Desde siempre, las ciudades han contado con la presencia de artistas callejeros, que por ejemplo nos hacían disfrutar con su música o su pintura. Hoy día, además podemos disfrutar de una nueva muestra de arte en la calle, son las estatuas humanas.
Estas personas se reparten por lugares estratégicos de las grandes ciudades y consiguen permanecer inmóviles para formar parte del decorado de la ciudad. La Puerta del Sol, la Plaza Mayor, la calle Preciados o la calle Postas son algunos puntos donde día a día los puedes encontrar.
Las estatuas humanas no sólo llaman la atención por su asombrosa capacidad para permanecer inmóviles durante largo tiempo, sin importar el frío o el calor, sino también por los cada vez más elaborados disfraces que visten para recrear sus personajes.
El objetivo que buscan es el de permanecer inmóviles el máximo tiempo posible, sin poder pestañear, ni mover un sólo músculo de su cuerpo hasta que algún curioso premie su representación con alguna moneda. Es entonces, con el premio de la moneda, cuando durante un par de segundos las estatuas cobran vida. Su forma de despertar consiste en realizar un ligero movimiento en señal de agradecimiento, hasta que adoptan una nueva postura.
Para los que les vemos desde fuera, podría parecer que para realizar este trabajo no se requieren habilidades especiales, sin embargo la realidad es bien distinta. Estas personas deben tener distintas cualidades para poder realizar correctamente su papel, ya que además de ser necesario no tener demasiada vergüenza, es conveniente disponer determinadas dotes para conseguir que el maquillaje y el vestuario sean lo más atractivos posible para el público que les observa. Sin embargo, lo fundamental es tener una concentración absoluta para intentar permanecer inmóvil, y así mantener la postura entre moneda y moneda.
Estas personas se reparten por lugares estratégicos de las grandes ciudades y consiguen permanecer inmóviles para formar parte del decorado de la ciudad. La Puerta del Sol, la Plaza Mayor, la calle Preciados o la calle Postas son algunos puntos donde día a día los puedes encontrar.
Las estatuas humanas no sólo llaman la atención por su asombrosa capacidad para permanecer inmóviles durante largo tiempo, sin importar el frío o el calor, sino también por los cada vez más elaborados disfraces que visten para recrear sus personajes.
El objetivo que buscan es el de permanecer inmóviles el máximo tiempo posible, sin poder pestañear, ni mover un sólo músculo de su cuerpo hasta que algún curioso premie su representación con alguna moneda. Es entonces, con el premio de la moneda, cuando durante un par de segundos las estatuas cobran vida. Su forma de despertar consiste en realizar un ligero movimiento en señal de agradecimiento, hasta que adoptan una nueva postura.
Para los que les vemos desde fuera, podría parecer que para realizar este trabajo no se requieren habilidades especiales, sin embargo la realidad es bien distinta. Estas personas deben tener distintas cualidades para poder realizar correctamente su papel, ya que además de ser necesario no tener demasiada vergüenza, es conveniente disponer determinadas dotes para conseguir que el maquillaje y el vestuario sean lo más atractivos posible para el público que les observa. Sin embargo, lo fundamental es tener una concentración absoluta para intentar permanecer inmóvil, y así mantener la postura entre moneda y moneda.
La primera tiene un vestuario muy realista. En mi ciudad apenas se ven ya estatuas vivientes. Supongo que se han aburrido y se han ido a sitios donde las valores. Yo también le veo mucho mérito, personalmente, porque no puedo estar callada ni cinco minutos xDDDD
ResponderEliminarImpactantes esas estatuas humanas, las veo muy novedosas. Recuerdo que estuve en el Centro de Medellín en Nov. de 2007 y me tocó ver dos mujeres en esto, quedé muy sorprendida por la capacidad de resistencia. Acá las estatuas se mueven si uno les da dinero.
ResponderEliminarTe abrazo con afecto desde Medellín, Colombia!
Siempre consideré estas estatuas humanas como un estilo de arte. Como tú bien describes, no sólo la capacidad de permanecer inmóvil tanto tiempo, si no la creación de su disfraz para el conjunto de la obra.
ResponderEliminarA mí me parece arte en el amplio sentido de la palabra.
ResponderEliminarLos he visto muchas veces y siempre les observo un rato, además de dejarles una moneda, creo que unos minutos de nuestro tiempo al menos si se merecen.
Bs.
Me encanta observarlos... En sus atuendos que susurran magia, y nos tiran de la falda... A otro mundo.
ResponderEliminarVuelvo a ti, porque curiosamente, El País Semanal de hoy domingo hace un reportaje ante estos actores. Y en alguna de las fotos sale uno de tus personajes.
ResponderEliminarNada más. Me acordé de ti...
Me fascinan cuando las encuentro por la calle; se merecen este homenaje tuyo.
ResponderEliminar(Por cierto: hoy estuve en el Paseo del Prado, viendo las estatuas de Mitoraj, y no comprendo cómo pudiste sacar las fotos: era tal la multitud que aquello parecía una manifestación; en cualquier caso, disfruté de la mañana y del paseo, además de las esculturas)
Preciosas fotos, como siempre. Yo sería incapaz de estar inmóvil ni siquiera un segundo, "pa" mis nervios. Tendremos que pasearnos por esos lugares.
ResponderEliminarAyer estuvimos, gracias a ti, por el Paseo del Prado, viendo las estatuas de Igor Mitoraj, nos encantó, hacía un tiempo maravilloso que ayudaba.
Es estupendo tener alguien que te informe de las cosas interesantes que hay en Madrid. Gracias.
Un abrazo.
hola... miguellll
ResponderEliminartarde pero aqui toy... jejeje impactantes y sorprendentes... y coincido contigo en k tienen k estar muy bien concentrados en lo k hacen... me gusto el reportaje... eres bueno en esto...
un abrazotee...
Te falta el hombre ese que va como si estuviese frente a un huracán.
ResponderEliminarSi te soy sincero ¡le tengo una manía!
Saludos