martes, 10 de abril de 2012

El garbancero

Como la semana pasada no estuve conectado no pude hacer ninguna entrada sobre la muerte de Mingote, así que aprovecho hoy para dejaros con esta entrada que publiqué en homenaje suyo hace algo más de dos años, y con este artículo de Angel del Río, cronista de la Villa, titulado "Garbancero"

Los personajes de Mingote pasean por Madrid
A la fea se la desea


Garbancero
Antonio Mingote fue presidente del Club de Prensa del Garbanzo de Plata allá por los años ochenta. El último cocido al que acudió, junto a su inseparable Isabel, fue con motivo de la entrega del Garbanzo a la Princesa de Asturias, doña Letizia Ortíz, a quien hizo en ese acto un regalo muy personal: un abanico decorado por él mismo, lo que hizo exclamar a doña Letizia: «Es uno de los regalos más bellos que me hayan hecho nunca». Mingote era un castizo de rompe y rasga, aunque la cuna de su nacimiento se la pusieran en tierras catalanas. Tan vinculado ha estado a Madrid, que más de uno le tiene por «gato» madrileño. Él puso telón decorado a la Puerta de Alcalá, relojero del taller de la casa Mingote al frontispicio de la Antigua Relojería de la calle de la Sal y cartel ilustrado a las fiestas de San Antonio de la Florida. Un día, en uno de esos cocidos de Torres Bermejas me confesaba: «De entre todos los nombramientos, premios y reconocimientos que he tenido en mi vida, el más entrañable es el de Alcalde Honorario del Retiro». Contaba cuando surgía la ocasión, cómo la Reina Doña Sofía, conocida vegetariana, pidió en uno de esos cocidos-homenaje, que le pusieran un garbanzo en el mismo plato del pescado, para no romper la tradición.

No pudo asistir a la última entrega del Garbanzo de Plata, en este caso a la baronesa Thyssen. Su mujer, Isabel, le transmitió a nuestra presidenta, Laura Valenzuela, que Antonio no se había levantado ese día con ánimos.El pasado año se cumplió el cincuenta aniversario del Garbanzo de Plata. Los miembros de Consejo Rector, quisimos darle un Garbanzo especial del cincuentenario, coincidiendo con el día de su 93 cumpleaños. No pudo ser, la parca, tantas veces dibujada por él, estaba cercana. Nos ha fallado el tiempo, pero nunca nos fallará el recuerdo a uno de los nuestros, de nuestros más ilustres y castizos «garbanceros»: Antonio Mingote, que estás en los cielos, con parpusa sobre la cabeza y safo al cuello, te queremos y guardamos tu silla en la «Academia del Garbanzo».

1 comentario:

  1. linfo homenage a alguien con sobrado talento como era Mingote. Me encanta tu blog, como siempre.

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