Son las 22:45 h. de un 24 de enero de 1977. Nueve personas se encuentran trabajando en un despacho de abogados situado en la tercera planta de un edificio localizado en el 55 de la calle Atocha. Enfrascados en sus tareas, ven como un timbrazo en la puerta rompe la tranquilidad. Al abrir se desata la tragedia. Tres hombres armados, pertenecientes al comando Hugo Sosa de la Alianza Apostólica Anticomunista (Triple A), irrumpen en el despacho disparando a todo lo que se mueve.
Tras unos minutos de orgía asesina los pistoleros abandonan el edificio dejando tras de sí cinco muertos (tres abogados laboralistas de CC.OO., un estudiante de derecho y un administrativo) y cuatro heridos. Pronto la operación policial puesta en marcha dará sus frutos, y en podos días son detenidas seis personas, incluidos los presuntos asesinos. A pesar de ello, en el seno de la sociedad quedó la sensación de que los verdaderos autores intelectuales de la masacre quedaron impunes.
La matanza se hizo para castigar a los inductores de una huelga de transporte, de gran éxito ,que había tenido lugar el día anterior en Madrid. A pesar de ser unos años en los que los secuestros y asesinatos estaban a la orden del dia, este sangriento acto supuso una de las pruebas decisivas para poder consolidar la democracia en España ya que ante esta barbarie los partidos demócraticos decidieron hacer causa común.
Hoy el edificio donde ocurrió todo esta tapado con una lona publicitaria ya que están reformándolo para hacer apartamentos. Como recuerdo de aquel día queda una placa junto al portal que recuerda a las víctimas, y un monumento situado a pocos metros, en la Plaza de Antón Martín. Inaugurado por el Ayuntamiento en junio de 2003, se trata de una reproducción del cuadro "El Abrazo", realizado por Juan Genovés en 1976. En él aparecen un grupo de personas abrazadas e intenta ser una representación de la unidad de acción y una llamada a la paz.
En unos días en los que en teoría podemos hablar abiertamente, y sin miedo, sobre nuestros gobernantes y podemos defender cada uno las ideas políticas o religiosas que más nos convienen, es bueno recordar a todas aquellas personas que se quedaron en el camino en su intento de conseguir una vida mejor para todos.
Son las 22:45 h. de un 24 de enero de 1977. Nueve personas se encuentran trabajando en un despacho de abogados situado en la tercera planta de un edificio localizado en el 55 de la calle Atocha. Enfrascados en sus tareas, ven como un timbrazo en la puerta rompe la tranquilidad. Al abrir se desata la tragedia. Tres hombres armados, pertenecientes al comando Hugo Sosa de la Alianza Apostólica Anticomunista (Triple A), irrumpen en el despacho disparando a todo lo que se mueve.
Tras unos minutos de orgía asesina los pistoleros abandonan el edificio dejando tras de sí cinco muertos (tres abogados laboralistas de CC.OO., un estudiante de derecho y un administrativo) y cuatro heridos. Pronto la operación policial puesta en marcha dará sus frutos, y en podos días son detenidas seis personas, incluidos los presuntos asesinos. A pesar de ello, en el seno de la sociedad quedó la sensación de que los verdaderos autores intelectuales de la masacre quedaron impunes.
La matanza se hizo para castigar a los inductores de una huelga de transporte, de gran éxito ,que había tenido lugar el día anterior en Madrid. A pesar de ser unos años en los que los secuestros y asesinatos estaban a la orden del dia, este sangriento acto supuso una de las pruebas decisivas para poder consolidar la democracia en España ya que ante esta barbarie los partidos demócraticos decidieron hacer causa común.
Hoy el edificio donde ocurrió todo esta tapado con una lona publicitaria ya que están reformándolo para hacer apartamentos. Como recuerdo de aquel día queda una placa junto al portal que recuerda a las víctimas, y un monumento situado a pocos metros, en la Plaza de Antón Martín. Inaugurado por el Ayuntamiento en junio de 2003, se trata de una reproducción del cuadro "El Abrazo", realizado por Juan Genovés en 1976. En él aparecen un grupo de personas abrazadas e intenta ser una representación de la unidad de acción y una llamada a la paz.
En unos días en los que en teoría podemos hablar abiertamente, y sin miedo, sobre nuestros gobernantes y podemos defender cada uno las ideas políticas o religiosas que más nos convienen, es bueno recordar a todas aquellas personas que se quedaron en el camino en su intento de conseguir una vida mejor para todos.
Buena rememorización y estupendo reportaje.
ResponderEliminarPrecisamente hoy 24 de Enero se celebra en Madrid un homenaje a los Abogados de Atocha organizado por la Fundación Abogados de Atocha. En ella, entre otros actos, se entrega un premio a los militares de la UMD.
A las 11,30 en la calle Lope de Vega, en Madrid. En la sala de actos de Comisiones Obreras. Justo enfrente del Museo del Prado, en la parte de atrás del Ministerio de Sanidad.
Saludos
la historia de Atocha 55 no termina hay , creo que fue este mismo edificio en le que se instalaron unos okupas que fueron desalojados el año pasado. El edificio pertenecia ahora a un invulucrado en el caso Malaya y tras su abandono los okupas lo tomaron con el nombre de Palacio social Malaya
ResponderEliminarla verdad es que siempre me da yuyu esta historia y saber porqué se hizo, contra quién...la de veces que la democracia naciente estuvo a punto de naufragar..
ResponderEliminarEfectivamente cada 24 de enero se hace un homenaje a los fallecidos. Al final del mismo suelen depositar un ramo de flores en el portal del edificio.
ResponderEliminarDanimetrero el local okupado, y desalojado hará un mes era Atocha 49. TE dejo el enlace:
http://madridfotoafoto.blogspot.com/2008/05/atocha-49.html
Didac nunca se supo quien había detrás y por desgracia seguramente nunca se sabrá.
Nos vemos
Una matanza horrorosa, inútil y mucho dolor.
ResponderEliminarUn abrazo y te espero por mi blog.
Viví aquellos momentos en Madrid. La manifestación posterior encabezada por Carrillo se desarrolló en completo silencio... y todos acojonados.
ResponderEliminarLamentable acción. El silencio de la manifestación fue tan sorprendente como sofocante.
ResponderEliminarRecordando ese día, aún hoy se me ponen los pelos de punta...
ResponderEliminarFatídico aniversario. Esto lo viví, y aunque hayan pasado 32 años, aún lo recuerdo vivamente, fue terrible, pero al menos, creo que sirvió para algo.
ResponderEliminarUn abrazo, Miguel.
Gracias por haberte pasado por mi bitácora y dejar un comentario. He visto el tuyo y me ha gustado, también la gran cantidad de información que ofreces sobre los lugares fotografiados. Es posible que algún día coincidamos en cualquier lugar de Madrid haciendo fotos, aunque yo no vivo en la capital y voy solo de vez en cuando.
ResponderEliminarUn abrazo
Estupenda entrada. Efectivamente, la demostración de serenidad que el PCE hizo en las fechas siguientes demostró su capacidad para incorporarse al sistema democrático.
ResponderEliminarSaludos
La verdad, no me gustaría ser habitante en esos apartamentos nuevos. Cómo cambian las cosas.
ResponderEliminarUn abrazo con buena vibra para este 2009!
Siempre he oido hablar de este hecho, pero nunca me había fijado en el portal. Sí he visto el monumento, pero ni me he parado a observar que era por aquello.
ResponderEliminarGracias Miguel.