Llevo viéndola poco tiempo. A pesar de la mugre, que de pies a cabeza la cubre, se ve que es joven, demasiado joven. Se sitúa en la calle Arenal, muy cerca de Opera, junto a la puerta de uno de esos comercios que abren tantas horas como ella pasa allí, las veinticuatro del día.
La encontrarás sentada junto a unas bolsas en las que almacena todo aquello que la vida aún no le ha podido quitar. La acompaña un recipiente metálico, que contiene la estampita de un santo, con el que te recuerda que puedes echarle alguna moneda si tu corazón, o tu conciencia, así te lo indica. Junto a ella un trozo de cartón reza: "Una alluda para comer".
Su larga espera la ameniza con unos cascos en los que escucha música, noticias o vete a saber el qué. A veces pienso que quizás ni tengan pilas. Es curioso, pero casi siempre que paso está riendo. Ríe y ríe sin parar. No es una risa escandalosa, pero no sé por qué me llama la atención y me hace preguntarme qué le hará reír.
Normalmente pasamos junto a estas personas que viven en la calle sin hacerles ni puñetero caso y sin pensar que el presente es traicionero y en cualquier momento te la juega. Hace poco leí que la vida de cada persona se sujeta en una serie de pilares (cada uno tiene los suyos) y de ellos depende tu estabilidad emocional. Hay casos en los que uno o varios de esos pilares se vienen abajo y ahí asoma amenazante la posibilidad de terminar nuestros días como ellos.
Está claro que la mayoría de la gente que está en la calle no nació ya pobre. Detrás de cada persona hay una historia, y en muchos casos no hay uno, sino muchos pilares rotos. Posiblemente hace poco tiempo fuera ella la que mirara con desgana o desprecio a los que estaban en el otro lado, hasta que un día todo se torció. Es algo a tener en cuenta, ya que quizás mañana seamos nosotros los que estaremos escuchando música, rodeados de miseria, mientras que los demás nos ignoran.
¿Ella lo sabe? Quizás ríe por eso.
Por una circunstancia familiar...veo con espanto cómo hay quien teniendo una vida hecha...acaba en la calle. Me da miedo. A veces pienso que nadie estamos libres de lo que el futuro nos tenga deparado...Me infunde respeto esta gente a la cual miro pensando...¿qué les ha llevado a esto?. Besos Miguel y feliz viernes
ResponderEliminarLos homeless siempre tienen un pasado, algo que les llevó a la vida en la calle. La droga, la bebida, un despido, una ruptura amorosa, qué importa, quién sabe?
ResponderEliminarA veces ríen por haber perdido ya la razón. Quizás en sus cascos con música imaginaria, ella sigue escuchando aquella canción que le hizo feliz un día...
se me ponen los pelos de punta! como winnie, creo que nadie está libre de esto y me aterra más.....una lástima
ResponderEliminar...todo aquello que la vida aún no le ha podido quitar....
ResponderEliminarA lo mejor nos deberiamos preguntar si es que la vida es sólo que te vayan quitando cosas poco a poco... amigos, compañeros, familia...
Historias detrás de miradas.
Carpe DIem
Estimado Miguel,
ResponderEliminarCualquiera, tú, tu vecina, yo, etc. se le puede caer algún pilar y viajar al "otro lado", ¡excelente post! se ve que está escrito una una excelente persona, no hay más que leerte, como tal vez esa chica que ríe en la calle y a la que nadie quiere ni mirar.
MIGUEL
Winnie0, Didac Valmón, Anapedraza (Miguel).
ResponderEliminarEn efecto ninguno podemos sentirnos completamente seguros de no llegar nunca a esa situación. Eso es lo peor de todo.
El futuro bloguero.
Ojalá como dices tú esté escuchando esa canción que un día le hizo feliz. Al menos tendría eso.
Cosecha del 66.
La vida te quita, te quita y te quita. Menos mla que también sabe compensar y a menudo nos da. Si no, no mercería la pena. Por cierto, tú lo has dicho: historias detrás de miradas
las circunstancias que les han llevado suelen ser injustas y dramáticas. Yo con mi antiguo colegio hacemos todos los años en Navidad una barrida por todo Madrid repartiendoles mantas y tomándonos cafes con ellos. Seguro qeu ahora ceptarian una coca cola, y les podríamos preguntar porque ríen, porque lloran, o que neesitan....no?
ResponderEliminarWow, me ha gustado mucho tu blog, las fotos y narraciones estan buenísimas, sobretodo la última en que muestras a quienes nos impiden ver, a quienes nos enseñan a ignorar.
ResponderEliminarSaludos!
Yo ultimamente me pregunto esto con la cantidad de negritos que hay por los supermercados . cada vez hay mas. a veces me da por pensar que tambien son mafias. saludos
ResponderEliminarPor estos casos y muchos más, debemos valorar más que nunca lo que tenemos, si bien, a veces, nos parece poco. Un abrazo.
ResponderEliminarAyer mismo la vi por primera vez, estaba comiendo un plato de cocido que alguien la dió y con qué ganas. Supongo que alguien se lo acercó porque fue lo del Cocido Solidario en la Plaza Mayor.
ResponderEliminarHace tiempo estaba por la misma zona una chica rubia, llamaba la atención porque era muy guapa, joven, pero con la cabeza ida, hecha un asco. Joe es que es una pena.
¿Y quién es más feliz?
ResponderEliminarCreo que nadie está libre de cualquier cosa, la vida da muchas vueltas, yo he vivido situaciones que jamás imaginé fueran a suceder.
ResponderEliminarBesos.