Durante el reinado de Carlos III se encargó a Sabatini rematar un proyecto iniciado por Hermosilla, que consistía en construir un gran hospital en el que aglutinar muchos de los pequeños centros que hasta entonces había diseminados por la ciudad. Así, el Hospital General fue inaugurado por Carlos III, en 1787, con capacidad para 18.000 enfermos.
Desde entonces el hospital sufrió distintas modificaciones y mantuvo sus funciones hasta que en 1965 cerró sus puertas. Desde entonces sufrió unos penosos años de abandono e incluso se pensó en demolerlo, pero afortunadamente la Academia de San Fernando y la Dirección General de Bellas Artes se opusieron y lograron que se mantuviera en pie, e incluso fue declarado mediante Real Decreto de 1977 edificio historico-artistico. Cinco años después se decidió que este era un buen lugar para albergar el que se llamaría Museo de Arte Moderno Reina Sofía y así lo podemos encontrar hoy día.
Se dice que en sus primeros años de funcionamiento murieron en él muchas personas debido a las distintas epidemias que asolaron la ciudad. La mayoría de ellas acabaron enterradas en el subsuelo del hospital y quizás de ahí vengan los sucesos que después hicieron que este lugar sea uno de los misteriosos de la capital. Desde sus inicios se contaba que eran comunes las apariciones de gente ya muerta que anunciaban el fin a los que estaban con pie y medio en el otro mundo.
Cuando se acondicionó para museo se encontraron todo tipo de esqueletos, cadenas y grilletes e incluso cuando en 1990 se procedió a una segunda remodelación aparecieron tres monjas momificadas enterradas en la antigua capilla del hospital, que según se cuenta siguen hoy descansando bajo de la puerta principal del museo.
Todo se reavivó en 1992 cuando llegó al museo el Guernica. Desde entonces los vigilantes nocturnos comenzaron a notar sensaciones extrañas: puertas que se abrían y cerraban solas, alarmas que se disparan, gritos aterradores, y todo tipo de hechos más propios de Milenio Tres que de un museo. Hasta aquí se desplazaron técnicos en parapsicología y una médium llegó a deducir que el fantasma era real y que era un sacerdote que había muerto aquí torturado durante la guerra civil.
Hubo varios vigilantes que pidieron el cambio de puesto e incluso algunos tuvo que que pedir la baja médica. Después de las investigaciones la Consejería de Medio Ambiente afirmó que carecía de competencias sobre fenómenos paranormales y dejó los hechos correr. Desde entonces no se ha vuelto a oír nada sobre estos fenómenos pero no se sabe si es porque los fantasmas ya descansan en paz o es porque no interesa sacarlos a la luz. Si te da por visitar el museo ya sabes anda atento y vigila tus espaldas, es posible que alguno de los fantasmas te esté vigilando.
P.D. Hoy he publicado una nueva entrada en mi otro blog titulada Desamores. Si apetece echar un vistazo ya sabes.
P.D. Hoy he publicado una nueva entrada en mi otro blog titulada Desamores. Si apetece echar un vistazo ya sabes.
Jo Miguel no tenía ni idea...Dá un poco de yuyu ¿no? pero bueno El museo es una JOYA. Besos de lunes
ResponderEliminarDe esto si habia oido algo... Tendremos que hacer como los gallegos. Los fantasmas no existen, pero haberlos, haylos :-P
ResponderEliminarCarpe Diem
me encanta cómo somos capaces de crear estas historias en todo edificio reformado...pasó lo mismo en el Palacio de Linares y parece que no era cierto.
ResponderEliminarEn cualquier caso, cuando visite el Reina trataré de ver el fantasma y si le saco una foto te la mando
Recuerdo una vez que fui y sonaba un cántico coral de mujeres, precioso. Yo creía que era música ambiente de la exposición, hasta que vi a los vigilantes de un lado a otro preguntando de dónde salían aquellas voces...
EliminarAnónimo ahí queda tu experiencia. Cada uno que piensa lo que crea, o quiera sobre ella.
EliminarSaludos
Cuantas historietas de fantasmas y leyendas tenemos en nuestro querido Madrid. Por lo menos ayudará a mantener vivo el recuerdo de nuestros nobles edificios. Tendrá algo que ver lo cerquita que estaba el antiguo depósito de cadáveres..
ResponderEliminar?
Algo habi ya leido, resulta curioso que cada vez que se hace algo en algun sitio de este madrid algo aparece y no siempre con buenas energias, tierra de historias, de leyendas, de vidas...buen trabajo, un abrazo.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo al cien por cien con cosechadel66.
ResponderEliminarDesde luego todo edificio antiguo que se precio debe tener su fantasma, sino pierde parte de su encanto.
Saludos
Creo que efectivamente no les conviene sacar estos fenómenos a la luz. pero cuando el rio suena, agua lleva
ResponderEliminarYo no he notado nada cuando he estado allí, debo ser poco sensible, la próxima vez pondré más atención, lo cierto es que no creo mucho en todas estas cosas, pero nunca se sabe...
ResponderEliminarBesos para ti, y para los fantasmas, por si acaso.
Hola, he estado varios meses en Madrid, y en UNO de mis ultimos Paseos por la ciudad le saque fotos de noche al Reina Sofia con mi movil. Terrorifica sorpresa me he llevado al descubrir que en una de las fotos aparece la figura de una mujer, Blanca, levitando. Luego me entere por casualidad que antiguamente funcionaba un hospital. ...
ResponderEliminarAnónimo pues si quieres mandarme la fotografía para que la cuelgue aquí para mí sería un placer.
ResponderEliminarAhi queda la invitación. Espero tu respuesta.
Saludos
ami me ocurrio algo tambien un caso un poco raro ahora tengo 34 años cuando nos ocurrio el suceso teniamos 14 años me acuerdo muy bien de la fecha por que era la primeravez que poseiamos el dni y entonces entrar en los museos era gratis me acuerdo que en esas fechas por la alegria de tener en las manos el dni fuimos ahacer una visita al museo reina sofia era la primeravez que veiamos un museo asi estubimos mirando las esposiciones que habia y me acuerdo que hasta algunas eran interesantes para nosotros lo que pasa que como todo la esoposicion pronto nos dejo de llamar la atencion con los que los cuatro amigos que ibamos decidimos hacer nuestra propia espedicion por el museo no se si es por que es muy grande o no habia mucha vigilancia por entonces nos vimos facil de dianbular por el museo me acuerdo que lo que nos divertia era subir y bajar por los ancesores una vez cansados decidimos investigar cada piso del museo pero esta vez por las escaleras me acuerdo que cuando ibamos por el piso segundo segun entras por la calle a mano derecha al final hay unas escaleras que llaman mucho la atencion por que son de piedra ahora las miraria con otros ojos pero en aquellos tiempo nos parecian las tipicas escaleras de los castillos medievales como iba diciendo nos empezamos a subir al tercer piso subiendo por las escaleras y claro subimos de todas formas menos como se tiene que subir en silencio jugando subiendo corriendo y lo tipico que se decia marica el ultimo de repente me acuerdo que ademas iba yo el segundo cuando mi amigo se paro de repente inmediantamente todos los demas tambien se nos aparecio una monja con los brazos estendidos haciendonos frenar una vez parados nos hizo un gesto con las dos manos como si nos hiciera la señar de ir mas despacio y luego una tercera con el gesto desilencio tiene razon hermana le dige estamos asalvajados luego siguio bajando nosotros subimos mas despacios como deberiamos de haber subido desde un principio pero con el rabillo del ojo nosotros subiendo y el otro como la monja iba bajando hasta perderla de vista luego me incline por la escalera para ver donde iba y no estaba y faltaba bastante para que se encontrara el pasilo del segundo nos quedamos mis amigos y yo calladitos hasta un buen rato vimos una señal de que habia una biblioteca nos metimos alli por que habia gente una vez ahi enpezamos a contar el relato de la monja cuando el asomblo nuestro el amigo que iba primero me dijo esque no te has dado cuenta que no tenia pies que pies ni que tonterias lo tenia tapado por el habito y no te has dado cuenta que bajaba como si estubiera en una escalera automatica normalmente cuando subes haces un movimiento esclusivo y real mente ella no lo tenia en eso si me fige yo por eso la segui con el rabillo del ojo pero lo que mas no choco fue el que iba en el cuarto puesto nos dijo que de que monja estabamos hablando que si estamos flipando mas flipando estas tu que no estas con la guasa esa se quedo asi la cosa lo que mas me choco es que no era una monja de las actuales tenia una tunica gris y lo que se cubre la cabeza era asi cuando llevan la mujeres las puntas cuando se rizan las puntas hacia arriba y era blanco me llamo mucho tambien dos rosarios uno que llevaba en el cuello eran unas canicas gordas pero de madera y el que llevaba en la mano izquierda ese parecia mas bueno eran mas manejable parecia de cristal y lo que me choco tambien es que no hacia nada de ruido pensaria en ese momento que seria la educacion de la monja por eso del voto del silencio y todo eso terminando ya no volvimos mas a ese museo y luego cual fue mi asombro de ver publicado un caso los fantasmas del reina sofia esa es mi historia y es mas o menos como la puedo recordar ahora que piensen que es una historia inventada o de fabula me da igual es mi historia y es como la he vivido ahora se las dejo a los demas que piensen lo que quieran .....raul duro simon
ResponderEliminarRaúl dicho queda. Lo que cuenta es lo que tú sentiste en ese momento, y eso nadie te lo puede quitar. Es más, tu comentario me da para una entrada. Quizás un día con tiempo lo haga, creo que merece la pena que todos conozcan tu punto de vista.
ResponderEliminarSaludos