Hace pocos días publiqué una entrada en la que os contaba la curiosa Casa de Bambú construida en el Ensanche de Carabanchel, pues bien hoy vuelve de nuevo aquí el bambú pero por motivos distintos. No os perdáis esta carta publicada hoy en la edición impresa del 20 minutos.
"Bambucidio" en el Campo del Moro
A.García Orellana.
Campo del Moro, domingo 23 de mayo, 17.00 horas. Dos matrimonios de septuagenarios se adentran en un bosquecillo de bambú, seleccionan un ejemplar de buen tamaño (3 ó 4 metros de altura y 6 cm de diámetro) y, ni cortos ni perezosos, comienzan a talarlo con una navaja. Mi hija de 5 años, a la que he estado sermoneando para que no arranque ninguna flor del parque, los observa boquiabierta.
Campo del Moro, domingo 23 de mayo, 17.00 horas. Dos matrimonios de septuagenarios se adentran en un bosquecillo de bambú, seleccionan un ejemplar de buen tamaño (3 ó 4 metros de altura y 6 cm de diámetro) y, ni cortos ni perezosos, comienzan a talarlo con una navaja. Mi hija de 5 años, a la que he estado sermoneando para que no arranque ninguna flor del parque, los observa boquiabierta.
«Pero hombre, eso no se puede hacer. ¿No les da vergüenza?», les digo. No, no les da. Tras cortar el tronco empiezan a trocearlo tranquilamente para obtener tres bastones. «¡Tenemos permiso del vigilante!»,me espeta una de las señoras. Quince minutos más tarde, observo desde una cierta distancia que un coche de vigilancia del parque se detiene junto al bosquecillo justo en el momento en el que los cuatro ancianos salen de él con sus bastonazos recién hechos.
«¡Ajá!»,me digo. Pues no. El vigilante sale del coche, ignora a los jubilados, se dirige a un chico que está sentado en la hierba con un bebé, le pide que no pise el césped y se marcha. Una de tres:o el guardia no se entera de nada, o realmente les había dado permiso para cortar el bambú, o el joven del césped le pareció más inofensivo que los cuatro septuagenarios (que tenían un aspecto realmente fiero emergiendo del bosque enarbolando sus garrotes nuevos). En cualquiera de los tres supuestos: enhorabuena al vigilante por su magnífico trabajo y a losancianos por su civismo.
En fin... me molesta además que lo hagan personas mayores, para que luego vayan diciendo eso de "Menuda juventud"
ResponderEliminarCarpe Diem
las persona mayores son así...se ponen el mundo pro montera y hacen cosas por el estilo. no todas desde luego, pero es más común de lo que parece.
ResponderEliminarQué lástima de país
Yo alucino Miguel...de verdad...el mundo parece a veces que se ha vuelto loco. Manda narices ...ni con edad se debe hacer eso....Un beso
ResponderEliminar¿Vigilantes? ¿Pero realmente vigilan...?
ResponderEliminarRealmente en este caso no se salvan ni los abueletes, que hacen lo que les sale del forro, ni el vigilante, que no sabemos para qué le pagan exactamente.
ResponderEliminarSaludos
Con todos mis respetos a la ancianidad, por la parte que me toca, a veces no tienen vergüenza, se creen con derecho a todo por el mero hecho de haber vivido muchos años, ¡una pena!, y lo peor del caso es que, probablemente, si hubieran sido unos jovencitos, igual los llevan detenidos.
ResponderEliminarBesos, Miguel.