lunes, 25 de mayo de 2009

Detrás de cada persona hay una historia

La entrada de hoy es obra de María Castro, compañera de trabajo desde hace mucho tiempo, y futura escritora. A María sólo le falta un pequeño empujoncito para que se lo crea y se anime de una vez por todas a mostrar lo mucho y bien que escribe, por eso desde aquí va mi pequeña ayuda.

La historia, que nos presenta a ritmo de tango, es su particular visión de una entrada que publiqué hace pocos días. Acompañada de varios fragmentos de las míticas canciones Cambalache, Cafetín de Buenos Aires, Muñeca Brava, Milonga que peina canas, y Mi Buenos Aires querido, así imagina ella la vida de esa mujer que casi a diario vemos cuando llegamos al trabajo; aunque podria ser la historia de cualquiera de los que malviven en la calle.

Si cada uno tiene su historia, esta es la mía.

Que el mundo fue y será una porquería, ya lo sé;
en el quinientos seis
y en el dos mil también;


Yo no soy como el resto, no me siento anarquista, no reivindico derechos, no maldigo mi suerte.

el que no llora, no mama,

¡Uy! un eurito. Un cartón de tinto. Bebo, porque aquí fuera hace mucho frío, pero yo no acabé aquí por eso

Sobre tus mesas que nunca preguntan
lloré una tarde el primer desengaño
nací a las penas, bebí mis años...
y me entregué sin luchar.

Verdaderamente quiero hacer lo que me da la gana. No nací para ser ama de casa, ni para estudiar, ni para currar de 9-3, ni tan siquiera para buscar trabajo. Es fácil echar la culpa a la familia o a la sociedad. No tuve buena suerte en la vida, aunque suerte, a secas, sí que tuve. Por ejemplo, el día que me encontré un walkman metido en una mochila. La mochila me vino de perlas, pero el walkman me cambió la vida.

Che, madam, que parlas en francés
y tiras el dinero a dos manos,
que cenás con champan bien frappé
y en el tango enredas tu ilusión.

No sé, de mi anterior vida ni me acuerdo, fue una etapa.

pensando en tiempos remotos
con muchos boletos rotos,
tendremos que ver si hay Dios.

Sé que no era feliz. Pero ahora sí; antes no reía, ahora no paro, ahora todo el día me estoy riendo. Llevo toda la vida escuchando tangos. Hay gente que dice que los tangos están cubiertos de tristeza, pero yo me desternillo con ellos. ¡Uy, qué cosas me dices!

mas cuando llegue la hora de dar el último abrazo
me iré pensando en "Payaso", para morirme feliz

Mi Arenal, mi calle. Aquí nunca te aburres.

maquiavelos y estafaos,
contentos y amargaos,
valores y dublés,

Vivir aquí tiene muchas ventajas: no te pierdes nada, ves un montón de famosos, es una zona supersegura porque está plagada de policías y agentes.

se van las penas del corazón.

Apenas tráfico, y más cuando por fin Gallardón decida peatonalizarla por completo. Quizá si me hubieran dicho otra zona…qué sé yo, a lo mejor me lo hubiera pensado, pero Arenal…. A la izquierda el carnavalesco Sol, con sus manifestaciones; a la derecha Ópera y sus maravillosos conciertos, que mola más dentro que fuera, porque te dejan comer el bocadillo. De frente la Plaza Mayor, donde viven la mayor parte de mis amigos (no necesito coche para ir a verlos a Villanueva de la Cañada o a Torrejón de Ardoz, otra ventaja). Mis amigos están en la calle, esa es su manera de invitarme a su casa. Si yo tuviera casa no podrían ser mis amigos, jamás podría venir a visitarme. ¿Te lo imaginas?

Qué falta de respeto,
que atropello a la razón;
cualquiera es un señor,

No recuerdo cómo me llamo, tan sólo cómo me llaman: la argentinita. Ahora lo entiendes, ¿verdad? Todos creen que espero que regrese mi amor, un tanguero oleoso y de boca perlada. Después de tanto tiempo me cuesta discernir la verdad. Pudo ser el marido que nunca tuve, el amante goloso o un compañero de cartones y vino. Quizá en el fondo nunca existió, o quizá les puse a todos la cara del amor y de los sueños.

todo a media luz...
¡Qué brujo es el amor!
A media luz los besos,
a media luz los dos...

Y todo a media luz,
crepúsculo interior...
Que suave terciopelo,
la media luz de amor...

14 comentarios:

  1. Tremendas estas fotos, robadas de gente sin calma, sin vida, casi sin recuerdos.

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  2. Es un excelente post, amargo, trágico y un puntito distante que da el tango, son ventanas que enseñan algo que todos podemos llegar a ser, y que casi nadie quiere ser.

    Es un limpiaparabrisas que limpia un cristal lleno de mierda, la mierda no nos deja ver.

    ¡Un saludo Miguel!

    MIGUEL

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  3. Se me encoge el alma con cada foto, cada historia que hay detrás seguro que debería escucharse....¡qué dura debe de ser la calle! ...Besos Miguel

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  4. Una historia bonita. Cada persona es un mundo.

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  5. De futura escritora, nada de nada. Escritora presente... Me ha gustado mucho el post, muy bueno.

    Carpe Diem

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  6. Un relato hermoso y trágico a la vez... cómo trágica es la vida de los que se ven abocados a vivir sin hogar, sin familia, sin amigos, sin esperanza...

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  7. tú amiga escribe muy bien. Dale ánimos para su primer libro !!!

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  8. Dale la enhorabuena a María, tu compañera de trabajo. Una entrada genial, única...

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  9. Me entristece enormemente ver a estas personas por las calles, aunque a veces pienso, no sé si para acallar mi conciencia, que tal vez algunas sean más felices que nosotros, aunque las fotos sean dramáticas.
    Un beso, Miguel.

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  10. Impresionante post, me dejaste conmocionado! y no por los tangos, las imágenes son tremendas!
    Felicitaciones Miguel!!


    Gracias por visitarme, besotes y buena semana!!

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  11. Bueno, pues el primer paso de María está dado. Ya queda menos.

    Gracias por vuestros comentarios.

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