La entrada de hoy es obra de Fernando, autor del blog Planeta Fernando en el que a diario recoge todas aquellas noticias curiosas que día a dia van surgiendo en este mundo de locos. Además, en su otro blog, Sentimiento Atlético, desgrana todos los pormenores de nuestro querido Atleti.
Junto a las rayas rojas y blancas, otra de sus pasiones es todo lo que tenga que ver con el antiguo Egipto (38 entradas en su blog le delatan); y por ello en esta entrada nos lleva de visita hasta el Templo de Debod, que aunque queda a años luz de Abu Simbel nos sirve para imaginarnos la grandeza de esta colosal civilización.
Madrid cuenta con innumerables monumentos y lugares históricos. De entre ellos, mi preferido es el Templo de Debod. Me encanta verlo, estar allí, respirar la paz y belleza que transmite, contemplarlo al atardecer y sentir el Antiguo Egipto en un rincón madrileño. Se encuentra en el Parque del Oeste, cerca de la plaza España junto al Paseo del Pintor Rosales, en los jardines de Ferraz, sobre los restos del Cuartel de la Montaña.
He visitado el Templo de Debod. En verano, me gusta acudir varias veces con mi bicicleta y descansar un rato allí. Me imagino lo que sentirían los antiguos egipcios al contemplar tan maravilloso monumento. Tras unos minutos mirando, sintiendo y palpando el Templo vuelvo a mi casa lleno de vida.
Recomiendo su visita por fuera y luego también a su interior que es mágico. Uno se sumerge en el Antiguo Egipto estando a escasos metros del centro de Madrid. Por unos minutos, uno se evade del mundunal ruido y se ve inmerso en la paz de la religiosidad egipcia.
Como anécdota final, debo reseñar que el escritorio de mi ordenador está decorado con una foto del Templo de Debod. No puedo pasar un día sin verlo, aunque sea en fotografía. Amo a Egipto y Debod es el mayor legado del país del río Nilo en Madrid, mi ciudad.
He visitado el Templo de Debod. En verano, me gusta acudir varias veces con mi bicicleta y descansar un rato allí. Me imagino lo que sentirían los antiguos egipcios al contemplar tan maravilloso monumento. Tras unos minutos mirando, sintiendo y palpando el Templo vuelvo a mi casa lleno de vida.
Recomiendo su visita por fuera y luego también a su interior que es mágico. Uno se sumerge en el Antiguo Egipto estando a escasos metros del centro de Madrid. Por unos minutos, uno se evade del mundunal ruido y se ve inmerso en la paz de la religiosidad egipcia.
Como anécdota final, debo reseñar que el escritorio de mi ordenador está decorado con una foto del Templo de Debod. No puedo pasar un día sin verlo, aunque sea en fotografía. Amo a Egipto y Debod es el mayor legado del país del río Nilo en Madrid, mi ciudad.
Viví la inauguración del Templo cuando colocaron la última piedra y me fascinó. Me llamó la atención lo pequeño que era, pero me gustó que lo hubieran colocado en el Campo del Moro
ResponderEliminarDesde luego, un lugar emblemático de la ciudad, y lo ha logrado relativamente en poco tiempo, cosa que tiene su mérito en una ciudad como Madrid.
ResponderEliminarCarpe Diem
forza atleti¡¡¡¡¡
ResponderEliminaren breve tenia pensado pasarme una tarde para hacer capturas por el templo a eso del atardecer...
ahora tenga ya mas ganas aun...
me encanta ese templo
ResponderEliminarun abrazo
Efectivamente, está situado en un montículo muy agradable para pasear y respirar un poco. Es un Madrid curioso e interesante al mismo tiempo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Miguel, por dejarme escribir en tu blog. Ha sido todo un honor. Un abrazo.
ResponderEliminarConozco ¡tanta gente! para la que el templo de debod es un lugar de encuentro, de cualto...de disfrutar...Yo en cambio lo frecuento menos...Las fotos son preciosas y el texto también. Besos y feliz jueves
ResponderEliminarRecuerdo cuando lo ví por primera vez, me llevó mi abuelo y para mi fue toda una aventura.
ResponderEliminarDespués repeti la aventura llevando a mi hijo, y años después nos fuimos juntos a Egipto, recorriendo los grandes templos y viendo la gran obra que fue salvar el pequeño templo de Debod de la inundación a que se iba a enfrentar.
Un tesoro en nuestra ciudad.
Creo que yo no le he dado la importancia que se merece, por verlo toda la vida allí.
ResponderEliminarEl otro dia vi su historia en la televisión y ahora me siento orgullosa de que esté en Madrid y al alcance de todos. Me falta visitarle por dentro.
es uno de mis lugares favoritos de Madrid, pequeño pero significativo.
ResponderEliminarme encantaron las fotos!
Olvidas comentar las maravillosas puestas de sol desde el mirador o como ese sol de última hora colorea las piedras del templo.
ResponderEliminarUna gozada,
Dios, uno de mis puntos débiles....me fascina Egipto.....
ResponderEliminarMe encanta perderme por el sítio, andar desde la Plaza España, sentarme, abré entrado dentro del tembro infinidad de veces y luego pasear por el Parque del Oeste.
ResponderEliminar¡Qué pases buena tarde!
MIGUEL
Me gustaría agradecer a Fernando el interés mostrado para la pulbicación de esta entrada.
ResponderEliminarHa sido todo un placer colaborar contigo.
Saludos