La entrada de hoy es obra de Miguel Angel Malavia, periodista que a pesar de su juventud cuenta ya con un amplia currículum, tanto en radios como en periódicos. Le descubrí hace un tiempo gracias a diferentes relatos que pude leer de él, y puedo asegurar que se trata de un escritor que sabe describir como pocos el día a día de Madrid. Leer éste y ya me diréis.
‘Madrid me mata’, decía aquél. ¿Madrid cómo sinónimo de muerte? Imposible: Madrid es la vida; jodida, fría, aterradora, brutal, despiadada... pero la vida. Madrid es una mujer que se arrastra en el vagón del metro pidiendo misericordia; Madrid es la calle del Carmen, con sus surfistas, sus apologetas del cambio climático recaudando firmas, su iglesia humeante de incienso y fe, los peligrosos aseos masculinos en el Fnac, los mariachis, los violines, la voz a capella de un mañico calvo cantando jotas a la Pilarica...
Madrid es Argüelles, el templo del heavy convertido en reggaeton, la chupitería nauseabunda, el botellón con bocatas de panceta hechos por un chino ambulante cuando el alba ya daña la vista. Madrid es Moncloa: la sede zapateril, el templo nocturno de Lesbos al que acuden cuatro pringaos con un periódico como identificativo para que los detecten las mujeres que no son lo que decían que eran...
Madrid es la batalla de los mamelucos cuando el Real gana y la poli carga contra la masa enardecida que sólo quería darle un beso a la diosa; Madrid es un hombre sin manos y piernas que ruega caridad sosteniendo una botella con la boca; Madrid es la sonrisa de una niña vestida de chulapa; Madrid es un morreo, un portal y yo qué sé; Madrid es Callao, con los cines que ya no lo son; Madrid es la Gran Vía, el rincón en el que un travesti canta fandangos de la Pantoja mientras los ufanos buscan apagar la tentación en las cabinas que no son recreativas; Madrid es el Bernabéu, la majestuosidad, la ilusión, la historia. Y el Calderón, la plaza a conquistar.
Madrid es lo sublime del toreo, en el que Miguel Ángel Perera se cose a la Historia de oro del Cossío mientras un pitón riega de sangre la arena de Las Ventas; Madrid es la taberna cutre, el asturiano de sidra fresca, el cubano de arroz caliente, el indio que tiene un póster de la Virgen de la Soledad, el irlandés en el que la pinta negra huele a guiri... ¿A qué huele Madrid? A la bandera rojigualda de Colón, a la bota sudada de la brasileña de la Calle de las Meretrices, a la mugre del que duerme dejando sus cosas en la alcantarilla como si fuera ésta una nevera, a las rosquillas de la pradera de San Isidro, al amor.
Madrid es azufre, sal, deseo, candor, cocaína, abrazos, jazz, horizonte inmenso hacia el mar que nunca llega, oración, invierno, paz, guerra, lagarteranas, cupletistas, artistas con maletilla, ajedrecistas en el Retiro, tahúres descarados, manifas que terminan mal, el tren de Atocha que ya nunca volverá, suicidas en la M-30, esperanza, dolor, ‘Platanito’ vendiendo lotería recordando sus pases de pecho en el albero, las carcajadas en la madrugada de la Plaza Mayor, el olor a meado en los rincones ocultos de Montera, la decisión, las ovaciones de la grada, el discurso de los falsos Platones en la Carrera de San Jerónimo, la primavera, el llanto de la maltratada, la helada de los laudes, la brisa mental en los viernes de Cuaresma, los disfraces de Manolete en el entierro de la sardina, el otoño, el escote de los calores, la tentación, la ansiada luz verde de los taxis en la última hora, la agonía del moribundo, el orgasmo, las letanías de los que aún viven, la pasión, el fuego que se fue para no volver, las entrañas, las colas sin saber el porqué, la discusión, los okupas en Carabanchel, el café de Aluche servido por un hijo del conquistado por Cortés, el ángel caído, la tristeza, la última oportunidad, lo rancio, el lujo, la envidia, el azúcar, los comedores sociales, las residencias en los que los ancianos se casan, los achuchones matinales, las pintadas de los skins, los gordos de Botero, los óleos de Velázquez, la necesidad, el verano, los sueños rotos, la oscuridad en la mirada del camellito de los perdidos, el alma en carne viva de un poeta de Úbeda que inunda Tirso de Molina con su genio canalla.
Pongamos que odio Madrid. Pongamos que amo Madrid.
Me ha parecido fantástico...algo desgarrador...como sacadas las notas de una guitarra que llora...Me ha encantado. Besos y feliz lunes (¡qué maravilla es cuando la gente escribe bien...!)
ResponderEliminarComo todo Madrid también tiene su parte buena y su parte mala, lo que pasa es que la parte mas desagradable es la que se intenta esconder mas...Muy bien escrito y muy realistas las imagenes, eso nos lo podemos encontrar en cada paso en cada calle.
ResponderEliminarSaludos
Me han gustado mucho las fotos, pero la verdad es que el realto no me ha dicho mucho!Un saludo
ResponderEliminarMe ha gustado mucho. Comparto línea por línea. ¿Y cómo hablar de Madrid sin pensar en el "poeta de Úbeda" que la describe tan bien? ;-) Creo que pocos han descrito Madrid tan bien como él (quitando a Miguel Angel Malavia, claro, jeje) Me encanta.
ResponderEliminarRealmente este es el Madrid que nos ama y nos retiene, no el que venden o aparace en las jarras que como souvenirs se llevan los turistas, pero asi es Madrid y yo me quedo con el.
ResponderEliminarbuenas fotos, bue post y buen blog! un saludo! gracias por tu visita a mi página lalocadelosgatos.es nos leemos! muaka!
ResponderEliminarVivo en Cáceres, que es un siio precioso, pero lo que daría por estar en una ciudad con un poco más de vidilla...
ResponderEliminarLo describes my bonito.
Besitos!
Le ha aportado encanto hasta a las cosas que no tienen por que ser buenas del Madrid... francamente bueno, sí señor.
ResponderEliminarGracias por tu visita. Saludos
ResponderEliminarMuchas gracias, compañero. Cuando me lo dijiste, ya me encantó la idea. Pero una vez visto el resultado, es cuando veo que dos personas que no se conocen de nada, juntando sus dos aficiones, pueden crear algo. Será bueno o malo. Otros lo dirán, pero en sí ya es un logro pintar un mismo Madrid que a ambos nos engancha, desde dos perspectivas diferentes y complementarias.
ResponderEliminarMiguel Ángel Malavia
Gracias a ti Miguel Angel por cederme tu texto. Ojalá en un futuro podamos colaborar de nuevo.
ResponderEliminarCreo que ha superado a todos en nuestra visión de Madrid. fantástico. y me encantan las fotos que has elegido para la narración.
ResponderEliminarEs que la diversidad que puedes encontrar en Madrid es increible; hay cada escena, cada situación, cada paisaje... Yo estudié sexología en Madrid, y aunque no soy de allí, es como mi segunda casa.
ResponderEliminarMe encantaron tus artículos y tus fotos, cuenta con mi voto.
Te dejo un enlace a mi blog, por si quieres echarle un vistazo:
http://sexoconsultas.blogspot.com/
¡Un saludo y suerte!
Pues, a pesar del amargor de algunas frases, me ha dejado un buen sabor de boca este compendio de descripciones de Madrid. Se puede decir más alto pero no más claro y es que Madrid tiene tantas deliciosas contradicciones que es normal que la amemos-odiemos casi al mismo tiempo
ResponderEliminarPrecioso texto y buena combinación de fotos!
Bss
Es lo que tiene Madrid, tiene de todo, bueno y malo. Tiene un embrujo especial que atrae a todo el mundo.
ResponderEliminarYo vengo del blog del de las letras, pero me han parecido un complemento perfecto las imágenes.
ResponderEliminarEl próximo, pronto, ¿eh?
Pongamos que sigues teniendo unas estupendas fotos de Madrid. Pongamos que al igual que tu, amo Madrid..aunque a veces...
ResponderEliminarUn saludo desde Lápices.
Suerte en el concurso, te lo mereces.
Magnifica la descripción que cuenta el texto que has colgado con el apoyo de tus imagenes.
ResponderEliminarMe gusta mucho tu blog. Hablas de Madrid para lo bueno y para lo malo. Realismo puro. Sigue asi.
Saludos!
que bueno lo del templo del heavy convertido en reggeton o como se escriba, ¿porq son peligrosos los aseos masculinos de la fnac? jjj creo qme lo imagino y me ha gustado tamb lo del tren de atocha que ya nunca volvera, que razon tiene
ResponderEliminarun abrazo
Fantásticas fotos, como siempre, para qué vamos a negarlo.
ResponderEliminar¿A tí te gusta Madrid, verdad?
Madrid es lo que es, unas veces mata, y otras te da la vida, es de lo más variopinto, y ahí está gran parte de su encanto. Bonito texto, contradictorio como los sentimientos que inspira nuestro querido Madrid.
ResponderEliminarLas fotos son preciosas y entrañables.
Un beso para ti, Miguel, y otro para Miguel Ángel.
Me ha encantado esa forma desgarradora de describir Madrid, y las fotos... tan auténticas, tan reales y humanas. Miguel angel Malavia es sin duda un gran escritor.
ResponderEliminarUn abrazo,
Blanca
Muy buena descripcion, y añadiria...
ResponderEliminarEl madrid que ha desaparecido, por el paso del tiempo y los cambios de costumbres,el no tan antiguo(años 60-70)centro de Madrid, hoy lugar de amaneramiento y excesos "modernistas",pasto de especuladores y ya exento de vida popular.
si alguien desea recordar esos años os ruego visitar mi humilde blog MADRID EN LOS 70.saludos a todos los que seguimos amando madrid pese a todo.