miércoles, 18 de marzo de 2009

Paseando entre molinos y almendros

Ajeno a todo lo que sucede en la interminable calle Alcalá, junto al metro de Suanzes, se encuentra la Quinta de los Molinos; un parque lleno de vida que sirve de pulmón, y como lugar de encuentro para los vecinos del Barrio del Salvador, en el distrito de San Blas.

Su aspecto actual se debe en gran medida al arquitecto César Cort, que adquirió el terreno en 1920 para vivir allí. Posteriormente compró unas fincas aledañas y poco a poco le fue dando forma llenándolo de todo tipo de árboles: almendros, pinos, olivos, eucaliptus...

En 1980, poco después de su muerte, sus herederos acordaron con el Ayuntamiento la cesión para uso público de tres cuartas partes del terreno de la Quinta (21,5 Ha) reservándose la parte restante para la edificación de viviendas.

Llama la atención la gran cantidad de agua, que brota por doquier; podrás encontrar disitintas fuentes, arroyos e incluso un pequeño estanque. De hehco el nombre del parque se debe a los dos molinos construidos para aprovechar el agua procedente de los pozos y manatiales diseminados por la Quinta.

En estas fechas destaca sobremanera el colorido que nos brindan los numerosos almendros en flor. Ellos son los responsables de que en estos calurosos días el parque pierda la tranquilidad que normalmente alberga, y se llene de un gran número de visitantes.

Se trata de un público muy diverso: mamás con bebé y carrito; trabajadores con traje y corbata que sentados en un banco aprovechan las horas muertas del turno partido para engullir un bocadillo; deportistas; colegiales que han visto como su recreo de patio de cemento ha cambiado por otro de césped y almendros; estudiantes enamorados que comparten caricias y besos tras "fumarse" las clases; chavales sentados en corro que deciden arreglar el mundo junto a cocacolas de dos litros y bricks de vino; ociosos jubilados que caminan por los senderos rememorando tiempos pasados.

A todos ellos hay que sumarles a los trabajadores del Ayuntamiento que adecentan las zonas más descuidadas; y advenedizos que como yo, que descubren que todavía es posible encontrar en Madrid un lugar que transmita paz y descanso.

11 comentarios:

  1. yo lo descubrí el año pasado y sí, es un oasis en medio del marasmo

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  2. Síiiii!!! Hace años trabajaba justo enfrente, y yo era de esos encorbatados y peripuestas que van a comerse el bocadillo, jaja. Por suerte esos tiempos pasaron y ahora lo disfruto de otra forma, aunque poco voy.

    Tengo una amiga que se dedica a correr por él todos los días y está encantada de la vida.

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  3. ¡Bonito post, Miguel!

    Yo lo conocí hace un par de años y me pareció un lugar maravilloso.

    ¿visteis la antigua pista de Tenis, de césped, con sus gradas y sus vestuarios y todo de principios del siglo XX..? hay cosas preciosas.

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  4. ¡Hola Miguel!

    No conocía este parque, tiene una pinta estupenda. En cuanto pueda, Ana y yo nos damos una vuelta para disfrurtar de sus árboles, fuentes, molinos...

    ¡Un saludete!

    MIGUEL

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  5. No lo conozco y por las fotos tiene que ser un oasis. Intentaré verlo...sobre todo porque me encantan los almendros...qué bonito. Un saludo

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  6. Tambien lo conozco , aunque no entero.pensaba en el futuro tambien hacer un post sobre la quinta de los molinos, pero creo que ya no hace falta porque lo has bordado con el texto y las imagenes.Un saludo, como dices tu: Nos vemos por Madrid

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  7. Dani si no se pudieran repetir entradas pronto se acabarían los temas. Anímate y haz la tuya, seguro que le darás tu toque.

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  8. advenedizo que nos lo cuentan a los demás para que podamos disfrutar de ello. Pues que vivan los advenedizos...

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  9. Mira que bonito y la gente se va hata el Valle del Jertes para ver almendros en flor, jaja

    Bezos

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  10. Se me ocurre que es un lugar ideal para pedir en matrimonio a una novia. Un abrazo.

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  11. Jo, Miguel, tampoco conozco este parque, es más, ni siquiera sabía de su existencia, voy a conocer más cosas por ti, que por todos los miles de años que llevo viviendo en Madrid, no tengo perdón.
    Un besazo.

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