Ahora que llevamos unas semanas en las que están en boca de todos las supuestas actividades irregulares de un miembro (ya ex-miembro) de la Casa Real, y teniendo en cuenta que en algunos sitios se ha vuelto a reabrir tímidamente el debate sobre la conveniencia o no de la Monarquía, me apetece recordar la siguiente anécdota que deja claro lo cambiante que puede ser el sentimiento de la gente hacia sus gobernantes.
Miguel Maura, político fallecido en 1971, cuenta en sus memorias políticas "Así cayó Alfonso XIII", que cuando Alfonso XII, hijo de la desterrada Isabel II, hizo su primera entrada en Madrid, a lomos de un caballo blanco, tras el Golpe de Sagunto que a finales de 1874 puso fin a la Primera República, un joven marchaba a su lado, muy exaltado, dando vivas al Rey. Estos arrebatos le llamaron la atención a Don Alfonso, que entonces contaba con 18 años, por lo que se dirigió al joven y le dijo: “Muchacho, qué entusiasmado estás y como gritas”. Su contestación fue rotunda: “¡Anda! ¡Pues esto no es nada para lo que gritamos hace seis años, cuando echamos a la puta de la Reina!”, refiriéndose a Isabel II.
muy bueno, aunque yo creo que ahora estamos más educados que entonces...no sé si mucho, pero creo que la cosa sería diferente
ResponderEliminarDidac eso de la educación seguro que va por barrios, aunque creo que las cosas no están tan agitadas como lo estaban entonces.
ResponderEliminarSaludos
Sí, hijo, en este país nos gusta salir a la calle por cualquier cosa
ResponderEliminarDepropio supongo que lo dirás con ironía, porque por desgracia cada vez salimos menos. A no ser que tenga que ver con el deporte.
EliminarMe ha encantado, porque es muy real ;-)
ResponderEliminarQuizás ahora nos parezca un poco lejano pero nunca se sabe.
EliminarSaludos