Para hoy viernes os dejo con otro microrrelato que publiqué hace un tiempo en el otro blog. Como siempre, está contado en 99 palabras.
Cuando Marta conoció a Gabriel en aquella feria de nanotecnología no se imaginó hasta qué punto el amor de éste por las cosas pequeñas marcaría su relación. Pese a que Gabriel trabajaba en un laboratorio de microbiología clínica su verdadera pasión eran los bonsáis, coleccionar miniaturas y aquel blog en el que publicaba microrrelatos, haikus y greguerías. A los pocos días se mudaron a un apartamento de 25m2 donde sólo convivieron dos semanas. Aquella mañana en la que la policía se lo llevó Marta descubrió horrorizada las fotos que Gabriel archivaba en aquel portátil que nunca le dejó usar.
P.D. Hoy he colgado una nueva entrada en mi otro blog. En este caso se titula "Ilusiones". Si os apetece echarle un vistazo pincha este enlace. Por allí os espero. Saludos.
Miguel me ha encantado...final sorprendente. Nunca sabemos bien a quien tenemos a nuestro lado. Un beso
ResponderEliminarUn final de auténtico thriller, muy bien hilado. Ha sido un placer leerlo!! Buen fin de semana!!
ResponderEliminarWinnie0 es cierto. Nunca conocemos del todo a nadie, al menos eso pienso yo.
ResponderEliminarJ.J.Guerra en los microrrelatos la sorpresa siempre se deja para el final. Hay que darle el giro que nadie espera.
Saludos
Tremendo final...nunca sabremos la realidad...un abarzo.
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