En noviembre de 1971 fue noticia en todos los periódicos del país el caso de las Caras de Bélmez. Una mujer de este pueblo de Jaén, María Gómez Cámara, aseguraba que en el suelo de su cocina aparecían manchas con forma de rostro humano. Posteriormente esas manchas fueron poblando toda la casa, y hoy día casi cuarenta años después continúan los debates entre los partidarios de que allí se producían fenómenos paranormales, y los que afirman que todo ha sido un gran fraude.
Si vas caminando por la Plaza de San Ildefonso es inevitable que te encuentres con un edificio que se encuentre en proceso de rehabilitación. Si te paras frente a él e intentas observar a través de sus ventanas semitapiadas podrás descubrir que en la pared del fondo aparece una cara humana. En este caso no hay ni poltergeist, ni engaños de ningún tipo ya que la presencia de ese rostro tiene su explicación. Se trata de un retrato de unos 10 metros, realizado a carboncillo por el artista cubano Jorge Rodríguez Gerada, en el que aparece un chaval con el pelo largo, vecino del barrio.
Si vas caminando por la Plaza de San Ildefonso es inevitable que te encuentres con un edificio que se encuentre en proceso de rehabilitación. Si te paras frente a él e intentas observar a través de sus ventanas semitapiadas podrás descubrir que en la pared del fondo aparece una cara humana. En este caso no hay ni poltergeist, ni engaños de ningún tipo ya que la presencia de ese rostro tiene su explicación. Se trata de un retrato de unos 10 metros, realizado a carboncillo por el artista cubano Jorge Rodríguez Gerada, en el que aparece un chaval con el pelo largo, vecino del barrio.
Sorprendentemente el proyecto ha contado con el apoyo de la inmobiliaria encargada de la obra. Con este proyecto llamado Identidad, el artista pretende reflejar de forma temporal a la gente del barrio. Lógicamente el dibujo desaparecerá cuando finalmente se construyan los pisos proyectados, y es que como el autor afirma él intenta mostrar "obras efímeras que visitan un lugar para luego marchar, pero quedándose en la memoria de las personas".
Si tenéis tiempo ya sabéis, merece la pena.
Suerte de la fotografía y de la facilidad actual para fotografiar, podemos 'conservar' ese arte efímero tan interesante.
ResponderEliminarSobre las caras de Bélmez y otros fenómenos extraños, nunca se aclara del todo la cosa. Recuerdo unas mesas de Porrera que 'bailaban', mi hermano había visto una, pero no he leído nada concreto sobre la cuestión desde hace años.
Hola, me alegro de que aún siga ahí la pintura, aunque sea por poco tiempo, me gustó mucho cuando la ví. Como dije hace poco en un post, hay muchas formas de arte efímero, algunas muy interesantes, aunque, como bien dice Julia, hoy gracias a la fotografía, permanecen.
ResponderEliminarhttp://artedemadrid.wordpress.com/2009/03/13/arte-urbano-y-iv/
no me he fijado, pero tus fotos son espectaculares. Es curioso lo de las caras de Bélmez, a mí me gustaría ir a verlas, la verdad
ResponderEliminarEstas cosas siempre me sobrecogen un poco...pero este rostro en esa pared...qué pena que desaparezca ¿no? Es un Arte "temporal"...lástima. Besos e intentaré pasarme y fijarme
ResponderEliminarAh y Buenos días que no lo he dicho.
Mejor ver caras que los rotos que dejan las obras en las paredes de la ciudad.
ResponderEliminarEn el espejo de mi casa cuando me asomo aparece una cara. ¿Debería avisar a Íker Jiménez?
ResponderEliminarPues a ver si tengo tiempo. Gracias por el apunte, Miguel...
ResponderEliminarQué curioso, precisamente ayer estuve en la plaza (sí, soy de esa panda de jóvenes incívicos que beben y comen en la calle hasta la mañana siguiente XD), y no tenía ni idea de lo que comentas, y mira que he pasado por ahí mil veces.
ResponderEliminarMe fijaré la prox.., un saludo.