Llegó el momento. A estas alturas de mes creo que ya se puede empezar a hablar de la Navidad. Aunque desde hace meses (cada año antes) nos bombardean sistemáticamente con estas fiestas, no fue hasta el pasado día 28 cuando en Madrid dio comienzo "de forma oficial" la Navidad. Ese día se encendieron los nueve millones de bombillas que el Ayuntamiento ha instalado en distintos lugares de la capital. Complementando a todas esas luces se han "plantado" diez árboles de Navidad que intentan dar aún más espectacularidad al alumbrado.
Aunque mi espíritu navideño anda algo oxidado, siempre he sido más de belenes que de árboles, de Reyes que de Papá Noel. Curiosamente esta tradición arbórea, que llegó a España a mediados del siglo pasado, va restando año tras año protagonismo al niño, el buey y la mula. Se cree que su origen está en Alemania, cuando en la época precristiana los pueblos germánicos colocaban en sus hogares plantas de hojas perennes como símbolo de fertilidad, así como alejar del hogar las enfermedades y los malos espíritus.
Entonces no se adornaban los árboles con guirnaldas u otros abalorios, sólo en algunos casos se colgaban las cabezas de sus enemigos como trofeo (¡cómo cambia el cuento!). Como en muchos otros ritos y fiestas paganas, la implantación del cristianismo hizo que todo esto se adecuara a la nueva religión imperante, y por ejemplo se eligió el abeto como árbol de referencia ya que su forma triangular simbolizaba la Santísima Trinidad.
Según una leyenda la tradición de iluminar el árbol se debe al protestante Lutero, que una noche de invierno quedó impresionado por el brillo que dejaban las estrellas al destellar entre los árboles. Para reproducir la situación colocó un árbol en su casa e le instaló en él unos alambres en las ramas para sostener velas encendidas. Esa tradición se extendió pronto entre los alemanes, y de ahí a EE.UU. donde se convirtió en un verdadero ritual.
Este año varios diseñadores han sido los encargados de iluminar la Navidad madrileña; por ejemplo, el tradicional árbol de la Puerta del Sol, formado por un conjunto de triángulos blancos, es obra de Devota & Lomba. Mientras tanto, ajenos a la supuesta modernidad que ofrecen Modesto Lomba, David Delfín o Agata Ruiz de la Prada, las vendedores de abetos de la Plaza Mayor, con sus sencillos mandiles, tratan de aprovechar estas fechas para sacase unos cuartos.
Aunque mi espíritu navideño anda algo oxidado, siempre he sido más de belenes que de árboles, de Reyes que de Papá Noel. Curiosamente esta tradición arbórea, que llegó a España a mediados del siglo pasado, va restando año tras año protagonismo al niño, el buey y la mula. Se cree que su origen está en Alemania, cuando en la época precristiana los pueblos germánicos colocaban en sus hogares plantas de hojas perennes como símbolo de fertilidad, así como alejar del hogar las enfermedades y los malos espíritus.
Entonces no se adornaban los árboles con guirnaldas u otros abalorios, sólo en algunos casos se colgaban las cabezas de sus enemigos como trofeo (¡cómo cambia el cuento!). Como en muchos otros ritos y fiestas paganas, la implantación del cristianismo hizo que todo esto se adecuara a la nueva religión imperante, y por ejemplo se eligió el abeto como árbol de referencia ya que su forma triangular simbolizaba la Santísima Trinidad.
Según una leyenda la tradición de iluminar el árbol se debe al protestante Lutero, que una noche de invierno quedó impresionado por el brillo que dejaban las estrellas al destellar entre los árboles. Para reproducir la situación colocó un árbol en su casa e le instaló en él unos alambres en las ramas para sostener velas encendidas. Esa tradición se extendió pronto entre los alemanes, y de ahí a EE.UU. donde se convirtió en un verdadero ritual.
Este año varios diseñadores han sido los encargados de iluminar la Navidad madrileña; por ejemplo, el tradicional árbol de la Puerta del Sol, formado por un conjunto de triángulos blancos, es obra de Devota & Lomba. Mientras tanto, ajenos a la supuesta modernidad que ofrecen Modesto Lomba, David Delfín o Agata Ruiz de la Prada, las vendedores de abetos de la Plaza Mayor, con sus sencillos mandiles, tratan de aprovechar estas fechas para sacase unos cuartos.
tengo una curiosidad: o siempre llevas la cámara en mano o te gusta mucho pasear en tus ratos libres?besos
ResponderEliminarMá bien es lo primero ya que con el horario de trabajo que tengo dispongo de poco tiempo libre.
ResponderEliminarLz cámara en realidad la llevo pocas veces, así que la mayoría de las fotos están hechas con el móvil.
Un saludo
espe-gallardón han prohibido las pelucas en la plaza mayor, que aunque a mi me parecían de un mal gusto insufrible, era algo muy típico de madrid. pronto se cargarán el árbol
ResponderEliminarY las bolas de cristal en el árbol aparece en primer lugar en las casas de los pobres. Lo cuento: En Navidad se colgaba de los árboles frutas que se iban consumiendo según pasaban los días. Aquellos, como los sopladores de vidrio, que no tenian posibles colocaban bolas de cristal semejando bellas manzanas para camuflar su pobreza ante los demás.
ResponderEliminarBueno, es una historia.
Yo también soy más de belén, y los reyes desde luego, no hay nada cono esa noche, sobre todo si tienes niños, que a su vez te hace recordar cuando tú lo eras.
ResponderEliminarYo lo siento muy desde dentro, adornbos, luces etc, me importa menos.
Feliz navidad vecino, cuidado con el turrón.
Bss
Yo también soy más de belén, y desde luego, de Reyes Magos, que no hay una noche tan especial como la del 5 de enero.
ResponderEliminarAdemás, es muy triste ver tantos árboles echándose a perder.
Tu narración, como siempre, genial. Y las fotos son muy buenas.
Un abrazo.
El de la puerta del Sol me parece feo como el solo, me gusta más el de Atocha..a mi me hace gracia que apaguen neones emblemáticos por contaminación lúminica y luego se gasten tanto en esas luces, cuando seguro que se podría emplear ese dinero en mejores fines
ResponderEliminarsalu2
Pues mirad un vídeo con todos los árboles de Navidad de Madrid este año:
ResponderEliminarhttp://www.netambulo.com/2008/12/10/tour-por-los-arboles-de-navidad-de-madrid-2008/
J.
Yo estuve en esos lugares hace tres semanas y aún no estaba muy navideño el ambiente. Pero tus fotos me hicieron recordar lo interesante que es Madrid: la Plaza Mayor, la Puerta del Sol y todo esa vorágine de movimiento.
ResponderEliminarSaludos y Felices Fiestas Navideñas! desde Lima - Perú
A mí el árbol de Sol no me gusta nada nada. Por muy de no sé quién que sea.
ResponderEliminarY lo de haber cambiado los puestos de bromas de sitio, pues tampoco. Era ya típico.
Joe es que nos quieren hacer una ciudad "chic y con estilo".
Pues ¡A VER CUÁNDO ARREGLAN EL MANZANARES Y LA M-30, QUE ESTÁ DE PENA Y LLEVA ASÍ AÑOS!
Perdón, ya no me quejo más, pero es que tienen una tontería encima que...