martes, 19 de julio de 2011

Hambre

Para hoy os dejo con esta entrada publicada hace unos días en mi otro blog. Como siempre este microrrelato está contado En 99 palabras.

EnlaceDespués de muchas horas, con tocino y un chusco de pan, dos naranjas son su merienda-cena. Antonio cree que son mandarinas pero su madre asegura que son naranjas. La guerra continúa y con ella el racionamiento, la miseria y el hambre.

Cuando está a punto de llorar, por el dolor que le corroe el estómago, oye unos pasos. Al volverse ve a Lucio, con el abdomen hinchado y los ojos como platos, recogiendo las cáscaras, que casi sin pasar por sus manos, devora con ansia. Entonces es cuando, tras mirar la naranja que aún le queda, rompe a llorar.

* En este caso, para variar, la foto no es mía sino que está tomada de la red.


5 comentarios:

  1. Qué triste y qué real en épocas de hambre!! Un abrazo

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  2. Winnie0 y hace menos tiempo del que nos pensamos sucedió aquí.

    Miguel Angel tienes toda la razón.

    Gracias a los dos por pasar. Saludos.

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  3. En este caso, es cierto, los comentarios sobran.

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  4. Elysa pues entonces dejémoslo asi. Saludos. Gracias por dejar aquí huella de tu paso.

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