"¡Vaya por Dios! Ahora se pone a llover". Una gota, luego otra ... Miles de gotas emborronan el dibujo tantas veces repetido de la Plaza Mayor con su famosa estatua ecuestre (que, la verdad, no sabe muy bien de quién es). A Juan le gustaría dibujar otras cosas distintas. Le gustaría dejar que su carboncillo se dejase llevar al vaivén de las caderas de esa muchacha que acaba de pasar contoneándose. O incluso dibujar los trazos grises de aquel anciano que avanza cansinamente apoyado en su bastón. Pero los turistas prefieren la estampa típica y manida, ¡qué se le va a hacer!. A fin de cuentas trabaja por dinero. Aunque eso no quiere decir que de vez en cuando no dibuje lo que le venga en gana, por supuesto. Las horas se hacen muy largas en su rincón del soportal, sobre todo los días de verano. Así que entre sus estampas aburridas siempre cuela alguna “de su cosecha”.
Juan lleva ya varios años en paro y su mujer está enferma. Por suerte no tienen hijos. Juan pinta porque no sabe hacer otra cosa. Bueno, sí sabe pero es lo que mejor se le da y además siempre quiso ser pintor. El caso es que desde que está en paro y le dio por lo de pintar en la Plaza Mayor, ya le han ofrecido trabajar varias veces de camarero en las terrazas cercanas.
Aunque algunas horillas sueltas ha ido echando sirviendo las mesas atestadas de turistas, sinceramente él prefiere venderles un dibujo o una pinturilla a pastel que servirles un café. Por eso y porque el paro aún no le ha cumplido y no es cuestión de perderlo por un contrato bastante pasable con muchas horas y poco sueldo, él siempre prefiere volver a sus pinturas, aunque su mujer no opine lo mismo.
Resulta irónico pero desde que todo se le vino abajo, Juan es más feliz que nunca. Se ha dado cuenta de que lo que él siempre quiso hacer es nada más y nada menos que lo que hace, ni contratos sustanciosos, ni pisos caros, ni vivir holgadamente. Él lo que quiere es sentarse en "su plaza" y ver pasar la vida de Madrid: ver cómo respira Madrid, cómo llora Madrid, cómo ríe Madrid y dibujarlo… Y si para eso de vez en cuando tiene que hacer dibujos de toreros o gitanas para los guiris pues los hace…
Un billete de cien euros ha caído de repente dentro de la caja de zapatos vacía que hace las veces de mostrador. Perdido en sus elucubraciones Juan ni siquiera se ha dado cuenta de que ha dejado de llover y de ese chico alto y rubio que lleva un rato rebuscando en su carpeta. Levanta la cabeza y ve un gesto confundido como queriendo decir "¿me lo vendes por cien euros?". Juan guarda rápidamente el billete en su bolsillo y mira alejarse al turista con su dibujo. Tiene gracia, no es de los típicos...
Juan lleva ya varios años en paro y su mujer está enferma. Por suerte no tienen hijos. Juan pinta porque no sabe hacer otra cosa. Bueno, sí sabe pero es lo que mejor se le da y además siempre quiso ser pintor. El caso es que desde que está en paro y le dio por lo de pintar en la Plaza Mayor, ya le han ofrecido trabajar varias veces de camarero en las terrazas cercanas.
Aunque algunas horillas sueltas ha ido echando sirviendo las mesas atestadas de turistas, sinceramente él prefiere venderles un dibujo o una pinturilla a pastel que servirles un café. Por eso y porque el paro aún no le ha cumplido y no es cuestión de perderlo por un contrato bastante pasable con muchas horas y poco sueldo, él siempre prefiere volver a sus pinturas, aunque su mujer no opine lo mismo.
Resulta irónico pero desde que todo se le vino abajo, Juan es más feliz que nunca. Se ha dado cuenta de que lo que él siempre quiso hacer es nada más y nada menos que lo que hace, ni contratos sustanciosos, ni pisos caros, ni vivir holgadamente. Él lo que quiere es sentarse en "su plaza" y ver pasar la vida de Madrid: ver cómo respira Madrid, cómo llora Madrid, cómo ríe Madrid y dibujarlo… Y si para eso de vez en cuando tiene que hacer dibujos de toreros o gitanas para los guiris pues los hace…
Un billete de cien euros ha caído de repente dentro de la caja de zapatos vacía que hace las veces de mostrador. Perdido en sus elucubraciones Juan ni siquiera se ha dado cuenta de que ha dejado de llover y de ese chico alto y rubio que lleva un rato rebuscando en su carpeta. Levanta la cabeza y ve un gesto confundido como queriendo decir "¿me lo vendes por cien euros?". Juan guarda rápidamente el billete en su bolsillo y mira alejarse al turista con su dibujo. Tiene gracia, no es de los típicos...
Esta entrada es un homenaje a todos los pintores y caricaturistas que se ganan la vida a diario en la Plaza Mayor. La historia es de Sara, mi mujer, que al fin, a pesar de sus reticencias, ha accedido a colaborar con alguna de sus historias.
Hola!! me gusto mucho tu blog, la pase bien aci y lo seguire visitando, pásate por el mío, seguro que te gustará.
ResponderEliminarSaludos desde:
http://elmercaditodelrock.blogspot.com/
P.D.: Si te gusta, vótame en la categoría de Mejor blog de "música" a continuación:
http://www.20minutos.es/premios_20_blogs/resultado-busqueda/el+mercadito+del+rock/
Muchas Gracias!!.
Pues lo cuenta muy bien tu señora. Todos conocemos un Juan. Un abrazo.
ResponderEliminarA mí siempre me han admirado estos pintores, algunos son verdaderos artistas..un bonito post
ResponderEliminarHola MAdrileño...
ResponderEliminarComo molan las fotos de los dias en Madrid!!!... las nuestars son mas amarrones..de noches y esos..y t tienes plan el 28 de noviembre???... Te mola KArabanchel???..
pues apunta!!
Es irremediable… no podemos controlarnos!!!
ESTO ES SPAM... EXQUISISTO
Somos los murmullos de las cucarachas
Participamos en el concurso de blog del 20 minutos.
¡NO QUEREMOS TU VOTO!
¡Pero si hay una cosa que TU puedes hacer por NOSOTROS!
Y en video...
http://blip.tv/file/1381740
¡¡¡Sólo para paladares y cerebros educados...!!!
ESTO ES SPAM... EXQUISISTO
Donde hay talento hay cosas más importantes para los artistas que servir mesas y ganarse una miseria a costa de su valioso tiempo y esfuerzo. Pienso que todos somos artistas en menor o mayor grado a la hora de engañar al hambre, de modo que donde hay talento como el que muestras en estas fotos, hay que decir: que viva el arte, joder.
ResponderEliminarDicho sea de paso, el cuento del post está muy bueno también.
¡Enhorabuena!
Saludos.
Madrid es una hermosa ciudad donde tengo muchísimos amigos.
ResponderEliminarFelicidades por el blog y ánimo que ya te queda poco para tu primer aniversario ;)
Salu2.
Las fotos combinadas con la historia dan al conjunto una sensación de realidad tremenda. Por un momento llgué a pensar que era la confesión que te había hecho uno de los caricaturistas mientras les fotografiabas :)
ResponderEliminarUn saludo,
Pedro.
Que bonitos dibujos, la verdad es que por las calles te puedes encontrar con verdaderos artistas.
ResponderEliminarA mí también me ha gustado la combinación del relato y tus fotos.
ResponderEliminarLe da otro toque.
;-)
Enhorabuena por el artículo.
ResponderEliminarHe disfrutado enormemente leyéndolo. Enhorabuena a tu mujer por el texto y a tí por las fotos.
Un saludo
pues Miguel me ha encantado: creo que Mamen, tu mujer, debería colaborar más a menudo contigo, y regalarnos posts como este. La unión hace la fuerza, y tú y ella, las fotos y el texto, forman un estupendo binomio. Un placer :), besucos.
ResponderEliminarMe gusta también en la Plaza Mayor ese mercado filatélico de los domingos...
ResponderEliminarUn sólo pero a los comentarios recibidos (Carlota). Mi mujer se llama Sara, no Mamen.
ResponderEliminarHistorias que se esconden dentro de otras historias.
ResponderEliminarY la felicidad, esquiva como siempre, escondiéndose en cualquier rinconcito.
ójala los gustos cambiaran y vendieran muchos más dibujos "de su cosecha"
Un abrazo
Hola Miguel!
ResponderEliminarDisculpa que haya tardado tanto en venir a agradecer tu visita, tu lectura y tus palabras en mi blog.
Es bellísimo tu espacio.
Si no te importa le voy a hacer un link.
La entrada me ha gustado mucho.
Disfruté de las fotos acompañadas de un texto entrañable.
Nos seguimos leyendo.
Recibe un abrazo!
L.Y.
Me traen recuerdos muy lejanos y bonitos, cuando era pequeña, de esto hace un montonazo de años, en el cole nos llevaron a un concurso de pintura en la Plaza Mayor, me dieron un accésit, no sé si se lo darían a tod@s, pero me hizo mucha ilusión, además de un vale para comprar pinturas.
ResponderEliminarOjalá le vaya bien a Juan, pintar es bonito, pero algo duro para ganarse la vida.
Ayer paseando por la Gran Vía, me encontré con el poeta, le compré una poesía y casualmente era la misma, digo casualmente porque estaba terminando de escribirla y tenía otras al lado que eran diferentes, después me acerqué a Montera a ver el trampantojo y le hice una foto, pero muchísimo peor, nada que ver con la tuya.
Me estás aficionando a la fotografía.
Besos, Miguel.
Hola!!quiero hacer una caricatura de mi chico y yo para san valentin, y queria saber si ahora, tambien hay caricaturistas en la plaza mayor. Al ser enero...
ResponderEliminarEstán todo el año Fatimaflute así que aún estás a tiempo.
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