Manolo Blahnik, Jimmy Choo, Sergio Rossi , Ernesto Espósito, Pedro García..., ninguno de estos diseñadores, famosos hoy día, estaban detrás de ese cartel que me traía por la calle de la amargura: “No compre aquí, vendemos muy caro”.
Siempre que de pequeño me acercaba con mi familia al centro, y pasaba junto a ese cartel, mi cabeza chirriaba. "¿Cómo pueden poner eso?" "Así nadie se acercará a comprar". "Ellos mismos están echando a los clientes". Pensamientos parecidos a estos me venían a la cabeza, y es que por mucho que lo intentara no me explicaba como podían intentar vender así.
Poco sabía entonces sobre publicidad, y poco conocía sobre técnicas para atraer al cliente. El cartel ahuyentador se encontraba en la Puerta del Sol, y pertenecía a Los Guerrilleros, una cadena madrileña de zapaterías que utilizaba la ironia como forma de reclamo.
Hoy, muchos años después, el eslogan sigue presente en su negocio aunque supongo que con todo lo que los críos hoy saben, no les resultará chocante. Con sus precios asequibles y su gran variedad de productos, esta zapatería continúa desde 1962 intentado que nos calcemos sus zapatos y copremos sus complementos.
Hoy, muchos años después, el eslogan sigue presente en su negocio aunque supongo que con todo lo que los críos hoy saben, no les resultará chocante. Con sus precios asequibles y su gran variedad de productos, esta zapatería continúa desde 1962 intentado que nos calcemos sus zapatos y copremos sus complementos.
Dicen los que entienden de esto que aunque no son productos de gran calidad la relación calidad-precio es inmejorable y de hecho ahí siguen casi ciencuenta años después intentando competir con las nuevas firmas que abarrotan el mercado. Está claro que aquí no te vas a gastar miles de euros en un par de zapatos y no podrás presumir del glamour y la sofisticación que te prometen otros sitios, pero saldrás contento y con la cuenta corriente sin números rojos.
Te quieres creer que yo también he visto ese cartel durante años y pensaba lo mismo...¡Ay madre qué cosas!...Besos
ResponderEliminarMítica la tienda, desde luego. Yo me he comprado muchos zapatos ahi y doy fe de mi satisfacción.
ResponderEliminarCarpe Diem
Feos como demonios y malos. Pero venden.
ResponderEliminarAlgún lector de mi edad que fuera por Ecija (Sevilla) hace unos años, recordará una campaña similar, que llenaba de carteles la carretera Nacional IV, (entonces no había autopista) y los carteles decían...
ResponderEliminarNo compre Yemas el Ecijano. Están malísimas....
Compre Yemas el Ecijano y regaleselas a su suegra...
No compre Yemas el Ecijano, están malísimas.... y cosas así.
SINCERAMENTE ESTO ES UN CLÁSICO.
ResponderEliminarSiempre recuerdo a mi madre, tu tranquila que lo encontramos en los guerrilleros.
jejjejeje muy chulo!
También forma parte de mis recuerdos infantiles, he pasado por allí muchas veces ;-)
ResponderEliminarBuen fin de semana a todos,
Cierto, yo me compré un par de sandalias chulísimas para verano y de las mejores que he tenido, a ver si vuelvo!
ResponderEliminarbss
Hum, que recuerdos "Salir,del metro en Sol de la mano de mi Padre y mis hermanos, pero ese cartel siempre ha estado alli ¿no? sus zapatos extranarlos y llevar tiritas era todo uno" Hum que recuerdos.
ResponderEliminarPrometo pasar por ahí cuando vaya a Madrid.
ResponderEliminarBesos,
Blnca
si es que el ser humano funciona a veces así, basta que digas que no para que pases a mirar... y entonces, te quedas!
ResponderEliminarbesicos
Recuerdo cuando veía de pequeño ese cartel y pensaba: ¿pero esta gente está tonta?
ResponderEliminarSaludos!!
jejeje, a mí de pequeña también me chocaba mucho el slogan “No compre aquí, vendemos muy caro”.
ResponderEliminarMuy buen post.
Saludetes !!
pues si, a mi me gusta bastante esta tienda :-)
ResponderEliminarun abrazo
Los ultimos que me compre en esta tienda creo que me los he puesto una vez porque me hacen un daño horrible. Despues de 30 años s y sigo picando ¿será esta publicidad?
ResponderEliminarRealmente, creo que todos de niños hemos pensado lo mismo y, bueno, yo sigo sin entrar, que una es muy obediente
ResponderEliminarComo muchos ya lo han dicho anteriormente... Yo también recuerdo ese cartel de cuando era niña y siempre bromeaba con mi padre sobre el mismo. Al final deja claro que es una gran publicidad, porque llama la atención y todos nos acordamos de ella. Y esa es su función.
ResponderEliminarbicos