Dedos

Meñique, anular, corazón, índice y pulgar. Uno a uno la parte superior de unos dedos han surgido de la tierra pero el resto de la mano, así como las demás parte del cuerpo de ese gigantesco ser, continúa enterrada esperando tiempos mejores. Quizás algún día aparezca en todo su esplendor pero mientras tanto podemos disfrutar de esos cinco dedos que desde el 27 de noviembre de 1994 amenazan con salir y tomar todo lo que esté a su alcance en el Parque Juan Carlos I.

La obra, realizada en dos semanas por el chileno Mario Irarrázabal, es una versión de otra titulada Hombre emergiendo a la vida (1981) situada en Playa Brava en Punta del Este (Uruguay), realizada como un a aviso a los nadadores que frecuentaban dicha playa.

"Dedos" fue instalada en su ubicación actual después de haber estado expuesta en 1987 en la calle de Alcalá durante la exposición Chile Vive, y en los años siguientes en el Cuartel del Conde Duque. Según su autor "La función de mi arte es humanizar la ciudad, imaginar y realizar un hito poético, invadir la vía pública con un objeto para soñar". No sé si será lo que buscaba su autor pero hoy estos dedos sufren el peso de algunos niños, y de otros no tan niños, que se suben en lo más alto sin saber que cualquier día pueden despertar al monstruo que debajo descansa. Avisados quedan.

P.D. Para aquellos que os gusten los microrrelatos, hoy he publicado en mi otro blog una nueva entrada titulada Negra Navidad. Por allí os espero.