Tras un frenético transbordo Renfe-Metro he entrado de nuevo en su juego. Si al llegar las vacaciones necesito unos días para olvidarme de las prisas, al volver no hace falta adaptación. Transitar un día por sus calles sobra para familiarizarte con cláxones, atascos, empujones, colas,…
Aún hay una opción para sobrevivir: recorrer la ciudad cuando se despereza. Decido ir andando al trabajo y observo a la gente caminando somnolienta, repartidores autómatas, cierres bostezando, bares humeando café, e incluso el canto de los pájaros. Este es el otro Madrid que consigue compensar en parte todo lo que vendrá después.
A mi me gusta nuestro Madrid....cuando se puede andar por ella....bss
ResponderEliminarAhora en agosto es un buen momento para hacerlo. Por ejemplo yo lo he hecho esta mañana, y es totalmente recomendable.
ResponderEliminarBesos
Tanto tiempo hacia que no pasaba por aqui, que no había visto tu nueva decoración :-)
ResponderEliminarBuen cambio, Miguel, y bienvenido a este Madrid nuestro.
Un abrazo.
Carpe Diem
Hola Cosechadel 66 lo del cambio de decoración ha sido más que nada un accidente. Casi sin querer apareció esta plantilla y aquí se queda hasta que me canse de ella, que creo que va a ser pronto.
ResponderEliminarSaludos y gracias.