En este blog me he quejado muchas veces de las odiosas firmitas que van manchando todo lo que les sale a su paso: puertas, fachadas, monumentos, señales de tráfico, cualquier coa vale. Hoy toca ver la otra cara, y es que hay veces en las que los dibujos que surgen espontáneamente por las calles sirven para, al menos en mi opinión alegrar su aspecto. Por supuesto esto es opinable así que espero vuestro punto de vista.
(En este caso las fotos están tomadas por la zona de Lavapiés y Tirso de Molina)
(En este caso las fotos están tomadas por la zona de Lavapiés y Tirso de Molina)
P.D. Ayer publiqué una nueva entrada en mi otro blog titulada Golpe, una historia en la que como siempre nada es lo que parece. Allí os espero.
A veces son, como dices verdaderos artistas. A mí los grafitis me gustan cuando son como estos, no sólo una firma con pintura en espray que no dice más que "el nombre de los tontos se ve por todos los lados" jajaja.
ResponderEliminarBuenas fotos, un abrazo
Una cosa es una cosa, y otra cosa otra. Esto no molesta, ni ensucia, ni estropea.
ResponderEliminarUn saludo.
Siempre me gustó el arte callejero... es una de las cosas que suelo fotografiar cuando viajo...
ResponderEliminarUn abrazo.
Claro, es que hay que diferenciar una cosa de otra...
ResponderEliminarCarpe Diem
Las firmas son puro gamberrismo, en cambio las intervenciones artísticas son arte.
ResponderEliminarEl graffiti es otra forma de cultura, es la necesidad de expresarse de una serie de artistas, los cuales no quieren que se encierren sus obras entre cuatro paredes. Apuestan por la vía publica para que cualquiera pueda tener un momento de revelación, de reflexión o de simple placer.
ResponderEliminarPara los que escriben su apodo: Seguís siendo unos desconocidos, por mucho que marquéis las calles de nuestras ciudades. Y encima no creáis mas que indiferencia en la sociedad.
Bueno, por ahora hay unanimidad.
ResponderEliminarComo ya he dicho en alguna ocasión lo de las firmitas sirvió, por lo novedoso que era, para Muelle, todo lo que vino después fue para ensuciar las calles.
Saludos
Me encanta el arte callejero, siempre me ha atraido ver como artistas espontáneos expresan su arte (genial en muchas ocasiones) en cualquier muro o puerta que encuentren virgen y desierta y siempre que llevo la cámara encima no resisto la tentación de plasmarlo cuando veo alguno que vale realmente la pena (y me he encontrado con muchos). Un abrazo,
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