viernes, 15 de enero de 2010

El callejón del Gato

MAX: Los ultraístas son unos farsantes. El esperpentismo lo ha inventado Goya. Los héroes clásicos han ido a pasearse en el callejón del Gato.
DON LATINO: ¡Estás completamente curda!

MAX: Los héroes clásicos reflejados en los espejos cóncavos dan el Esperpento. El sentido trágico de la vida española sólo puede darse con una estética sistemáticamente deformada.
DON LATINO: ¡Miau! ¡Te estás contagiando!

MAX: España es una deformación grotesca de la civilización europea.
DON LATINO: ¡Pudiera! Yo me inhibo.

MAX: Las imágenes más bellas en un espejo cóncavo son absurdas.
DON LATINO: Conforme. Pero a mí me divierte mirarme en los espejos de la calle del Gato.

MAX: Y a mí. La deformación deja de serlo cuando está sujeta a una matemática perfecta, Mi estética actual es transformar con matemática de espejo cóncavo las normas clásicas.
DON LATINO: ¿Y dónde está el espejo?

MAX: En el fondo del vaso.
DON LATINO: ¡Eres genial! ¡Me quito el cráneo!

MAX: Latino, deformemos la expresión en el mismo espejo que nos deforma las caras y toda la vida miserable de España.
DON LATINO: Nos mudaremos al callejón del Gato.

MAX: Vamos a ver qué palacio está desalquilado...

Este fragmento de la conversación entre Max Estrella y don Latino (escena duodécima de "Luces de Bohemia") se desarolla en la angosta calle de Alvarez Gato, poeta madrileño del siglo XV. Este lugar, conocido popularmente como el callejón del gato, fue el elegido por Valle-Inclán como templo del esperpento. Y es que, según el escritor, sólo gracias a la visión deformada de la realidad que nos mostraban los espejos, era posible comprender la realidad política de la España de aquel momento.

Hasta aquí acudían hasta hace unos años los niños, y los no tan niños, para verse reflejados de forma caricaturesca en sus espejos deformantes, uno cóncavo y otro convexo. Esos espejos, de cuerpo entero, hoy ya han desaparecido y tan sólo quedan allí unas pequeñas copias situadas en un local dedicado a la venta de "patatas bravas".

Aunque los espejos no sean los mismos, es posible que éste pueda ser un buen lugar para mirarnos y reírnos un poco de nosotros mismos, que siempre viene bien. Es cuestión de probar.

17 comentarios:

  1. ¡Hola Miguel!

    He reconocido el texto, cosa que me alegra porque leo muy poco. "Luces de Bohemía" la he leído dos veces, y debo de volver a hacerlo, porque me pasa como a los espejos, cada vez que me "miro" en ella me deformo de forma distinta.

    La calle no la conocía, o por lo menos no recuerdo. Ahora tengo la oportunidad, porque ya tengo la excusa.

    ¡Feliz fin de semana!

    MIGUEL

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  2. Yo la calle la recuerdo perfectamente y me encanta y sus bares. En cuando a Luces de Bohemis...es que es una MARAVILLA. Besos Miguel y que tengas un finde estupendo

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  3. ¡Hola! Creo que, dentro del Bar Las Bravas, se exhiben los restos que quedan de los espejos originales. Aunque lo que se ve es muy poco y está muy deteriorado, es un mérito que allí estén. Por cierto, hablando de Las Bravas, este bar afirma haber inventado la salsa brava y, de hecho, tiene la patente... Saludos y buen fin de semana.

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  4. Y de paso, a visitar el bar y a disfrutar de sus bravas, como indica el comentario anterior. Sonrisas y buen yantar, poco mas se puede pedir.

    Carpe Diem

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  5. Un bonito callejón, al que le sobran unas cuántas terrazas ;-)
    Buen finde!

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  6. Llevo visitando el lugar desde muy jovencito. Los domingos por la mañana iba con todos mis amigos en panda a disfrutar la hora del vermuth, y nos tomábamos unas cañas con unas bravas. Unos años después, cambié las patatas bravas por la tortilla brava, un placer inimaginable para mi paladar, me encantan. Son muchos años visitando ese establecimiento, al igual que el que tienen en la esquina de la calle la Cruz y en el callejón Matheu.
    Los espejos estaban en una tienda, frente a la Bodega "Vinícola Aurora" que era como se llamaba el local que abrieron tres generaciones anteriores de los dueños de las Bravas y compraron los espejos que colgaron en los años 30.
    Por cierto... los espejos originales siguen rotos, pero fueron restaurados, y permanecen en el interior del bar dentro de unas cajas metálicas de color granate y protegidos por un cristal. Además, se fabricaron otros de imitación que son de plástico, y que son los que tras unos cristales se encuentran ahora en la fachada.
    Otra versión, que le oí a Moncho Alpuente, es que los espejos que utilizaban para reclamo los de las Bravas, eran una copia reducida de los dos grandes espejos de cuerpo entero originales a los que Valle Inclán se refería.
    Fuera como fuese... me están entrando unas ganas de comermer una tortilla....!!!

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  7. Pues yo debo reconocer que nunca he entrado al bar de las bravas, pero tal y como lo estáis poniendo me parece que no tardaré mucho en ir.

    Cuando paso por esa calle suelo entrar en un bar que hace esquina que se llama La Fragua de Vulcano para tomarme algún vino. Para la próxima, después del vino vendrán las bravas, patatas o tortilla, o las dos.

    Saludos, y gracias por vuestros comentarios.

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  8. Me encanta ese callejón, ese espacio... hace unos meses vino una amiga de Barcelona y fuimos ahí, sacamos fotos en esos espejos... en ese callejón... gracias por las explicaciones, las fotos, el recuerdo.
    bss

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  9. Se tomaría Max Estrella una tortillita de patatas con salsa brava???

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  10. Cris no se puede negar que aquello tiene su encanto y su historia.

    Romo XIII seguro que sí se tomaron algo, o al menos les habría venido bien porque con las curdas que se pillaban les hacía buena falta.

    Saludos

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  11. Mirando antiguas entradas he encontrado un comentario tuyo y me dio curiosidad... Me gusta mucho!! Así que volveré con tu permiso.

    Besos...

    PD: y un día que me levante inspirada te mando un email con las respuestas sobre Madrid

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  12. Delicia de libro y lugar, reflejos, ambos, de nuestra sociedad urbanita y rtimica y eos de parase a verse distorsionado en el espejo es algo que esta fuera d ela normalidad creciente....y las bravas no estan muy mal. Un fuerte abarzo.

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  13. Delicia de libro y lugar, reflejos, ambos, de nuestra sociedad urbanita y rtimica y eos de parase a verse distorsionado en el espejo es algo que esta fuera d ela normalidad creciente....y las bravas no estan muy mal. Un fuerte abarzo.

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  14. Pily permiso concedido. Por cierto lo de las respuestas me viene perfecto ya que esa sección actualmente está parada.

    Promoeteo siempre viene bien recuperar a los clásicos. Muchos los tienen olvidados, y otros ni tan siquiera los conocen.

    Saludos

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  15. ¡Pues creo que la salsa la tienen patentada! He pasado muchas veces por el callejón y siempre me acuerdo de Valle Inclán cuando lo hago. Me gusta que quede por ahí un resquicio misterioso de nuestra literatura, aunque no sean ya los espejos originales.

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  16. soy un admirador de Valle-Inclán y me gusta este fragmento de la Obra Luces de Bohemia.yo pronto desde mi luminosa Valencia,me echare la mcohila l cuello y m eire a pasear por la calle del gato y alli en una taberna leere algo de Valle-Inclán,genial y gracias moltes grasies,por esta seleccion de la literatura española

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  17. Hablas de que 'acudían' en pasado.
    Recientemente han reparado los espejos y, parece ser, que los restaurantes y bares cercanos se han propuesto partirle la cara a quien se atreva a atentar contra ellos.
    ¡Larga vida a los espejos cóncavos y convexos!
    Y viva Valleinclán quien los inmortalizó.
    Este callejón, tanto por el nombre ilustre de quien le dio nombre a los madrileños como por los espejos y lo que ello representan en la Literatura, debería declarse Bien de Interés Cultural.
    A ver si lo logra esta alcaldesa anters de irse.

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