a tiempo y voy!!! Bueno... que no hay forma. Gracias por acercarlo a nosotros, tuvo que ser un día muy especial, me encantaría haber estado.
ResponderEliminarSaludos
¡Que bonito!, mira que lo oí, oí decir que en Lavapiés iban a celebrar el año nuevo los chinos y que era un espectáculo lleno de color, pero al final no fui, menos mal que tú sí, y nos has puesto esta bonita muestra.
ResponderEliminarUn beso, Miguel.