Si este fin de semana no te vas a mover de Madrid, estás sin un euro en el bolsillo pero tienes ganas de salir de casa, no hay excusa posible. Si no queieres quedarte allí hecho un fósil te hago una propuesta: en el número 11 de la calle Cervantes se ha reabierto, el pasado martes, la casa en la que Lope de Vega vivió durante sus últimos años de vida. La casa, que data de 1578, la adquirió por 9.000 reales y la habitó desde 1610 hasta su muerte en 1635.
En ella residió con una de sus esposas y con algunos de sus hijos, y entre esas paredes escribió un gran número de sus famosas obras. Declarada en 1935 monumento histórico-artístico, entre los objetivos de esta Casa Museo se encuentra el homenajear al llamado Fenix de los Ingenios y rememorar como eran las viviendas del siglo XVII.
Lo primero que te encuentras al llegar es una inscripción en el dintel de la puerta donde aparece la inscripción "D.O.M. PARVA PROPRIA MAGNA/MAGNA ALIENA PARVA" que parece ser que significa algo así como: "que propio albergue es mucho, aún siendo poco/y mucho albergue es poco, siendo ajeno". En total son 250 metros cuadrados de casa que se encuentran divididos en tres plantas.
En la planta baja están el zaguán y el jardín, en la intermedia hay un pequeño oratorio, el estudio donde fraguó sus obras, el llamado estrado (habitación en la se reunían las mujeres), la alcoba del escritor, la de dos de sus hijas, la cocina y el comedor. Para finalizar, en la planta superior de estructura abuhardillada, se halla el cuarto de huéspedes, el de las sirvientas y unas estancias en las que se depositaban los víveres.
Todas las estancias están decoradas intentando reflejar de la forma más fidedigna posible basándose en distintos documentos históricos. Los muebles, cuadros y demás enseres de la casa han sido obtenidos a lo largo de los años por medio de compras y donaciones de distintas instituciones.
Se puede acudir de martes a domingo a partir de las diez de la mañana. Cada media hora van haciendo visitas programadas de diez personas (al final siempre cogen a once), en las que una guía te va explicando, estancia por estancia, toda la historia del escritor así como de la casa (la última visita comienza a las dos).
Además del lujo de tener una guía que te documente todo lo que ves, la entrada es gratuita así que no hay excusas para no ir. Como no dejan hacer fotografías en el interior, salvo en el jardín, si alguno quiere hacerse una idea de lo que se puede encontrar allí le dejo un enlace en el que puede ver algunas fotos de la casa. Para acompañar esta entrada me conformaré con fotos de la entrada y el jardín, así como de distintos bares de la zona en los que aparece el escritor.
En ella residió con una de sus esposas y con algunos de sus hijos, y entre esas paredes escribió un gran número de sus famosas obras. Declarada en 1935 monumento histórico-artístico, entre los objetivos de esta Casa Museo se encuentra el homenajear al llamado Fenix de los Ingenios y rememorar como eran las viviendas del siglo XVII.
Lo primero que te encuentras al llegar es una inscripción en el dintel de la puerta donde aparece la inscripción "D.O.M. PARVA PROPRIA MAGNA/MAGNA ALIENA PARVA" que parece ser que significa algo así como: "que propio albergue es mucho, aún siendo poco/y mucho albergue es poco, siendo ajeno". En total son 250 metros cuadrados de casa que se encuentran divididos en tres plantas.
En la planta baja están el zaguán y el jardín, en la intermedia hay un pequeño oratorio, el estudio donde fraguó sus obras, el llamado estrado (habitación en la se reunían las mujeres), la alcoba del escritor, la de dos de sus hijas, la cocina y el comedor. Para finalizar, en la planta superior de estructura abuhardillada, se halla el cuarto de huéspedes, el de las sirvientas y unas estancias en las que se depositaban los víveres.
Todas las estancias están decoradas intentando reflejar de la forma más fidedigna posible basándose en distintos documentos históricos. Los muebles, cuadros y demás enseres de la casa han sido obtenidos a lo largo de los años por medio de compras y donaciones de distintas instituciones.
Se puede acudir de martes a domingo a partir de las diez de la mañana. Cada media hora van haciendo visitas programadas de diez personas (al final siempre cogen a once), en las que una guía te va explicando, estancia por estancia, toda la historia del escritor así como de la casa (la última visita comienza a las dos).
Además del lujo de tener una guía que te documente todo lo que ves, la entrada es gratuita así que no hay excusas para no ir. Como no dejan hacer fotografías en el interior, salvo en el jardín, si alguno quiere hacerse una idea de lo que se puede encontrar allí le dejo un enlace en el que puede ver algunas fotos de la casa. Para acompañar esta entrada me conformaré con fotos de la entrada y el jardín, así como de distintos bares de la zona en los que aparece el escritor.
Lo mejor es que este en la calle Cervantes con lo mal que se llevaban ironias del destino, tenía ganas de que la reabrieran, a ver si me paso pronto
ResponderEliminarHumm qué interesante. ¡Habrá que ir!
ResponderEliminarGracias por avisar ;-)
Buen apunte de Didac, jeje. Esta no se me escapa, Gracias!
ResponderEliminarSin duda haré por ir a verla, además me encanta que sea una visita guiada porque si no te quedas muy en la superficie de lo que ves a no ser que seas experto en el tema que sea. Genial. Gracias por la recomendación.
ResponderEliminarguaaa todo lo que debe haber pasado esa casa...
ResponderEliminarque ironico lo que dice el del primer comentario jajaja
He estado en la casa de Lope este fin de semana y la experiencia ha sido única, imprescindible, diría, para comprenderle mejor.Decía Cicerón que una biblioteca al lado de un jardín podía suponer la felicidad completa. Me imagino a Lope rasgando el papel con la pluma a la vista de su pequeño huerto. Quizás hoy en un bloque de apartamentos no hubiera encontrado la quietud necesaria para desarrollar su obra. Además del mobiliario, perfectamente ubicado y que ilustra a la perfección la época histórica, me ha emocionado encontrar en la habitación del Capitán Contreras una espada ropera auténtica con su cinturón y vaina.
ResponderEliminarToda un viaje al pasado...