Aunque aún se resiste a dejarnos del todo, el frío poco a poco se va marchando Madrid. En su marcha se lleva consigo a los tradicionales puestos de castañas que año tras año nos acompañan.
Es este un producto que aunque típico de lugares más norteños, forma parte del día a día de la ciudad durante los meses de invierno. Así, cuando el termómetro alcanza sus más bajas temperaturas, aparecen los quioscos de chapa con sus bidones de hojalata dispuestos a preparar sus castañas asadas y poder con ellas aliviar un poco el frío reinante. Junto a ellas, debido a la progresiva presencia de extranjeros en la capital, aparecen las batatas y el maíz.
Estos quioscos descienden de las castañeras que ya en el siglo XIX ofrecían sus castañas provistas del hornillo y el puchero en los típicos cucuruchos de papel de periódico. La mayoría son puestos familiares que han ido pasando de padres e hijos, aunque últimamente va creciendo la presencia de extranjeros. Les puedes encontrar o bien en la plaza de Callao, esquina con Jacometrezo, o bien en la plaza de Isabel II, así como en la calle Mayor, esquina con Postas.
A pesar de que los vendedores deben estar dados de alta como autónomos para poder ejercer su oficio, éste no da para vivir, ya que al trabajarse sólo en temporada, es necesario que dispongan de otra ocupación adicional para poder subsistir. Sin embargo contra lo que se pudiera pensar, parece ser que el negocio no está en declive, ya que se siguen manteniendo más o menos las mismas licencias de siempre.
Según los vendedores las personas mayores suelen ser sus mejores clientes, ya que las han comida toda la vida, mientras que los más jovenes son los que menos se acercan a sus puestos ya que prefieren la comida basura que les ofrecen las grandes cadenas de la zona.
Aunque no soy un cliente asiduo, sí que me gusta comprar castañas en la calle de vez en cuando, ya que ésts no tienen nada que ver con las que puedes preparar en casa. Te suelen cobrar dos euros por docena, y te las entreganenvueltas en su correspondiente cucurucho. Como anécdota decir que hace unos años había un vendedor que se ponía en Opera, y tenía por costumbre intentar colarte siempre una o dos menos, por si acaso. Debías estar atento a las maniobras que hacía cuando te las echaba, y a pesar de eso siempre era bueno contarlas una vez ya las tenías, para ver si te la había jugado.
A pesar de casos excecpcionales como este, para mí este es un negocio que me gustaría permaneciera vivo en nuestras calles, ya que me trae recuerdos de cuando era niño, y además estos puestos son una de las muchas estampas que le dan su encanto a ese otro Madrid.
A pesar de casos excecpcionales como este, para mí este es un negocio que me gustaría permaneciera vivo en nuestras calles, ya que me trae recuerdos de cuando era niño, y además estos puestos son una de las muchas estampas que le dan su encanto a ese otro Madrid.
Puedes creer que nunca he comido castañas???? y por medio de tu post me entero que tienen batata asada en estos puestos :( no sabes como se me antojaba hace unos días, pero bueno...como siempre muy buenos tus post! :)! saludos!
ResponderEliminarmuy tipicas de mi tierra las castañas!!! aqui se hacen "amagüestos" no se si te sonará de algo.
ResponderEliminarDesde niña, las castañas asadas, a la plancha o en diferentes postres... las conozco bien. jeje.
Por otro lado las castañas, hacen referencias más grandes como el aire de castañas, o tienen momentos como el de la "güeta" que todo niño en mi región pasa por el.
Me sumo a la curiosidad de tu entrada, como no siendo un fruto tipico de Madrid son famosos los puestos de ellas.
Un besote y gracias, los animos subiran... :)
Hola, como soy de Madrid, me uno a ese recuerdo, a la llegada del invierno con olor a castaña por tantos sitios de Madrid. Nosotros además luego hacíamos en casa también en la sartén, y en zonas de sierra se hacían en las estufas de carbón... uumm que ricas..
ResponderEliminarDebo reconocer que ya no las compro en la calle porque el precio me parece excesivo y las últimas que compramos no eran buenas (ejem.. traían sorpresa viviente dentro.... aaaahhhh).
pero si, tienen un encanto especial aun asi.
(por cierto muy chulo el contador de días, je je)
Pues yo tampoco las he comido nunca, pero me han recordado a los puestos de maní salado, garrapiñada y algodón que había a la salida de los cines en mi ciudad (no sé si aún se conservan, lo preguntaré)
ResponderEliminarBesitos
Son entrañables, a mi me encantan, he echado de menos una foto de primer plano del hornillo y las castañas, habría molado en b/n jeje para la próxima.
ResponderEliminar"Recuerdo los buenos tiempos, recuerdo viejas historias..y aun arde Madrid en mi memoria".
bessos
Con este post me has dado en mi punto débil, las castañas es lo que más me gusta del invierno en Madrid. Me ha entrado hambre.
ResponderEliminarMe encanta el olor que te sorprende de repente en un puesto de castañas y lo relacionas con el invierno y el frío y sonríes, no se por qué, pero sonríes y te sientes bien.
ResponderEliminarGenial tu blog!
Nos vemos :)
Para mí las castañas asadas son sinónimo de invierno. Creo que no están en decadencia. No sé donde leí, que nuévamente están resurgiendo estos castañeros...
ResponderEliminar¡Deliciosas!
Yo las sigo comiendo aunque hay que buscar puestos de confianza, ya que a veces salen muchas pochas.
ResponderEliminarAparte de matar el gusanillo, su labor principal es calentarte las manos los días de mucho frío, asi que no veo claro su futuro con el cambio climático.
Gracias de nuevo por tus reportajes, Ignacio
Nunca las he comprado en la calle (gracias por comentar su precio, siempre he tenido esa curiosidad)y lo que siempre pienso cuando veo un puesto es el frío que deben pasar, pese a a las estufillas o braseros que tengan.
ResponderEliminarUn gran saludo al cronista de ‘Mis Fotos de Madrid’, una verdadera obra de amor inspirada en el sublime encanto de la ciudad que es la antesala del cielo.
ResponderEliminarMil gracias.
MIGUEL!!!
ResponderEliminarholaaa... como esta el madrileño mas chulo??? bueno espero k bien y dejame decirte k eh pasado por aki y te eh leido, solo k no deje la huella de k si estuve por aki, ahora k acabo de leer la ultima entrada te dire k nunca eh comido las castañas, pero supongo k son ricas por lo que comentas... espero algun dìa tener la dicha de pasearme por las calles de madrid y sentir la delicia k hace sentir "las famosas castañas", sabes esos detalles k nos muestras de madrid, son los k lo hacen especial y unico!! sigue siendo nuestro guia, y adentranos mas y mas a los rincones de madrid.
p.d. los premios bien merecidos te los tienes, ya k si te leemos es por k nos gusta lo k escribes, es interesante y el merito es tuyo... asi k felicitaciones en horabuena miguelillo.
besos.
Ahora abrirán los kioskos de helados...
ResponderEliminarHola Miguel!
ResponderEliminarLas fotos son muy bonitas... tienes razón, cada vez hay menos vendedores de castañas... es una lastima... son muy ricas y dejan en la calle un aroma muy peculiar.
Saludos!
Nos leemos!
Eva
Qué curiosa la última foto con McDonald al fondo. Qué contraste tan simbólico hace con el pequeño puesto. Aquí también las castañas se van con el frío, así que apenas están un mes en venta. El que te colaba dos de menos, podría aprovechar la licencia y hacer juegos de magia durante el verano. Como siempre, encantadora su entrada querido Miguel. Besissss
ResponderEliminarHola, saludos, me gustó ver tu blog, yo soy de México, pero he visitado Madrid algunas veces y me encanta, me gusta ver tus fotos y recordar, jeje..
ResponderEliminarEncantada..
Lunara..
A mí me gustan más cocidas con anises en el agua, como me enseñó mi abuela...y la última vez que compré unas castañas en uno de esos puestos y vaya precios...
ResponderEliminarUn beso.
¡Qué ricas!, ahora se ven menos que cuando yo era niña ¡qué tiempos!, es una pena, espero que no vayan desapareciendo con los años.
ResponderEliminarPobre señor el de Ópera, igual su vocación frustrada era la de "malabarista".
Un abrazo.
nunca las he probado. aqui en zaragoza venden,w
ResponderEliminarigual me animo.
No hay nada como su olor cuando hace muchomuchomucho frío...
ResponderEliminarAhora vienen los heladitos y el sabor a mar... :) (Lejos de Madrid)
Pues se ha perdido mi comentario me temo..
ResponderEliminarTe decia que me han encantado todas estas postales de mi adorado madrid...apesar de que no soy madrileña....es una ciudad ala que tengo mucho cariño..
TAmbien te comenteaba que el castañero me ha traido recuerdos de mi tierra...y que aki en casa aun se asan las castañas cada otoño de forma artesanal...ojala que nunca se pierda esta costumbre...
y me llamo mucho la atencion esa foto tan significativa del castañero frente al macdonals...jajjajaa
en fin...
esperemos que ahora se publike el coment....pero ahora lo copio antes....mas vale prevenir...
un beso