Inaugurado en 1970 el paso elevado que une Juan Bravo con Eduardo Dato, surge la idea de crear un museo de escultura moderna en la zona inferior. El acercar al público el arte abstracto, poco conocido entonces, es visto con buenos ojos por el Ayuntamiento, y más si las obras son donadas por los autores.
Una de las obras que a exponer es Lugar de encuentros III, primer trabajo de hormigón armado realizado por Chillida, concebido y creado para ocupar, suspendido del puente, el espacio central del Museo. Sin embargo en 1973, un año después de ser instalada, la obra se retira por "problemas de seguridad" ya que las autoridades determinan que el puente no puede soportar las ocho toneladas que pesa la obra.
Lo que queda para la historia es que la obra fue retirada por problemas políticos, al ser el escultor contrario al régimen de Franco. Se dice que el nombre de Sirena Varada, por el que popularmente se conoce la obra, hace alusión a los cables de acero que mantienen la obra suspendida del puente, pero quizás tenga más que ver con la situación de estancamiento en la que permaneció la escultura hasta su definitiva instalación.
Tres políticos pasaron por la alcaldía de Madrid sin solucionar el problema, hasta que en 1978, el nuevo alcalde, José Luis Alvarez aprueba su instalación en el lugar original, donde sigue desde hace tres décadas sin haber dado ningún problema, y es que según se dijo en su momento «se ha contado con que puedan subirse 20 personas y salten sobre ella».
Situada a 70 cm del suelo, Chillida intentó en esta obra rebelarse contra la gravedad y contra la obligación de estar amarrado al suelo. Fallecido en 2002 para este escultor, uno de los más influyentes del siglo XX, la escultura era una gran aventura repleta de incógnitas.
Una de las obras que a exponer es Lugar de encuentros III, primer trabajo de hormigón armado realizado por Chillida, concebido y creado para ocupar, suspendido del puente, el espacio central del Museo. Sin embargo en 1973, un año después de ser instalada, la obra se retira por "problemas de seguridad" ya que las autoridades determinan que el puente no puede soportar las ocho toneladas que pesa la obra.
Lo que queda para la historia es que la obra fue retirada por problemas políticos, al ser el escultor contrario al régimen de Franco. Se dice que el nombre de Sirena Varada, por el que popularmente se conoce la obra, hace alusión a los cables de acero que mantienen la obra suspendida del puente, pero quizás tenga más que ver con la situación de estancamiento en la que permaneció la escultura hasta su definitiva instalación.
Tres políticos pasaron por la alcaldía de Madrid sin solucionar el problema, hasta que en 1978, el nuevo alcalde, José Luis Alvarez aprueba su instalación en el lugar original, donde sigue desde hace tres décadas sin haber dado ningún problema, y es que según se dijo en su momento «se ha contado con que puedan subirse 20 personas y salten sobre ella».
Situada a 70 cm del suelo, Chillida intentó en esta obra rebelarse contra la gravedad y contra la obligación de estar amarrado al suelo. Fallecido en 2002 para este escultor, uno de los más influyentes del siglo XX, la escultura era una gran aventura repleta de incógnitas.
Aprovecho un hueco en mis vacaciones para pasarme por el blog y daros las gracias a todos los que seguís ayudando con vuestros comentarios a que este blog siga en línea.
ResponderEliminarLas últimas entradas, así como la mayoría de las que se publiquen en agosto, han sido programadas previamente, así que cuando acabe estos días de descanso ya iré pasando por vuestros blogs para echarles un vistazo.
Nos vemos
Lo primero, Miguel, es que disfrutes de tus vacaciones, que descanses y vuelvas con fuerzas renovadas para seguir contándonos tanto -y tan bueno- de nuestro Madrid.
ResponderEliminarY lo segundo, es que durante el último año he tenido ocasión de ver a diario, y varias veces al día, incluso, a la "sirena varada". La exposición de obra escultórica en la zona me parece muy original, una propuesta realmente curiosa y atrevida, aunque muchas de las obras no me gustan demasiado. Pero la de Chillida es la que más destacaría, es una de mis favoritas. Justamente por la idea que planteas en el post, y que el autor persiguió: combatir la gravedad, como si estuviera flotando en el mar de granito que le rodea...:-D
Un besazo y ¡¡feliz descanso!!
Un valor para toda Hispania, y el mundo.
ResponderEliminar...Saludos.
Saboreo estas fotos como si fueran de un amigo: conozco el puente desde todos los ángulos posibles, y espero que fotografíes alguna escultura más.
ResponderEliminarDisfruta tus vacaciones. Nos vemos.
No conocía la historia y me ha encantado, sirena varada es una de mis canciones favoritas también.
ResponderEliminarsalu2
Es una historia preciosa.
ResponderEliminarEnhorabuena amigo
Después de un minucioso estudio, STULTIFER te otorga el prestigioso galardón al MEJOR BLOG DEL DÍA correspondiente al jueves 7 de agsoto de 2008 en No sin mi cámara por los contenidos y matices. Visitanos y comenta con nosotros. Saludos cordiales.
ResponderEliminarVamos, que nos ha gustado mucho y hemos querido acercarnos a tí.
Puedes colgar el Premio voluntariamente en tu blog.
He subido esas escaleras miles de veces, ahora paso de vez en cuando por encima del puente. La zona merece la pena verla. La escultura que hay al otro lado de la Castellana es la que más me gusta, lo femenino y lo masculino.
ResponderEliminarSalu2
Querido Miguel. Debería ser el mayor pecado capital que el arte tuviese ideología. No soy muy amante de la escultura contemporánea, pero una vez más, en tus fotos todo adquiere otro matiz. Feliz verano, amigo. Besisss
ResponderEliminarFelicidades por el post, me ha alegrado conocer más a Chillida.
ResponderEliminarFelices Vacaciones.