jueves, 20 de noviembre de 2008

La resurrección del Mercado de San Miguel

El 12 de noviembre de 2007 una orden judicial obligaba a cerrar el último puesto abierto en el mercado de San Miguel. Los tenderos de los 75 antiguos puestos dejaron paso a los obreros; y las frutas, carnes y verduras a los andamios, martillos y sopletes. Desde entonces éstos han sido los protagonistas de las obras iniciadas por la sociedad Gastródomo de San Miguel, SL nueva propietaria del mercado.

En el solar que hoy ocupa, a pocos metros de la Plaza Mayor, estuvo la iglesia de San Miguel de los Octoes de la cual ya se tienen referencias en el año 1202. En 1790 un incendió la arrasó y, a pesar de ser rehabilitada, fue demolida en 1809 por orden de José Bonaparte. Entonces el solar se transformó en una plaza pública en la que se celebraba un mercado de productos perecederos, germen del actual mercado.

El mercado es obra del arquitecto Alfonso Dubé y Díez que empezó su construcción en 1913, para ser inaugurado tres años después. Inspirado en otros mercados europeos, actualmente es el único representante que queda en la capital de la llamada arquitectura del hierro. Con el paso del tiempo, al no poder competir ante los supermercados y centros comerciales su actividad fue decayendo, y aunque en 1999 la Comunidad de Madrid lo remodeló para recuperar su aspecto original, y la UNESCO lo declaró Bien de Interés Cultural, el declive era ya imparable.

Entonces un grupo de particulares de distintos ámbitos decidió dar un cambio radical al negocio. Su objetivo es innovar e impulsar la actividad tradicional basándose en una oferta de productos de gran calidad, alimentos de temporada y productos novedosos. Además pretende participar en la agenda madrileña de eventos realizando diferentes actividades relacionadas con el ocio y la cultura gastronómica.

En pocos meses las grandes lunas que lo cubren desaparecerán y el mercado de San Miguel reabrirá sus puertas. Entonces se podrá comprobar si la idea de compatibilizar el mercado de barrio de toda la vida con esta nueva propuesta de ocio gastronómico es atrayente para los clientes, que en el fondo es de lo que se trata.

11 comentarios:

  1. Los mercados es una parte de Madrid que siempre me ha gustado mucho, ver este cerrado, el de San Anton cerrado etc. es una pena...pero bueno si este lo reabren y mantienen su arquitectura será una gozada.
    Sigue habiendo cerca una iglesia de San Miguel cerca, uno de los mayores centros de La Obra de Dios de la ciudad

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  2. Miguel,

    tú y tu blog se merecen el primer puesto no sólo del premio 20 minutos, sino de cualquier premio a blogs que hablen de ciudades, de restauranción, de civismo, de turismo etc.

    Tu página es un ejemplo de cómo debe ser un blog.

    La entrada, como todas, una gozada.

    Un abrazo!

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  3. El negocio está en los centros comerciales. Es arriesgado invertir en algún negocio que no sea rentable. Es penoso, pero es lo cierto.

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  4. Me gustan estos mercados, en Budapest hay uno precioso, me da pena que vayan desapareciendo.
    Espero que su resurrección merezca la pena, y respeten parte de su estructura, ya veremos.
    Un beso, Miguel.

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  5. Bueno, pues si consiguen respetar su espíritu, ya estará el propósito conseguido :).. mantennos al día ;). Un besuco.

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  6. La farmacia Juanse me recuerda a la de Farmacia de Guardia de la tele. Me alegro que siga abierta.

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  7. Espero que hayan respetado la estructura original.
    Un saludo.

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  8. Si lo restauran, es ya un avance. Los pobre nunca somos capaces de unirnos para conservar nada, si tal le levantamos algo. Una pena...

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  9. yo me pregunto como consigues encontrar todas estas cosas???? besos

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  10. Siempre me han gustado los mercados. Bien es verdad que en las grandes superficies se puede encontrar de todo pero... les falta algo.

    Cuando baje a Madrid esta navidad, me acercaré a ver como sigue el de San Miguel.

    Begoña (Añorando)

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  11. Siempre me ha encantado este mercado. Espero que con la remodelación no pierda ese sabor antiguo que tenía. Sería una pena.

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