El jesuita Bernardino de Antequera, Pedro Laso de la Vega y Juan Jerónimo Serrá fundaron en los primeros días del año 1615 la Santa, Pontificia y Real Hermandad del Refugio y Piedad de la corte. Pronto se la agregaron otras personas caritativas y la hermandad compró algunas casas donde se dispuso de refugio nocturno para los pobres. La Hermandad tomó gran fama por la Ronda de Pan y Huevo.
Formada por un sacerdote, dos caballeros y algunos criados portadores de camillas, la ronda recorría por la noche las calles de Madrid con tres misiones distintas: por un lado a los hambrientos de les entregaba un panecillo y un huevo duro; llevaban al refugio a los que no tenían dónde dormir; y el sacerdote administraba los últimos sacramentos a los moribundos y enterraba a los muertos.
Está claro que no siempre hay que meterse con lo que ha hecho la Iglesia a lo largo de la historia, yo soy el primero en meterles caña cuando es necesario, ya que en numerosas ocasiones como ésta, sus actos eran claramente caritativos.
¡Qué cunda el ejemplo!
Completamente de acuerdo contigo Miguel. Hay que decir lo bueno...y esto que cuentas lo fue. Son muchos hoy día los que están en esa ayuda para darla y muchos que la neesitan
ResponderEliminarUn beso y feliz inicio de semana
Al Papa lo que es del Papa, y nunca mejor dicho.
ResponderEliminarSaludos Winnie0
Soy Luis:
ResponderEliminarSon muchos los religiosos que son los primeros en llegar para dar ayuda, y los últimos en salir. Incluso mueren allí donde estaban trabajando y dando todo lo que de sí puede dar un ser humano. Y no van disfrazados de "coronel tapioca" ni se dejan secuetrar para luego ser liberados tras pagar el estado un dineral con lo que se podrían hacer muchas más obras de caridad. Tenemos tanto que aprender....
Aun siguen muchos haciendo esa labor en el Madrid presente. Habría que distinguir, en todo caso entre institución y personas. Siempre es malo generalizar.
ResponderEliminarCarpe Diem
Me alegro de que esto sea así, todos deberíamos ayudarnos, independientemente de ideologías, religiones, etc.
ResponderEliminarY estoy de acuerdo, no hay que generalizar, en la iglesia no son todos malos y egoístas, y a veces, la labor que hacen algunos es encomiable.
Un beso, Miguel.
Luis completamente de acuerdo contigo. Es más, a las personas a las que más envidio son a los misioneros que se dejan el alma, e incluso la vida, por salvar la de los demás.
ResponderEliminarCosechadel66, Irene
Las generalizaciones siempre se han dicho que son odiosas, y este es otro ejemplo más.
Irene
Una gran labor la que hacen en esta Hermandad, si que es malo generalizar, sobre todo porque se hace siempre hacia lo malo y no hacia lo bueno. Este tipo de iniciativas debería ser más conocido.
ResponderEliminar¡Un saludo!