sábado, 18 de octubre de 2008

El Día contra la pobreza

Ayer por la tarde, al salir del trabajo, me topé en plena Puerta del Sol con un concierto. Al acercarme allí a oler que se cocía, descubrí que se trataba de una actuación del grupo valenciano "La Pulquería", que a ritmo de ska celebraban a su manera, junto a los allí congregados, el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza.

Al sentirme en fuera de juego, ya que no conocía esa celebración, he buscado algo de información, y así me he enterado que dicho evento se celebra cada 17 de octubre desde 1993. La fecha coincide con el momento en el que la Asamblea General de las Naciones Unidas dictó los pasos a seguir para lograr que los gobiernos y los ciudadanos de a pie adquirieran una mayor conciencia social sobre las necesidad de erradicar la pobreza en el mundo.

Este año el lema era "Rebélate contra la pobreza. Más hechos y menos palabras", y con él de cabecera miles de personas salieron ayer a la calle en más de cincuenta ciudades españolas. El objetivo es lograr que los mandamases mundiales cumplan sus compromisos para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio consistentes en reducir a la mitad, para el año 2015, la proporción de personas con ingresos inferiores a un dólar diario.

Los organizadores son la "Alianza contra la pobreza", organización que aglutina a ONG, asociaciones religiosas, ecologistas y sindicatos. Según afirman, los objetivos marcados para 2015 no se alcanzarán ya que para ello harían falta 50.000 millones de dólares anuales y hasta ahora sólo se han logrado la tercera parte. Además, según el Banco Mundial, casi 1.500 millones de personas viven con menos de 1,25 dólares al día y debido a la crisis actual este número desgraciadamente aumentará.

La Alianza afirma que con el 0,3% de lo que va a invertir Europa para salvar a los bancos del batacazo económico actual, se frenarían de forma drástica estas penosas cifras. En España, según datos recientes del INE, el 13% de la población ingresa menos de 6860 euros anuales, valor que marca el umbral de la pobreza moderada. Si particularizamos en Madrid, 900.000 personas no llegan a ese límite, pero ese es un tema que dejo para una futura entrada.

13 comentarios:

  1. Hola Miguel.
    No tenía ni idea de que existía un día contra la pobreza, gracias por informarnos.
    La verdad es que las cosas están llendo de mal en peor, por desgracia. Y efectivamente, con una miníma inversión del fondo monetario se podrían alimentar muchas muchísimas bocas, porque según he oido en las noticias resulta que para "salvar" a los bancos van a invertir 2 billones de euros, una auténtica salvajada de dinero. Fijate tú si no se podrían hacer muchas mejores cosas con ese dinero. Pero que pasa, que siempre pasa la mismo el que quiere no puede ayudar y el que puede no quiere. Pero no sé porque extraña razón siempre acaban ayudando más los que quieren y no pueden que los que realmente pueden. ¿Por qué se pagan esas burradas de dinero a los jugadores de fútbol, o los famosos por salir en una revistucha del tres al cuarto...? Les podían pagar lo mismo que todo a hijo de vecino y el resto de ayuda a quien más lo necesita pero no, pobrecitos ellos sino se quedarían sin su bolsito de Channel o de chalet en la Moraleja y su "casita" de veraneo en Ibiza. En fin, que el mundo está muy mal repartido, y que ahora las cosas están regulin regulan para muchos.
    Gracias por mostrarnos una vez más Madrid con su compromiso, su encanto...Gracias, Miguel. Cada día me gusta más pasarme por este blog.
    Saluditos.
    Nos estamos leyendo.

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  2. no sabia de este festival...pero no me convencen demasiado por muy buena que se su lucha, pero bueno eso es otra historia

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  3. Estos días están muy bien, pero quedan en nada si los países ricos no se mentalizan, de verdad, en erradicar la pobreza. Un abrazo.

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  4. Buenos, ideas como estas me agradan mucho, pero da igual... por muchos días que se hagan qué podemos hacer? nada, seguirán haciendo cosas pero a la hora de la verdad los que tienen el dinero no lo dan...

    Bsicos

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  5. Somos todos pobres, algunos de solemnidad, y a mucha honra, pero nada se puede hacer con el sistema actual de leyes instituidas todas por usureros y bandidos de la misma camada...

    Saludos.

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  6. Se me ocurre que como sigan así los gobiernos pondrán un impuesto al menu de lujo de los restaurantes de pobres:
    Menu:
    Tartar steak de banquero con hierbas. 0.60 $
    Impuesto especial 60.00 $
    Nota.- El valor del impuesto se dedicará integramente al F.S.I. (Fondo de seguridad interbancario)
    Un abrazo, hombre.

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  7. Ojalá se terminara algún día con el hambre, sería maravilloso que fuese antes del 2015, pero desgraciadamente no pinta muy bien el futuro económico, estamos en manos poco de fiar, y tampoco estoy muy segura si una revolución solucionaría las cosas.
    Me parece todo muy injusto, algunos gastan millones en unos zapatos de brillantes y otros no tienen ni para comer, es asqueroso.
    ¡Qué impotencia!, un abrazo.

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  8. No tenía ni idea, pero me parece una buena propuesta.

    salu2

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  9. Pues muchísimas gracias por la información, porque yo soy de Madrid y no tenía ni idea de este acontecimiento. Te seguiré. Besos

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  10. El problema tiene su remedio:

    Octubre 19, 2008por José Saramago.

    Estaba pensando escribir en el blog sobre la crisis económica que nos han echado encima cuando me tuve que poner a cumplir un compromiso con otros medios. Dejo aquí lo que pienso, que ya ha aparecido en España, en el periódico Público, y en Portugal, en el semanario Expresso.

    Crimen (financiero) contra la humanidad

    La historia es conocida, y, en aquellos tiempos antiguos en que la escuela se proclamaba educadora perfecta, se le enseñaba a los niños como ejemplo de la modestia y la discreción que siempre deberían acompañarnos cuando el demonio nos tentara para opinar sobre lo que no conocemos o conocemos poco y mal. Apeles podía consentir que el zapatero le apuntase un error en el calzado de la figura que había pintado, por aquello de que los zapatos eran su oficio, pero que nunca se atreviera a dar su parecer sobre, por ejemplo, la anatomía de la rodilla. En suma, un lugar para cada cosa y cada cosa en su lugar. A primera vista, Apeles tenía razón, el maestre era él, el pintor era él, la autoridad era él, mientras que el zapatero sería llamado cuando de ponerle medias suelas a un par de botas se tratase. Realmente ¿hasta dónde vamos a llegar si cualquier persona, incluso la más ignorante de todas, se permite opinar sobre lo que no sabe? Si no tiene los estudios necesarios es preferible que se calle y deje a los sabedores la responsabilidad de tomar las decisiones más convenientes (¿para quién?).

    Sí, a primera vista Apeles tenía razón, pero solo a primera vista. El pintor de Felipe y de Alejandro da Macedonia, considerado un genio en su época, ignoró un aspecto importante de la cuestión: el zapatero tenía rodillas, luego, por definición, era competente en estas articulaciones, aunque fuera solo para quejarse, si ese era el caso, de los dolores que sentía. A estas alturas, el lector atento ya habrá entendido que no es de Apeles ni del zapatero de lo que se trata en estas líneas. Se trata, sí, de la gravísima crisis económica y financiera que está convulsionando el mundo, hasta el punto de que no podemos escapar a la angustiosa sensación de que llegamos al final de una época sin que se consiga vislumbrar qué y cómo será lo que venga a continuación, tras un tiempo intermedio, imposible de predecir antes de que se levanten las ruinas y se abran nuevos caminos. ¿Cómo lo hacemos? ¿Una leyenda antigua para explicar los desastres de hoy? ¿Por qué no? El zapatero somos nosotros, todos nosotros, que presenciamos, impotentes, al avance aplastante de los grandes potentados económicos y financieros, locos por conquistar más y más dinero, más y más poder, con todos los medios legales o ilegales a su alcance, limpios o sucios, normalizados o criminales. ¿Y Apeles? Apeles son, precisamente, los banqueros, los políticos, las aseguradoras, los grandes especuladores que, con la complicidad de los medios de comunicación social, respondieron en los últimos treinta años, cuando tímidamente protestábamos, con la soberbia de quien se considera poseedor de la última sabiduría, es decir, aunque la rodilla nos doliera, no se nos permitía hablar de ella, se nos ridiculizaba, nos señalaban como reos de condena pública. Era el tiempo del imperio absoluto del Mercado, esa entidad presuntamente auto reformable y auto regulable encargada por el inmutable destino de preparar y defender para siempre jamás nuestra felicidad personal y colectiva, aunque la realidad se encargase de desmentirlo cada hora que pasaba.

    ¿Y ahora? ¿Se van a acabar por fin los paraísos fiscales y las cuentas numeradas? ¿Será implacablemente investigado el origen de gigantescos depósitos bancarios, de ingenierías financieras claramente delictivas, de inversiones opacas que, en muchos casos, no son nada más que masivos lavados de dinero negro, de dinero del narcotráfico? Y ya que hablamos de delitos: ¿tendrán los ciudadanos comunes la satisfacción de ver juzgar y condenar a los responsables directos del terremoto que está sacudiendo nuestras casas, la vida de nuestras familias, o nuestro trabajo? ¿Quién resuelve el problema de los desempleados (no los he contado, pero no dudo de que ya son millones) víctimas del crash y que desempleados seguirán durante meses o años, malviviendo de míseros subsidios del Estado mientras los grandes ejecutivos y administradores de empresas deliberadamente conducidas a la quiebra gozan de millones y millones de dólares cubiertos por contratos blindados que las autoridades fiscales, pagadas con el dinero de los contribuyentes, fingen ignorar? Y la complicidad activa de los gobiernos ¿quién la demanda? Bush, ese producto maligno de la naturaleza en una de sus peores horas, dirá que su plan ha salvado (¿salvará?) la economía norteamericana, pero las preguntas a las que tendría que responder están en la mente de todos: ¿no sabía lo que pasaba en las lujosas salas de reunión en las que hasta el cine nos ha hecho entrar, y no solo entrar, hemos asistido a la toma de decisiones criminales sancionadas por todos los códigos penales del mundo? ¿Para que le sirven la CIA y el FBI, además de las decenas de otros organismos de seguridad nacional que proliferan en la mal llamada democracia norteamericana, ésa donde un viajero, a su entrada en el país, tendrá que entregar a la policía de turno su ordenador para que éste copie el respectivo disco duro? ¿No se ha dado cuenta el señor Bush que tenía al enemigo en casa, o, por el contrario, lo sabía y no le importó?

    Lo que está pasando es, en todos los aspectos, un crimen contra la humanidad y desde esta perspectiva debe ser objeto de análisis, ya sea en los foros públicos o en las conciencias. No exagero. Crímenes contra la humanidad no son solo los genocidios, los etnocidios, los campos de muerte, las torturas, los asesinatos selectivos, las hambres deliberadamente provocadas, las contaminaciones masivas, las humillaciones como método represivo de la identidad de las víctimas. Crimen contra la humanidad es el que los poderes financieros y económicos de Estados Unidos, con la complicidad efectiva o tácita do su gobierno, fríamente han perpetrado contra millones de personas en todo el mundo, amenazadas de perder el dinero que les queda después de, en muchísimos casos (no dudo de que sean millones), haber perdido su única y cuántas veces escasa fuente de rendimiento, es decir, su trabajo.

    Los criminales son conocidos, tienen nombre y apellidos, se trasladan en limusinas cuando van a jugar al golf, y tan seguros están de sí mismos que ni siquiera piensan en esconderse. San fáciles de sorprender. ¿Quién se atreve a llevar a este gang ante los tribunales? Todos le quedaríamos agradecidos. Sería la señal de que no todo está perdido para las personas honestas.

    (Escrito en El cuaderno de Saramago)


    http://cuaderno.josesaramago.org/


    Un saludo.

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  11. Pero es que vas siempre cámara en mano? jaja. Qué bueno. Te pareces a uno que yo sé.

    Yo sí habìa oído lo de este dia. Ojalá se recordase todos los días del año.

    Saludos!

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  12. Te tengo que poner más tareas porque veo que las cumples.

    Lo del Rastro se me pasó por las vacances.

    Muchas gracias, Ignacio

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  13. Gracias Miguel por pasarte por mi blog... Es de agradecer que teniendo un punto de vista distinto respetes mi forma de vivir no todo el mundo lo hace.

    En cuanto a "convencerte" no te tengo que convencer... Simplemente has de reflexionar si te apetece vivir de la manera más justa para el resto de animales o considerar que los humanos tienen derecho a utilizar a los otros animales como les plazca. Mis padres me enseñaron a comer carne, pero te aseguro que desde que no la como me siento mejor física y anímicamente. Por fin, he coordinado mis sentimientos con mis acciones.
    En relación a la pobreza el vegetarianismo es una manera de atajarla. Mi post "Diez "sanas" razones para ser vegetarian@" creo que explica claramente las razones para dejar de comer carne. Un saludo.

    P.D. Muchos de mis amigos vegetarianos eran "supercarnívoros" les encantaba la carne, pero ya ves... Estamos metidos en tantas historias que los principios pueden con los "gustos"...

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