Las fotos que cuelgo en este blog son sólo una excusa para mostrar todos aquellos lugares y personajes que por un motivo u otro más me atraen de esta ciudad caótica llamada Madrid.
Si quieres seguir leyendo mis historias puedes hacerlo aquí: http://en99palabras.blogspot.com.es/
miércoles, 12 de mayo de 2010
La estatua que bebía demasiado
En este caso se trata de contestar a tres preguntas: ¿Dónde se encuentra este monumento? ¿Cuál es su nombre? ¿Por qué está ese vaso junto al monumento?
La verdad es que ya era hora que no me acertárais una a la primera.
Os doy una pista para ver si así podéis situarla: la idea de poner esta estatua tiene que ver con la entrada que colgaré estat tarde o mañana, y dicha entrada tiene relación con una noticia que hoy está en boca de la mayoría de la gente, y no, no es lo de Zapatero.
Espero vuestras respuestas
Saludos a todos y gracias por vuestros comentarios.
Pues a no se de quien es, pero está entre la diagonal del Paseo de las Acacias y la Calle de Toledo, en le Parque de Piramides, boca de metro Piramides. Pero no se quien es.
Exacto Anónimo la escultura representa la cabeza de un fauno barbado, y está en los Jardines de doña Concha Piquer, entre la calle Toledo y el Paseo de las Acacias.
Lo del vaso también tiene su explicación: en ese pequeño parque se junta mucha gente los días de partido en el Calderón, así que ese vaso quedó allí después de algún día de fútbol.
Pobre hombre, la verdad es que tiene un poco carita de piripi, hay que ver, estos del botellón dejan el vaso en cualquier sitio, que dicho sea de paso no sé qué sitio es, voy a leer algún comentario a ver si me entero. Ya me he enterado por tu comentario, así que son los atléticos los del vaso, y yo echándoles la culpa a los del botellón. Besos, Miguel.
Ni pajolera idea...bss
ResponderEliminarqué chungo, aunque por las casas me arriesgaría a decir que está por el carril bici del anillo verde ciclista
ResponderEliminarNo tengo ni idea, pero para mí la pregunta es ¿por qué han hecho un monumento a un señor que tiene el gesto tan desencajado?
ResponderEliminarNo se puede decir que tenga un perfil griego... ¿tendrá que ver con el vaso? ¿quién bebía más, el modelo o el escultor?
Saludos!
Pos.... no se.
ResponderEliminarCarpe Diem
¡Hola Miguel!
ResponderEliminarNI IDEA, pero prefiero el vaso a la estatua, ¡es fea con ganas!
¡Feliz miércoles!
Miguel
pásate a recoger algo entre los 14 post de hoy, espero que te guste
ResponderEliminarlo más parecido Goya pero creo que no es. Me rindo
ResponderEliminar¿Alguien más quiere intentarlo?
ResponderEliminarLa verdad es que ya era hora que no me acertárais una a la primera.
Os doy una pista para ver si así podéis situarla: la idea de poner esta estatua tiene que ver con la entrada que colgaré estat tarde o mañana, y dicha entrada tiene relación con una noticia que hoy está en boca de la mayoría de la gente, y no, no es lo de Zapatero.
Espero vuestras respuestas
Saludos a todos y gracias por vuestros comentarios.
Por cierto Didac ya te lo he dicho en tu blog pero muchísimos gracias por tu detallazo.
ResponderEliminarPues a no se de quien es, pero está entre la diagonal del Paseo de las Acacias y la Calle de Toledo, en le Parque de Piramides, boca de metro Piramides. Pero no se quien es.
ResponderEliminarExacto Anónimo la escultura representa la cabeza de un fauno barbado, y está en los Jardines de doña Concha Piquer, entre la calle Toledo y el Paseo de las Acacias.
ResponderEliminarLo del vaso también tiene su explicación: en ese pequeño parque se junta mucha gente los días de partido en el Calderón, así que ese vaso quedó allí después de algún día de fútbol.
Al menos esta vez tardasteis más en dar con ello.
otro día más y mejor. Saludos.
Pobre hombre, la verdad es que tiene un poco carita de piripi, hay que ver, estos del botellón dejan el vaso en cualquier sitio, que dicho sea de paso no sé qué sitio es, voy a leer algún comentario a ver si me entero. Ya me he enterado por tu comentario, así que son los atléticos los del vaso, y yo echándoles la culpa a los del botellón.
ResponderEliminarBesos, Miguel.